Capítulo 39 - Sus respuestas siempre eran concisas y sin un gramo de cariño.

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La noche cayó y con ella una tormenta intensa, el cielo se iluminaba con continuos truenos que amenazaban a la ciudad. El reloj marcaba las 23 horas de la noche y cada uno ansiaba por regresar a sus hogares y descansar merecidamente pero Pedro no daba por terminada la reunión en el salón de descanso del hotel. Luego de un día cansador, con dos entrevistas televisivas que habían resultado un poco divertidas y profesionales en el sentido de que sólo se habían basado en el reencuentro y próximos shows inclusive la visita a Brasil, sólo deseaban dormir. La reunión finalizó media hora después con la confirmación de su vuelo dentro de cuatro días y un show íntimo en Sao Paulo. Cuando la medianoche llegó, cada uno ya se encontraba en sus casas.

Los días siguientes fueron libres para cada rebelde, por ende se dedicaron a actualizar sus actividades abandonadas. Maite se reunió con su manager para ultimar detalles con respecto a su línea de ropa mientras que Poncho volvió a su rutina de Crossfit y Christian, a disfrutar de su familia. Por el otro lado, Anahi decidió ir a ver a su prometido, asi que voló hacia Chiapas al día siguiente. Christopher recibió una buena noticia, Mind Puppets sería estrenada muy pronto por lo que requerían la confirmación de su presencia en el Avant Premier. Si bien, esos días sólo había recibido algunos mensajes de Dulce. Sabia que estaba en Guadalaja para una firma de autógrafos de su libro, pero aun así notaba la distancia que ponía ella con su “relación” a él. Sus respuestas siempre eran concisas y sin un gramo de cariño, cosa que a principios a Christopher no le llamó la atención.

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Luego de haber confirmado días atrás el show intimo que darían en Sao Paulo, el aeroparque estaba plagado de periodistas y fans que los despedían y le deseaban suerte. Eran las 8 de la mañana y apenas Dulce podía bajar de su coche junto a Iliana cuando los flashes y micrófonos comenzaron a rodear su cabeza, cantidades de preguntas repetidas se avanzaban allí. Todas habían sido ignoradas por ella, de manera rutinaria tomaba los papeles o fotografías que sus fans le entregaban para obtener su firma. En esos momentos sólo existía una preocupación en Dulce y era Christopher. Más allá de lo que había pasado aquella noche, estaba hecha un manojo de dudas, de confusiones y de histeria. Por un lado quería verlo y llenarlo de besos pero por el otro, prefería no encontrárselo. Su subconsciente la regañaba por ser tan indecisa pero algo, dentro de ella no le permitía dar el siguiente paso. Como pudo, empujó hacia dentro con sus dos maletas hasta que un par de guardaespaldas, contratados por Pedro, lograron alejarla de los pesados periodistas.

No sólo Dulce había sido estorbada, sino que Poncho y Maite también estaban siendo víctimas de los periodistas. Casualmente, y para la suerte de los informativos, ambos llegaron al mismo tiempo ¿Hasta cuándo seguirán? ¿Acaso no se cansaban de ser ignorados? Preguntas y preguntas vagaban por la mente de Poncho. Sin embargo, con sus sonrisas encantadoras, sólo dijeron estar bien y felices. Sencillos y humildes. Los más precavidos habían sido Anahi y Christian, éste ultimo llegó dos horas antes evitando así el ataque de fans y reporteros, mientras que la primera llegó directo de Chiapas y esperó por la llegada de sus compañeros.

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-Pedro, nos hubieras mandado a los guardaespaldas afuera de aquí. Casi me matan con los micrófonos y todo. – expresó Dulce mientras caminaba hacia él y lo saludaba con un abrazo.

-Lo siento, Dulce. ¿Tu estas bien? – le preguntó.

- Si. – soltó un suspiro. - ¿No han llegado los demás? – preguntó a la vez que observaba la sala de espera vip.

- Hola Ili – saludó – Y ahí van llegando – respondió apuntando hacia la puerta.

Alegres y sonrientes entraban Anahi y Christian.

-¡Buenas! – exclamaron ambos mientras dejaban sus maletas a un costado.

- Hola chicos ¿Cómo están? –expresó mientras los saludaba con un beso a cada uno.

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