Volver a ti.

Capítulo 47 - ¿Dónde quedó el "Dulce es mi hermana"...?.

Abrazados los seis, orgullosos y felices por la gran noche vivida. Brillaron más que nunca y el público respondió de la mejor manera, como siempre.

-Creo que hoy ha sido la mejor noche para RBD. Ha sido increíble… - dijo Christian aun impactado por la buena energía y la felicidad de sus espectadores.

- No creas… Ha sido la mejor – lo corrigió Anahi – Wow… Brasil tiene su toque especial. – comentó aún con la piel erizada por la emoción.

- Yo todavía sigo emocionada… - dijo Dulce mientras parpadeaba impidiendo que las lágrimas volvieran a caer.

- Esto merece ser celebrado ¿Estamos de acuerdo? – sonrió Poncho.

- ¡Claro, mi rey! – dijo Christopher.

- ¡Vamos! –exclamó Maite.

Los seis corrieron hasta la camioneta que los esperaba para llevarlos al hotel. Esquivando a los fans pudieron ingresar y partir hacia su destino. El camino al hotel ha sido de total emoción, felicidad y risas. No paraban de explicar cómo se sentían, recordar alguna que otra anécdota como el resbalón de Poncho saliendo del escenario. Definitivamente un show impecable frente a miles de personas. ¿Y qué más podría decirse? La felicidad de Christopher y Dulce era el doble. Aquellas palabras que soltaron en medio del concierto, las sonrisas cómplices, las miradas que rebalsaban de amor.

Bajaron de la camioneta lo más rápido que pudieron y cuando ya estuvieron dentro del hotel, acordaron de bajar en media hora para celebrar. Con una mirada fugaz que lo decía todo, Christopher y Dulce subieron disimulados junto con sus compañeros y al momento de perder rastro de ellos, los dos entraron a la habitación de éste. Ni bien la puerta se cerró, ambos se fundieron en un beso tan deseado, luego del día que tuvieron apenas pudieron darse cariño a través de caricias “amistosas” para los demás, pero para ellos era la necesidad de demostrarle al otro cuánto lo amaba. Entre sus brazos colgados en el cuello de Christopher y sus piernas alrededor de la cintura, éste la sujetaba y caminaban apresurados sin cortar su beso de lujuria, cayendo a la cama.

- Te he deseado todo el día – susurró Christopher sobre sus labios.

- Yo también – dijo en un hilo de voz cuando Christopher comenzó a jugar en su cuello y sus manos caminaban debajo de su blusa. - ¿Tendremos tiempo? – preguntó en un suspiro.

- Suficiente – murmuró bajando sus besos por los pechos de Dulce.

En ese momento, tres golpes leves en la puerta los sobresaltó deteniendo su inicio de excitación. Ambos quedaron quietos mirándose fijamente, expresando la duda de quién se encontraba detrás de allí. Otros tres golpes más se dieron en la puerta seguido de escucharse una voz muy conocida. Enseguida supieron de quién se trataba.

-¡Anahi! – susurró Dulce con los ojos entreabiertos.

Sin decir nada, Christopher asintió con la cabeza.

- ¿Qué harás? – preguntó aterrada.

- Abrirle… - contestó a la vez que se levantaba de ella y empezaba a caminar pero enseguida Dulce lo detiene.

- ¿Y lo que estábamos por hacer? – preguntó desesperada.

Al escucharla no pudo evitar soltar una risita seguido de besarla a los labios. – No te preocupes, lo continuaremos pero primero hay que librarse de Annie… ya la conoces – alzó las cejas, obvio.

-Okey – sonrió – Pero no quiero que me vea aquí – se excusó.

- Vamos Dul, te apuesto a que viene justamente a eso… a ver que estas aquí… - le guiñó el ojo y fue hasta la puerta. – Annie – dijo al abrir.