33. La bomba estalló

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Archie

Después de siete años, vuelvo a besar a Veronica. Después de siete años, vuelvo a sentir sus labios. Después de siete años me vuelvo a sentir con vida, feliz, en paz.

¿Cómo se siente besar a Veronica después de tantos años? Increíble, impresionante y maravilloso. Simplemente es indescriptible lo que estoy sintiendo justo ahora que la estoy besando. Besar a Veronica es algo que soñé todos estos años, es algo que extrañé y necesite más que el mismo oxígeno, y hacerlo por fin después de tantos años, es lo mejor, es como si en mi interior hubiera un festival de fuegos artificiales.

Pego el delgado cuerpo de Veronica al mío, acaricio ligeramente su espalda mientras continúo sosteniendo su cintura con mis dos manos. Ella sigue con sus manos detrás de mí nuca, acariciando mis mechones. Amo el roce de sus dedos, siempre me gustó que tocara esa zona de mi cuerpo cuando nos besábamos, porque eran suaves caricias que daban paz a mi alma mientras sus labios le daban vida a mi cuerpo.

Nuestros labios siguen tocándose ferozmente, con hambre, ansias y necesidad. Sé que no soy el único que soñó y necesitó esto durante todos estos años. Puedo sentir como Veronica se aferra a mí, a mi nuca, a mis labios, porque ella igual tenía hambre de mí, así como yo de ella. Ella igual necesitaba sentirme, así como yo a ella. Y ella igual necesitaba dejar de soñar, imaginar y anhelar esto, así como yo, ambos queríamos hacer esto realidad.

Muerdo ligeramente su labio y una vez más provoco que su cuerpo se estrelle contra la pared, ella vuelve a arquear su cuerpo, logrando que sus pechos choquen con mi pecho desnudo. Que sensación tan fascinante.

Nos separamos cuando ambos sentimos que nos falta el aire, podría jurar que nos estuvimos besándonos por horas, sus labios me hicieron perder la razón y el tiempo, y sé que hablo metafóricamente porque cuando muchos nos besamos dos minutos, pero estar con ella me hace perder la noción de la realidad y desear más y más.

Vuelvo a acercar mis labios una vez que he tomado el suficiente aire para continuar con nuestra sesión de besos, pero esta vez Ronnie me detiene, pone una mano sobre mi pecho, cierra los ojos y baja su rostro, impidiendo que mis labios toquen los suyos.

—¿Qué?, ¿Qué pasa?— busco su mirada confundido.

—Archie, esto está mal.— Veronica dice lo único que me podía hacer salir de este sueño, lo único que podía romper este mágico momento. Ella me mira directamente a los ojos y suspira.

—Veronica...— hablo pero ni siquiera sé que decirle, sé que esto está mal, pero no me importa, por primera vez no me importa hacer algo que está mal, porque no quiero aceptar que lo mío con Veronica termino para siempre. No me importaría estar cometiendo un crimen y ser un prófugo si con eso garantizará tener a Veronica a mi lado.

—Archie, lo sabes, tú mejor que nadie sabes que esto no está bien– toma mis manos y hace que suelte su cuerpo– estoy casada, Archie, no estoy en un noviazgo, no, estoy unida legalmente y ante Dios con Chad.— alza un poco la voz, noto como los nervios y la desesperación se apoderan de su cuerpo. Logra zafarse de mi acorralamiento y empieza a caminar por toda la habitación mientras se agarra la frente.

—Lo sé, Veronica, no tienes que recordármelo, tu estúpido marido lo hace todo el tiempo al igual que ese feo anillo.— hablo molesto mientras señalo el fino anillo que lleva en su mano izquierda, ella por instinto mira hacia su anillo y lo oculta detrás de su espalda, ¿para qué lo hace?, ella misma me acaba de restregar en la cara que está casada con otro hombre, y Dios, un acta de matrimonio y ese anillo lo confirman. Y yo no puedo hacer nada ante eso, nada.

Ronnie me mira, mira todo mi rostro, noto como sus ojos tiemblan al igual que sus pies, y podría jurar que si Veronica no amara su manicure, estaría mordiéndose las uñas ahorita mismo.

Esté donde esté (Varchie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora