Capítulo 26 - ¿Sabes dónde está Christopher?.

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El sonido constante del celular hizo despertar a Dulce. Apenas logró abrir los ojos y observó su alrededor sin entender nada. La cabeza le latía, consecuencia del alcohol que había tomado. El celular seguía sonando, se despertó sola. Se sentó en el sillón y volvió a mirar a su alrededor. Por un momento creyó que había sido un sueño pero no, recordaba perfectamente que anoche estaba con Christopher y habían estado ahí toda la noche. El celular seguía sonando con la clara idea de que quien sea que esté llamando lo atendieran. Gruñó ante el sonido fuerte del celular que martillaba en su cabeza y caminó hasta su bolso, lo busco desesperadamente para que dejara de sonar y cuando al fin lo encontró, atendió.

- ¿Bueno? - contestó.

- ¡Niña! ¿Dónde andabas que no atiendes? Te he estado llamando hace más de una hora - protestó Anahi.

- Annie, no grites. Por favor - suplicó Dulce tomándose de la cabeza. - ¿Qué pasó? - preguntó enfurecida.

- ¿Cómo que qué pasó? ¡Dulce ya son las 11 de la mañana, te estamos esperando hace más de dos horas para ensayar! - exclamó.

- ¡¿QUÉ?! - gritó. Buscó su reloj de pared con la mirada hasta que lo encontró. Si, Anahi tenía razón, eran las 11 de la mañana. - Me quedé dormida - se excusó.

- Ya lo sé niña, ¿vas a venir? - preguntó.

- Si, en media hora estoy ahi. Adiós - colgó sin entender absolutamente nada.

Revisó su celular para encontrar algún mensaje o llamada de Christopher pero no había nada. Lo dejó en la mesita y volvió a caminar hasta el sillón.

- ¿Se fue sin avisarme? - musitó mirando la mesa ratonera por si Christopher había dejado un mensaje pero no había nada.

Decidió correr hasta el baño y se metió bajo el agua barriendo todo cansancio y cruda que habían dejado aquellos buenos tequilazos. Mientras el agua resbalaba por su piel desnuda, Dulce se dejó llevar por su mente y en un flash back recordó lo de anoche. Más allá de los tequilas que tenía encima, recordaba perfectamente todo. Sin querer, una sonrisa se dibujó en su rostro pero se borró enseguida cuando recordó que despertó sola como si todo hubiese sido un sueño. Aunque claramente así no lo era. ¿Dónde estaba Christopher? ¿Por qué se fue sin avisarle? ¿Se habrá arrepentido por lo de anoche? ¿Le habrá pasado algo?. Constantes preguntas flotaban por la cabeza de Dulce. Las borró con una pasada de manos por su cabello y se dejó creer que en un rato lo vería en el ensayo y le dijera por qué se fue así.

Después de unos 15 minutos que terminó de ducharse y cambiarse, salió de su departamento rumbo hacia el estudio, antes paró en una confitería por unos muffins y café para despertar y relajar la cabeza de una vez por todas.

- ¡Al fin llegas! - exclamó Anahi cuando la vió entrar.

- Aqui estoy, aqui estoy - corrió hacia un costado dejando su bolso y volvió al centro para enlogar antes de empezar a ensayar. En una rápidez visual observó su alrededor y solo estaban Christian, Anahi, Maite y Poncho. - ¿Dónde está Christopher? - se preguntó a si misma. Comenzó a preocuparse, no sabía nada de él desde que despertó. - ¿Le habrá pasado algo? - se preguntó y la angustia fue más profunda. Suplicó que estuviera bien y a salvo. Pero ¿por qué no estaba en el ensayo?

Analía y los chicos comenzaron a ensayar intensamente por dos horas sin darles respiro para hablar o simplemente tomar agua. Cuando el cansancio se apoderó en ellos, Analía les ofreció un descanso de 5 minutos.

Dulce aprovechó aquel descanso para saber de Christopher. La duda y la angustia carcomía su cabeza. Caminó hasta Anahi que estaba acostada en el suelo y se sentó a su lado.

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