Esté donde esté (Varchie)

37. Archie Andrews el bombero

Veronica

Llego a la vieja estación de bomberos, entro y camino con cuidado una vez que estoy dentro, ya que el lugar de verdad está hecho un desastre, tal y como me lo dijo Archie, literalmente toda la fachada está quemada y dentro todo es escombros, polvo y basura, cualquiera que venga podría pensar que en cualquier momento se puede caer el techo, y podría jurar que con sólo una lluvia, todo el cemento del techo caería directo al suelo.

No puedo evitar no hacer muecas de desagrado y de incomodidad mientras camino por el lugar, ya que debo de cuidar no pisar alguna madera rota, algún bulto de polvo o en el peor de los casos, algún objeto no identificado. Literalmente camino como si estuviera en uno de esos juegos de obstáculos, como si estuviera en un campo minado.

—¡Archie!, ¡Archie!— comienzo a gritar mientras sigo evitando pisar en el lugar equivocado. Miro fijamente el suelo mientras camino en búsqueda del pelirrojo.

Una vez que parece que ya he logrado esquivar todos los obstáculos en mi camino, suspiro, y a lo lejos veo a un pelirrojo con otro chico, intento descifrar de quien se trata, pero no logro identificarlo.

—¡Archie!— vuelvo a llamar a mi amigo una vez que me encuentro más cerca de donde está él, así que está vez él logra escucharme, veo como deja de hablar con su acompañante y me mira. Muestra una hermosa sonrisa en cuanto me ve y me hace señas para que me acerque a donde están ellos.

Lo saludo con un movimiento de mano mientras muestro una pequeña sonrisa, asiento y me acerco hacia donde se encuentra el pelirrojo y el otro chico.

—Ronnie, que bueno que llegaste– Archie sigue sonriendo, así que le devuelvo la sonrisa, pero desvío mi mirada cuando siento otros ojos encima de mí, así que veo al acompañante de Archie, le regalo una pequeña sonrisa y luego miro de reojo a Archie como indicándole que me diga quien es su acompañante– oh, cierto, casi lo olvido– Archie ríe cuando parecer darse cuenta de la incómoda situación– Ronnie, él es mi amigo del que te hablé, Jackson, él igual estuvo en el ejército, y debo decir que es uno de los mejores soldados.— el tal Jackson ríe y niega con la cabeza.

—Bueno, pero él– Jackson señala a Archie mientras me mira a mí– es el mejor Sargento, literalmente me salvo la vida, gracias a él estoy aquí, sino fuera por él, posiblemente no sólo hubiera perdido la pierna, sino que mi vida.— sin poder evitarlo bajo mi mirada cuando menciona lo de su pierna y formo una cara de asombro al ver que tiene una prótesis, luego alzo mi mirada hacia él y lo miro horrorizada.

—Dios, ¿perdiste la pierna?– él asiente– yo, de verdad lo siento...no me imagino lo que debes de sentir...— no sé ni que decir, jamás creí que me enfrentaría a esto.

—Está bien, no te preocupes, ya me acostumbre a esta nueva forma de vida– él vuelve a reír, ¿en dónde le ve lo gracioso al hecho de perder una pierna?– son sacrificios que uno debe hacer, al final es lo que hacemos nosotros, sacrificar nuestra vida por la de otros, y me siento muy orgulloso de ello.

—Claro, ustedes son todo un orgullo para todo el país– formo una media sonrisa y miro a los dos soldados– sin duda alguna son las personas más valientes que conozco.

—¿Valientes?, valiente es Archie por haberme salvado la vida a mí y a muchos otros compañeros, créeme siempre voy a estar en deuda con él.— Jackson sonríe y voltea a ver a Archie, él cual igual muestra una sonrisa tímida, niega con la cabeza y baja la mirada. Observo fijamente a Archie, y sin poder evitarlo sonrío, pero lo hago de una forma diferente, sonrío como hace años lo hacía, sonrío por lo orgullosa que me hace sentir Archie, verlo y ver la persona en la que se convirtió me llena de mucho orgullo y alegría, y sin importar todo lo que ha pasado entre él y yo, siempre he pensado que Archie es de las mejores personas que he conocido, y a este mundo le hacen falta más personas como él, personas que se entregan por completo ante cualquier situación y para ayudar a quien sea. Archie es el ser más bondadoso, puro, bueno, increíble y valiente que conozco, realmente se merece lo mejor del mundo y siempre, siempre, me voy a sentir muy orgullosa de él.