65. ¿Por qué a mí?

8.1K 786 662
                                    

CLOE


Llegó el lunes. Justo sonó el timbre de salida. Me di mi tiempo. Eran las 14:35. El día pasó volando y, prácticamente, no me había dado cuenta. Decidí llegar tarde a la salida del instituto para molestar un poquito a Thiago. Cuando llegué junto a él, estaba apoyado en la pared con los brazos cruzados. Iba vestido con una sudadera Nike gris, vaqueros azules con rotos en las rodillas, ese pantalón ajustado que hacía volar la imaginación marcando sus piernas, el culo y... «Cloe, ¡céntrate!» Ah... Sí, también llevaba unas Nike Blazer blanquísimas, como recién sacadas de la tienda, la mochila de libros colgada en su brazo izquierdo y del derecho una bolsa de deporte donde guardaba un patinete que no soltaba nunca. «Uff, Cloe, este chico está como un tren sin frenos». Mi yo interior suspiraba, «pero te recuerdo que tú cogiste otro tren, bonita». Mi lado perverso se burlaba.

—Dices, "no llegues tarde, Thiago" y, como siempre, la que llega tarde eres tú

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Dices, "no llegues tarde, Thiago" y, como siempre, la que llega tarde eres tú. —Le divertía picarme— Aunque me lo esperaba, a clase llegas siempre tarde.

—¡Venga ya! —repliqué poniendo los ojos en blanco y levantando los brazos a modo queja.— No seas exagerado, han sido cinco minutos. Porque llegué tarde una vez ¿ya soy la retrasada para siempre?

—¡Oye! ¡Lo has dicho tú! —se burlaba con risas achinando esos ojos tan adictivos. «¡Coño, Cloe!, empiezas mal».

—¿Dónde quiere comer don perfecto? —dije rápido para dispersar mi mente.

—Donde tú quieras, estirada, te dije que soy todo tuyo.

«Todo mío». Uff, chico, esa frase no nos pega. Mis ojos son solo para Erik. ¿Y a dónde le podría llevar a comer? Tenía poco dinero y cerca solo había un Burger King. Con suerte me libraba pronto de su compañía. Caminamos juntos y mis nervios se acentuaban teniéndolo tan cerca.

—Tengo mucha hambre y hoy me da igual, pero otro día te lucirás un poco más. Dicen que Galicia es el paraíso de la gastronomía ¿y tú me traes a un Burger? —Se quejaba, abriendo la puerta del local. Su voz burlona me exasperaba.

—Te dije que no habrá otra vez, García. Ese fue el trato. Me dejarás en paz, ¿lo recuerdas?

En ese instante una palmada mental me recordó el motivo por el que estaba caminando con este imbécil y simplemente me hirvió la sangre. Me puse seria, no iba a estar con risas cuando me había amenazado.

—Por cierto... —Se detuvo frente a mí cortando el paso y clavó sus ojazos en los míos.— Hablando de trato —Yo me hice la loca, ya sabía que estaba jodida— ¿A que soy el puto amo?

Se quitó la mascarilla y esbozó una sonrisa de suficiencia.

—No, lo que eres es un pringao. Yezzy es súper hetero y busca chica. —Mentí para picarlo. Si ya estaba jodida lo tenía que hacer divertido, ¿no?

Mis días de adolescente.  Amar. I (Publicado en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora