El canto alegre y musicalizador de los pájaros llevaron a que Dulce parpadeara lentamente hasta acabar abriendo los ojos por completo y se encontrara en los brazos de aquel perfecto y salvaje hombre que anoche le había hecho el amor como jamás se lo había imaginado. Amándola inmensamente. Con solo recordarlo la llevaba a querer abrazarlo más y amarlo como lo había hecho desde siempre. Y esa anoche se lo había desmostrado. El sentimiento cálido y estremecedor atrapó su cuerpo y una tímida y enamorada sonrisa se dibujó en su rostro. ¿Quién lo iba a decir? Se sentía en el cielo, el amor que poco a poco nació hasta llevarla a perder toda su capacidad y sentido se había apoderado absolutamente de ella, tanto que no sintió culpa de estar ahi cuando su prometido estaría echando humo por no saber nada de ella. Tampoco le importó, estaba en el séptumo escalón de la felicidad que nada opacaría todo lo que Christopher le hizo sentir anoche. Y así, reposando la mitad de su cuerpo en el pecho de Christopher aspirando el perfume que destilaba su cuerpo, tan excitante, tan masculino, tan Christopher, deseaba quedarse allí para siempre. Pero su organismo se lo impedía, punzadas en su vegiga dando indicios de ser vaciada la llevó obligadamente a que se levantara.
Lentamente se removió del brazo de Christopher que la cobijaba y se levantó de la cama. Parada, lo miró. El brillo titilante y especial que tenía en los ojos era la clara prueba de que aquel hombre dormido y que soltaba suspiros de vez en cuando como si algo le molestara en el sueño, la había enamorado de una manera inexplicable. Y también fue un rompimiento al gran mito que tenia sobre el amor. No requirió un determinado tiempo para conocer a la persona que le robaría hasta los suspiros, bastó una mirada para entender que las palabras sobraban y que la mirada hablaba por si sola dando hasta las más profundas explicaciones.
Se agachó para recoger su ropa interior y un estremecedor frio acarició su piel erizándola al recordar cómo fueron arrancadas de ella. Las tomó y se dirigió al baño. Necesitaba ducharse, estaba pegajosa, consecuencia de sudar como si hubiese corrido una maratón. Sonrió cuando no fue por ello sino por el calor que expulsaba su cuerpo al tacto con Christopher.
Pero no quería, no quería borrar el ADN completo que había dejado Christopher en su cuerpo tanto por fuera como por dentro. Aún así lo debía hacer. Prendió la ducha y dejó que el agua cayera en su cuerpo como el mejor relajante después de una noche totalmente salvaje. Se dejó mojar por un rato y luego decidió higienizarse. La cabeza daba saltos de recuerdos y sonrisas sinceras salían de su rostro. Se sentía completamente plena.
Cuando terminó de ducharse, tomó del pequeño mueble que habia alli una toalla y se la envolvió en el cuerpo, tomando otra más chica para secar su pelo.
También necesitaba cepillarse los dientes. Observó el bote que había en la pileta pero se decepcionó al ver dos. Claramente uno era de Christopher y otro de Natalia. Decidió colocar un poco de pasta dental en su dedo índice y como pudo se cepilló. Luego se soltó la toalla que envolvía su cuerpo y se puso su ropa interior. Cuando terminó, volvió a cubrirse con la toalla y salió de allí.
Al abrir la puerta se sorprendió no verlo dormido como lo había hecho minutos atrás. Pero se imaginó que la habrá escuchado ducharse por eso no le habló.
Buscó rápidamente en el placard de Christopher y decidió salir de la habitación y cuando lo hizo, se encontró con un living vacío. Antes de pensar, sus oídos captaron ruidos que provenían de la cocina. Y con el sentido, caminó hasta allí. Se quedó apoyada en el marco de la puerta admirando aquella espalda ancha descubierta que conjugaba con su pelo alborotado de recién levantado y unos pantalones pijamas que marcaban sensualmente aquellos glúteos que al tocarlos hicieron soltar gemidos a Christopher. Rió en silencio cuando lo recordó. No tan silencio porque habían llegado a Christopher y enseguida se giró a verla.
ESTÁS LEYENDO
Volver a ti.
FanfictionLuego de 6 años de su separación, ninguno ha vuelto a contactarse mutuamente. Cada uno continuó con su carrera y algunos han triunfado y otros no corrieron con la misma suerte. Este año se cumplirían 10 años de su creación y su creador estaba ansios...