Esté donde esté (Varchie)

9. Después de la tormenta

Veronica

Todos dicen que después de la tormenta viene la calma, que si quieres ver un hermoso arcoíris debes esperar a que pasé la tormenta. Usualmente la gente usa esa expresión para mantenerse positivos, para motivarse con la idea que sin importar las situaciones adveras, después las cosas pueden cambiar tan rápido que no nos damos cuenta de como pasamos de una situación terrible a una favorable en poco tiempo.

Bien, muchas veces creí en esa frase, me gustó adoptarla como una ideología por un tiempo, pero ahora...

¿Dónde está mi arcoíris?

¿Cuándo llegará mi calma?, ¿a qué hora?

¿Por qué pasan los minutos y lo último que siento es calma?

¿Por qué con cada segundo que pasa siento más sufrimiento, siento como si me desgarraran por dentro y como si alguien estuviera apretando mi corazón?

¿Por qué no soy de esas personas afortunadas que rápido encuentran la calma de nuevo?

¿Por qué no soy de esas personas a las cuales el cielo les sonríe?

¿Por qué no puedo ser como cualquier otra chica que tiene el privilegio de disfrutar de su fiesta de graduación sin que al final le rompan el corazón?

¿Por qué?, ¿por qué a mí?, ¿Qué hice tan mal para que ahora sienta que estoy muerta cuando aún sigo respirando?

¿Acaso lo que pasó esta noche es una especie de karma por todo lo malo que hice en mi pasado?, ¿un karma por la mala persona que fui?

¿Estoy sufriendo porque antes yo provoqué el sufrimiento de muchas personas?

Bien, si es así, me arrepiento, soy capaz de ir de rodillas hasta la casa de cada una de esas personas a las que lastimé y provoqué un desgarrador sufrimiento, sólo para pedirles, suplicarles que me perdonen, y así este estúpido karma termine y ya pueda dejar de sufrir cada vez que respiro.

Dejo escapar una lágrima más, veo como esta cae directamente hacía la hoja pentagramada, observo como esa gota se acaba de unir a otras lágrimas que ya descansaban sobre la hoja. Leo una vez más la letra de esa canción y una vez más me rompo, dejo correr las lágrimas con fuerza mientras cierro con fuerza mis ojos y aprieto entre mis manos el pedazo de papel, lo llevo directamente hacía mi corazón, dejo mi cabeza caer sobre mi cama y siento como las lágrimas queman mi piel. Si alguien me viera justo ahorita temería por mi vida, podrían pensar que en cualquier momento me voy a secar con tanta lágrima que dejo salir, se preguntarían como dos pequeños ojos pueden expulsar tantas lágrimas.

Sin poder evitarlo empiezo a recordar todo lo ocurrido esta noche, desde que Archie llegó por mí, las fotos que nos tomamos, cuando llegamos al colegio, lo bien que iba la fiesta, lo divertido que la estábamos pasando, esa canción que bailamos, el buen momento que pasamos con nuestros amigos hasta que...

Donna proyectó un vídeo en el que se podía ver a mi novio besando a mi mejor amiga. Vaya, que lindo recuerdo de mi fiesta de graduación.

Después de ese momento todo pasó muy rápido, sólo recuerdo que no fui lo suficientemente fuerte para soportar la situación, incluso Archie me sostenía porque ambos sabíamos que si alguien no me agarraba, posiblemente me destruiría. Recuerdo sentir mis piernas temblar, mi respiración estaba fuera de control y las lágrimas nublaban mi visión, así como el llanto obstruía mi audición, así que en ese momento perdí más de uno de mis cinco sentidos.

Aún así, eso no fue suficiente, Donna habló de una canción que Archie le compuso a Betty y después de ahí no recuerdo las cosas con exactitud. Archie y Betty fueron detrás de Donna, y justo cuando los tres desaparecieron, por las rejillas de ventilación empezó a salir una especie de gas. Todo fue muy extraño, de un momento a otro el lugar se llenó de una neblina extraña, recuerdo haberme sentido mareada, apenas podía caminar, me sentía perdida. Intenté no respirar y mientras pedía que por un extraño acto de magia, alguien apareciera a ayudarme a salir de ahí, vi a Jughead, él estaba justo en frente de mí. Sentí tanto alivio de verlo porque sentía mi cuerpo pesado, me sentía muy mareada y me costaba respirar.