CLOE
Hoy el día pintaba mal, mis ánimos estaban por los suelos. Desvié seis llamadas de Erik y dejé en visto todos sus mensajes pidiendo que le contestara. No respondí a ninguno. No vi a Thiago hasta tercera hora. Entró, se sentó en su puesto y no dijo absolutamente nada, solo me guiñó el ojo desde su silla, reacción con la que Yezzy movió su cabeza más rápido que un rayo e hizo como si estuviera gritando como un loco. Se rió y el profesor le echó la bronca para que se callara.
Cuando acabó la clase me acerqué a Thiago.
—Ey, pringado, ¿qué tal todo?
—Hola, estirada, todo bien ¿y tú?
—Podría estar mejor...
—¿Has hablado con él?
—No...
Joder, qué rápido sacaba el tema. Me miró con unas interrogaciones gigantes en los ojos.
—No quiero hablar con él por teléfono, —me expliqué.
—No estuvo bien, pero no soy quién para decirte lo que pienso.
—Ya lo sé. Por cierto, gracias por lo de ayer.
—¿Por? Ah, ya sé... Porque un chico muy guapo... ¿te acompañó a comer? No tienes que dar las gracias, aunque eso pasa pocas veces. —Abrí mucho los ojos por su comentario, pero al verme la cara se echó a reír.— Estirada, te estoy vacilando, no hace falta que me des las gracias. Me debes dos.
—¿Dos?
—Sí, nuestro pacto y la de ayer.
Uff, se me acumulaban los compromisos con él. Tenía que solventar uno ya. Acepté derrotada que había ganado la apuesta de Yezzy; él me dijo que lo sabía, pero que nunca lo había hablado con él. Sin darle más vueltas, me agaché, me bajé la mascarilla y estampé un beso en su mejilla; se quedó atónito, sin dar crédito, pero el tío era listo y sus reflejos volaban. Se giró tirando de su mascarilla y rozó mis labios. La jodida fui yo porque el calor se apoderó de mi cuerpo, me separé violentamente y volví a mi sitio porque comenzaba la siguiente clase. «Salvada por la campana».
—¿Qué coño hiciste, Cloe?, —dijo Yezzy sorprendido.
—Nada nene, pagué una apuesta, —respondí tan sorprendida como él. No dí la vuelta para verle, aunque su mirada, la sentía.
En ese momento entró la profesora y empezó a gritar que nos calláramos y no le pude decir nada más. Me vibró el móvil y vi que la notificación era de Thiago; me removí inquieta, temblaba. Aquel roce fue un accidente muy extraño y a la vez excitante. Abrí el mensaje disimulando tras la espalda de Yezzy para que la profesora no me viera.
Has hecho trampa, estirada. El beso te lo daré yo, porque me has demostrado que no sabes besar.
«Jajaja», tú flipas chaval...
Eso es lo que tú crees, pero no te voy a dar el gusto.
Por cierto...
¿Qué?
"Si jugamos con fuego, ven, vamos a quemarnos".
«¡OMG!» Mi pulso iba a mil, sentía en el cuello cada latido de mi confuso corazón. Solo una frase y estaba como un flan.
¿Qué dices, loco?
No te emociones estirada, estoy recitando a Miguel Gane.
Capullo...
Alcé la vista y, como siempre, me miraba desafiante, con esa intensidad que lo caracterizaba y una sonrisa provocadora. Obvié aquellos ojazos y vi más notificaciones de Erik que no abrí.
Pasaron las horas muy rápido y en nada ya estábamos saliendo de clase; iba cogida del brazo de Yezzy como siempre, y menos mal porque casi me desmayo al ver a Erik en su moto con el casco en las manos mirando hacía mi.
—Yezzy no quiero... hablar con él.
—Vámonos entonces —dijo Yezzy.
Nos dimos media vuelta y sentí que una mano me cogió el brazo girándome en seco.
—¿Cloe, qué mierdas te pasa? —Gritó Erik enfadado. Y yo sentía que me hacía pequeñita. —¿Por qué no respondes a mis mensajes?
—Erik, pírate, no quiere hablar contigo —interrumpió Yezzy enfrentándolo.
—Es mi novia y yo hablo con ella si quiero, ¿te enteras, gilipollas? —Se le acercó encarándolo y mi límite de la paciencia explotó.
La sangre me subió a la cabeza y con ella mis palabras. Grité histérica cortando su cercanía con Yezzy.
—¿Tú te crees que puedes llegar aquí, pegar cuatro gritos y que me vaya contigo? A Yezzy le respetas y por mí, como si te vas de nuevo con Lola y haces lo que te dé la puta gana. ¿Qué te pasa? —sacudí las manos y las estampé en su pecho. Erik se echó para atrás al ver mi reacción.
—¿Todo bien Cloe? —dijo Thiago acercándose a mi lado.
—Perfectamente, Erik ya se va —dije sobresaltada y me giré para continuar mi camino con Yezzy, pero su voz me detuvo y lo observé. Yo hiperventilaba sin creer mi osadía, pero no iba a permitir que me humillara otra vez y se metiera con Yezzy.
—¡Anda! ¿Otro trabajo para Arte Dramático? ¿O es que contrataste guardaespaldas? —Replicó incrédulo por mi reacción.
Yo temí que Thiago descubriera todo. Para mi sorpresa, simplemente le dijo acercándose a su cara:
—En lugar de hacer gilipolleces, ¿por qué no la haces feliz?
El semblante de Erik cambió radicalmente. Aun así no me amilané. Decidí continuar mi camino con Yezzy y lo dejé sin darle opciones. Hoy no íbamos a hablar...
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Mis días de adolescente. Amar. I (Publicado en físico)
Roman d'amourPrimera parte de la trilogía MDDA. (Completa). Publicada en físico en Amazon el 15/4/21. Cloe vive la peor etapa de su vida, la ingenua adolescencia. Nada le ilusionaba hasta que lo conoció a él... Así por casualidad y sin esperarlo apareció en su...