59. Hay miradas que revelan sentimientos

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ERIK


No llevaba bien que nadie tocara lo que era mío. Llámame egoísta. Así era y no iba a cambiar. Yo sabía que enredarme con Cloe no iba a ser fácil, que me estaba complicando la vida con una cría sin necesidad. Pero estas cosas no se planifican. Simplemente llegan y te pasan.

La misteriosa guardaba un aura que cualquiera vería. Desde que comenzó el instituto no paraba de hablarme del tal Yezzy y su repentina amistad. Me molestaba cada comentario, pero podía entender que era normal que algún chico se le acercaría e intentaría ligar. Ella siempre insistió en que este chico la había ayudado a adaptarse desde el primer día, que estando con él la gente la aceptaba, pero nadie hace nada sin pedir nada a cambio. El andaluz era un tipo bien parecido y le noté demasiada complicidad con Cloe. Tuve que estrechar su mano para demostrarle a mi chica que confiaba en ella, pero al llegar el tal Thiago, no me gustó nada su mirada con ínfulas de tipo duro, altivo y chulo. Lo que más me inquietó fue la manera en la que ella lo encaró con fuerza y lo fusiló con la mirada. Quise leer entre líneas mientras lo insultaba. Era una Cloe distinta, dispuesta a callar al arrogante, sin miedo, sin temor. ¿Por qué tanta rabia con un desconocido "que no te importa"?

Él la tocó con confianza y allí despertó mi furia. En Krav me enseñaban a controlar la ira y en aquel momento me provocó reventarlo. Pero quise analizar cada mirada y cada gesto de Cloe antes de actuar. ¿Ella propiciaba aquello o ese imbécil la camelaba?

Desde que comenzamos a salir nuestra relación no había sido muy estable que se diga y sé que la había cagado mucho, pero tenía que ser el tío seguro y fuerte que siempre había sido, el que llevaba el control, aunque con Cloe eso no funcionaba. Si yo no la llamaba ella tampoco lo hacía. A pesar de su ingenuidad no era tonta, se daba su puesto y no estaba rogando por las esquinas. Eso rompía mis costumbres y me volvía loco. Ella hacía que, sin querer, admitiera mis errores por temor a perderla. Esta vez tenía que tensar la cuerda y demostrarle quién llevaba el control. Pero una llamada inesperada me hizo reaccionar.

Llamando Número desconocido

Mis días de adolescente.  Amar. I (Publicado en físico)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora