Baby on board.

Capítulo 5

Ray fue el primero en despertar a la mañana siguiente, encontrándose con su novio durmiendo plácidamente en sus brazos, con cuidado dejo un tierno beso en su frente.

— Buenos días —murmuro Henry en voz baja.

— Oye, ¿te desperté? —pregunto. Henry alzó la mirada para verlo.

— No, ya estaba despierto. Solo no quería separarme de tus brazos.

Ray soltó una risita y deposito un tierno beso en sus labios.

— ¿Qué te parece si hoy nos quedamos todo el día en la cama? — propuso el castaño sonriendo de forma coqueta.

— Eso suena muy tentador, pero tengo que estudiar para mi examen —Henry hizo una mueca de fastidio al recordar eso.

—No quiero — Ray hizo un puchero.

Henry sonrió ante el adorable puchero que dejo escapar su novio.

— Yo tampoco quiero, pero tengo que estudiar. Mi examen es mañana — Se separó de los brazos de Ray y se levantó de la cama.

Ray soltó un resoplido y se cruzó de brazos. Henry dejó escapar una pequeña risita ante lo berrinchudo que estaba siendo su novio.

—Vamos, sé un lindo novio y ve a prepararme el desayuno.

Ray lo miro con fastidio.

— Estás muy mandón, mucho más de lo normal.

— Bueno, el bebé me pide comida a cada rato, ¿qué quieres que haga?. Ahora anda, yo iré al baño.

— Sí, sí, voy en un minuto — Ray dejo escapar un bostezo mientras tomaba una almohada y se acomodaba mejor en la cama, para luego cerrar sus ojos.

Estaba a punto de quedarse dormido de nuevo, cuando escucho un estruendo provenir del baño, rápidamente se levantó alarmado.

— ¡HENRY! —exclamo abriendo la puerta del baño, encontrándose al rubio, tirando en el suelo, sobándose la cabeza — ¿¡QUE PASO!? —pregunto, mientras se inclinaba para ayudarlo a levantarse.

— M-me resbalé, el suelo está algo mojado aun —hizo una mueca.

— ¿Estás bien? ¿Dónde te duele? ¿El bebé está bien? —pregunto con desespero colocando su mano con cuidado en el abdomen del rubio.

— Estamos bien — Henry respondió en calma. Ray rápidamente lo abrazo.

— Me asusté mucho —murmuro enterrando su rostro en el cuello del rubio.

— Mi amor, ya paso. No fue nada —lo rodeo con sus brazos y acaricio su espalda para ayudarlo a calmarse.

Unos segundos después, Ray logro calmarse, se levantó del suelo cargando a Henry en sus brazos. Con gentileza lo dejo en el suelo.

— Ve al otro baño y entra con cuidado esta vez, ¿sí? —acaricio levemente su mejilla — Yo me quedaré aquí para limpiar.

Henry simplemente asintió y le regalo una pequeña sonrisa para asegurarle que estaba bien antes de irse al otro baño.

Ray se dispuso a secar el suelo y no termino hasta que se aseguró de que estuviera realmente seco. Al terminar, guardo las cosas en el cuarto de mantenimiento y fue a la sala, encontrándose con el rubio sentado en el sillón giratorio, recién bañado, tomando el desayuno mientras miraba las noticias. Se sentó a su lado y dejo un tierno beso en su mejilla.

— ¿Todo esto es para ti o yo también puedo comer? — pregunto mirando la mesa repleta de comida. Henry soltó una risita.

— También es para ti —sonrió, tomo un plato y le sirvió tres panqueques, les echo un poco de mantequilla y jarabe de miel, luego le sirvió un poco de jugo y se los tendió.