— ¿Estás seguro de que quieres hacer esto? — Pregunto su amigo.
— Si, seguro — Henry miraba por la ventana del auto hacia la infraestructura del hotel donde sabia el padre de Ray se estaba quedando.
Luego de aquella conversación con el castaño, supo que tenía que hacer algo, no podía ni quería quedarse con los brazos cruzados, sabiendo que muy en su interior las cosas se podían solucionar. Así que le pidió a Jasper que lo llevara con el padre de su prometido. Sabía dónde estaba, pues le había pedido a Schowz que le diera su dirección.
Quizás Ray iba a molestarse por eso, pero no le importaba ahora, ya después enfrentaría las consecuencias, si es que había.
— ¿Quieres que te acompañe? — Pregunto de nuevo el ruloso. Henry despegó la vista de la ventana para verlo.
— Prefiero hacer esto solo, gracias — Le sonrió. Jasper lo miro no muy convencido, habían venido a escondidas de Ray, no estaba para nada a gusto con eso, pero es algo que su amigo necesitaba hacer, no podía decirle que no.
— Está bien, aquí te espero — Henry asintió antes de salir del auto.
Soltó un suspiro antes de empezar a caminar hacia la entrada del lujoso hotel, el cual a simple vista se veía costoso. Entro por las grandes puertas de cristal y camino hacia el mostrador de la elegante recepción.
— Buenas tardes, ¿qué desea? — Expreso la recepcionista de forma aburrida. Esta, una mujer de unos 30 y tantos años.
— Estoy buscando a Carl Manchester, ¿él está aquí?.
— ¿Tiene cita con él? — Pregunto la mujer con su vista pegada a la pantalla de la computadora. ¿Cita?, es un hotel, ¿por qué tendría que pedir una cita para hacer una visita en un hotel?.
— Ammm, yo no sabía-
— ¿Es usted pariente?, o ¿algo relacionado con el señor Manchester? — Pregunto la recepcionista sin dejar de mirar hacia la computadora. ¿Qué clase de hotel es este?, pensó.
— Yo soy su ¿yerno? — La mujer lo miro con una ceja levantada — Quiero decir, soy el prometido de su hijo. El señor Manchester no sabe que estoy aquí, vine de sorpresa.
— ¿Nombre?.
— Amm, Henry Hart — Tartamudeo un poco. Sentía como si fuera a visitar al mismísimo presidente.
Hubo silencio mientras la mujer seguía tecleando. Henry solo la miraba nervioso, ¿así es la vida de rico? Vaya, tendría que acostumbrarse.
— El señor Manchester se encuentra en la habitación 36. Tercer piso — Informo la recepcionista unos minutos después. Henry le agradeció en voz baja antes de caminar hacia el elevador.
Metió las manos en sus bolsillos mientras el elevador subía al tercer piso, incluso este era lujoso y demasiado elegante para su gusto. A su lado había un gran espejo, se miró en este y peino su cabello.
Cuando las puertas del elevador se abrieron, trago saliva. A pasos lentos salió y camino en línea recta por el pasillo. Estaba nervioso, no sabía ni que decir, no había preparado nada.
Llegó a la puerta con el número 36 en ella, la miro un minuto antes de con su puño tocar levemente. Espero varios segundos hasta que esta se abrió, revelando al señor Manchester.
— ¿Si? — Dijo este, mirándolo con una expresión confusa. Henry lo miro de arriba hacia abajo de forma disimulada.
El señor Manchester era elegante y apuesto, se veía joven para su edad, casi podría pasarse por el hermano gemelo de su prometido, pues eran casi iguales, el parecido era bastante, bien podría llegar a confundirlos. ¿Así iba a verse Ray a sus 80 años?, nada mal...

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Baby on board.
FanfictionHenry Hart, 20 años, estudiante de arquitectura. Todo iba bien con su vida hasta que un día, una gran noticia, pondrá todo de cabeza. Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, todo el crédito a sus respectivos creadores. Yo solo los uso para mi...