Esté donde esté (Varchie)

1. Antes de la tragedia

Riverdale (tres días antes de la fiesta de graduación)

Veronica

-Papi, yo sabía que ibas a poder vencer esta enfermedad- estiro mi brazo y tomo la mano de mi padre mientras le regalo una sonrisa- siempre he creído que eres el hombre más fuerte del mundo y ahora estoy más que segura.

-Gracias mija- mi padre, Hiram Lodge alza un poco su mirada hasta encontrarse con la mía y me regala una media sonrisa- debo admitir que por momentos pensé que no lo lograría y que lo mejor sería sentarme en mi estudio a esperar hasta morir- escucharlo hablar de esa manera me rompe el corazón de más de mil maneras- pero tu madre, hermosa y tú, sobre todo tú me han dado la fortaleza para seguir adelante, porque a pesar de nuestras rivalidades siempre quiero que me veas fuerte, de alguna forma quiero seguir siendo tu ejemplo a seguir.

-Lo eres, papi, siempre lo serás, porque al menos me gustaría ser la mitad de fuerte que eres tú.

Mi padre me regala una vez más una sonrisa y con su mano libre sostiene su taza para darle un sorbo a su café mañanero. Doy un leve apretón a su mano que aún sostengo, para romper el agarre y de la misma manera que él, tomar un poco de mi taza de café, pero el sonido de mi celular interrumpe mi camino. Dejo a un lado la taza y tomo mi celular.

Archie.

-Yo lo siento- me disculpo antes de dar un gran sorbo a mi café para después ponerme de pie y tomar mi bolso- es Archie, me acaba de pedir que vaya a su casa- miro a mis padres y siento como ambos me reprimen con la mirada- tal vez sea importante, así que necesito ir, prometo estar aquí para la cena.

-Está bien mija, con cuidado- me acerco a darle un beso en la mejilla a mi padre y luego uno a mi madre- solo no regreses tarde- asiento con un movimiento de cabeza- y nos saludas a Archie, dile que lo veremos en la fiesta de graduación.- Mi padre sonríe, y vaya que lo hace, pues sabe que al ser chaperón de la fiesta está arruinando cualquier plan sucio que tengamos Archie y yo.

-Bien, los quiero.- me despido de mis padres y empiezo mi camino hacia la puerta.

...

-Ronnie, que bueno que llegaste- mi apuesto novio me recibe con una sonrisa de ensueño, un cálido abrazo y un profundo beso- estaba a punto de ir por ti al Pembrooke.- su cara de niño pequeño preocupado y su comentario provocan que se me salga una pequeña risa.

-Archiekins, yo sé que no puedes vivir sin mí, pero no es para tanto- rio y doy un dulce beso en sus labios antes de entrar a su casa- es solo que en el camino me detuve a ver unos zapatos, ya sabes aunque no esté en Nueva York ando viendo más opciones para combinar mi vestido de graduación.- dejo el bolso sobre un pequeño sillón, me giro sobre mis talones y con mis brazos rodeo el cuello de mi novio acercándolo a mí para solo reducir un poco la diferencia de alturas.

Lo beso con ganas mientras juego con su cabellera pelirroja. Lo atraigo cada vez más y más hacia mí, intentando que este beso termine en algo más pero me detengo, tal vez porque Archie no me besa de la misma manera por alguna extraña razón o tal vez porque alguien aclarándose la garganta hace que me separe rápidamente de mi novio. Giro mi cabeza para ver quien es nuestro querido espectador y me siento confundida al ver a mi querida amiga Betty junto al gran torombolo.

-¿Betty?, ¿Jughead?- frunzo el ceño y dejo de lado a mi novio. Camino hacia la chica de coleta y el chico de gorro de lana- ¿Qué hacen aquí?- me cruzo de brazos y esta vez miro a mi novio el cual se está acercando.

-Betty y Jughead están aquí porque hoy me llegó una cinta.- aún sin entender a que se refiere Archie, observo a cada uno esperando a que me digan a que se debe esta pequeña reunión.