Capítulo 25 - Me gusta besarte, Chris.

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La fiesta continuó por un par de horas más. Dulce estaba agradecida y feliz por ese momento. De a poco los invitados comenzaban a irse y Dulce, siendo la anfritiona de aquella noche, despidió a cada uno con un agradecimiento en cada saludo. Los últimos en irse ha sido su familia...

-Hija, nosotros ya nos vamos. Clarita se ha dormido – dijo Blanca, enternecida viendo como la niña dormía en los brazos de su madre.

- Esta bien, mamá. Gracias por haber venido, por estar aqui conmigo – sonrió y le dio un abrazo.

- Siempre estaremos contigo, hija – le correspondió el abrazo y luego le dio un beso en la frente.

- Lo sé, los quiero mucho - dijo mientras abrazaba a su papá.

Se soltó de su padre y giró hacia su hermana. - Adiós hermana, gracias por todo – viéndola.

-Espero que hayas disfrutado mucho de tu día, tu y yo debemos charlar – su tono de voz fue exigente.

- ¿Hice algo malo? –preguntó limitante.

- Depende de lo que tu tomes como malo – al finalizar esbozó una graciosa sonrisa.

- Te quiero – dijo Dulce y la abrazó cuidadosamente ya que en sus brazos estaba Clara dormida.

Entre tantos abrazos y palabras de cariño, finalmente se despidió de sus padres. Cerró la puerta detrás de ella y caminó hasta el living donde estaban Maite, Christian, Poncho, Anahi y Christopher tomando unas copas de vino y riendo a carcajadas.

-¿Cómo se la ha pasado, cumpleañera? – preguntó Anahi cuando vio entrar a Dulce.

Rodeó el sillón y se sentó al lado de Maite. – Muy bien, ha sido estupenda la fiesta– les sonrió y Maite la abrazó.

- Tomá Dul – Poncho extendió su mano con una copa de vino - Brindemos por tus 29 años - explicó.

- Creo que hemos brindado más de tres veces, nos vamos a emborrachar - tomó la copa.

- Esa es la idea - acotó Christian.

- Feliz cumpleaños, ardilla. Te queremos mucho. - alzó su copa al aire y los demás lo siguieron dando un grito de alegria.

Los seis vaciaron sus copas lo más rápido que pudieron sin darse cuenta que más tarde debían manejar.

- Yo le digo basta al alcohol porque luego debo manejar - dijo Christopher negando el ofrecimiento de más vino por parte de Poncho.

- Si, eso es verdad. ¿Qué hora es? – preguntó Maite buscando su celular en su cartera.

- Las 3 de la mañana – respondió enseguida Anahi.

- Con razón tengo sueño – dijo Christian en medio de un bostezo.

- Será mejor que nos vayamos ¿no? Mañana tenemos ensayo – sugirió Dulce. - Poncho, mañana vendré a ayudarte a limpiar todo esto ¿si? -.

- No te preocupes, ardilla. Alicia se encagará de todo - le sonrió.

- Esta bien, gracias - le guiñó el ojo.

- Todo por ti, ardillita - arrugó su nariz y le tiró un beso haciéndola reir.

- Vámonos ¿no?  – preguntó Christopher mientras se levantaba del sillón.

Todos asintieron con la cabeza y se levantaron de allí. Poncho los acompañó hasta la puerta y se despidió de ellos. 

- Christian yo voy contigo - dijo Anahi y corrió hacia el coche.

Volver a ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora