Narra Akemi
—Un pilar ¿eh?... Esto se pondrá divertido. — la chica sonrió amplio mientras tocaba sus mejillas y su cabello se volvía completamente blanco.
Sentí que mis piernas temblaban, la presencia del demonio simplemente se volvió más imponente y abrumadora que antes y el ambiente comenzó a sentirse pesado. La fémina se dio media vuelta comenzando a caminar alegre, ignorando el desastre que dejaba detrás de ella.
Si se nos escapa es el fin
No pude evitar que ese pensamiento llenara mi cabeza, los demonios sacan su fuerza a base de la alimentación y esta mujer tiene todo un distrito a su merced.
—¡¿No que ibas a exterminarnos?! ¡¿A dónde se supone que vas cobarde!? — Grité intentando llamar su atención mientras subía a uno de los tejados dispuesto a seguirla, pero la chica me ignoró olímpicamente sin detener su caminata.
—¡Oye! ¡No me ignores!—¡Hey! ¿¡Y ustedes que hacen aquí!? ¡No hagan alboroto en frente de las tiendas de otras personas! — Un hombre salió de una de las casas con una expresión de enojo puro mientras nos apuntaba, de seguro alertado por mis gritos. Eso era malo, todo se complicaba más si los civiles se involucraban y no era el único, cerca de mí dos mujeres se asomaron por una ventana a mirar que ocurría.
—Ugh, ¡Ustedes dos! ¡No hay nada bueno que ver aquí! — grité lo más amenazante que pude, no es como si disfrutara tratar mal a las personas, pero era necesario o sus vidas se verían terminadas aquí y ahora.
—¡Debe irse de aquí es peligroso! — Tanjirō se alarmó completamente y trató que nos hicieran caso, la situación se estaba volviendo demasiado complicada. Odio esto
— ¡No salga de la tienda!—Que ruidoso.... — La luna superior miró de forma severa al civil que había gritado en primer lugar, no obstante sus labios se curvaron en una sonrisa cínica casi al instante.
Oh no.
Un fuerte estruendo envolvió el lugar, algunas personas lanzaron gritos ahogados y los tejados de las casas afectadas cayeron al perder soporte, mi costado derecho ardió como el infierno comenzando a punzar dolorosamente a los pocos segundos. Mordí con todas mis fuerzas el interior de mi mejilla intentando aguantar el quejido que se instaló en mi garganta y sin poder evitarlo caí sobre mis rodillas.
Miré completamente nervioso mi reciente herida y el miedo me invadió, tenía un corte de por lo menos diez centímetros abarcando el lado derecho de mi torso, sangraba muchísimo, podía saberlo porque mi uniforme ya tenía una mancha considerable que crecía cada vez más.No fui el único que sufrió daño, los gritos de varias personas me devolvieron a la cruda realidad, los edificios destruidos, sangre por doquier y algunos cadáveres de personas que salieron a mirar que ocurría, entre estos, las dos chicas que estaban en la ventana cerca de mí. No pasó mucho cuando caí en cuenta de que no había visto a mi amigo por ninguna parte luego de subir a donde estoy justo ahora.
¿Dónde está Tanjirō? Él estaba en la calle cuando esa mujer... Oh no, por favor por favor que esté a salvo. Me importa poco si me muero pero por favor que él esté bien.
Intenté encontrar el característico haori perteneciente a Tanjirō, pero la nube de tierra que levantó el derrumbe de algunos edificios me estaba dificultando todo, quizás si-...
—¡Mierda! — El techo en el que me encontraba tembló ligeramente crujiendo a medida que las grietas provocadas por el ataque de esa mujer crecían y terminó colapsando por culpa de los daños, derrumbándose y llevándome directo al suelo por culpa de mi falta de velocidad de reacción. El golpe contra la pila de escombros fue bastante doloroso, mi respiración se cortó unos cuantos segundos y mi espalda se resintió con la caída, sentía el sabor metálico característico de la sangre inundar mi boca, era repulsivo y a la vez angustiante. Sumando a eso el dolor que me provocó el golpe que me di era una combinación desagradable y realmente molesta.
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No me mires (Agatsuma Zenitsu)
FanfictionA sus 15 años, Akemi es un chico bastante tímido y reservado con un pasado doloroso, Le cuesta relacionarse con personas nuevas, pero todo cambia el día en que cierto rubio chillón llega a la finca de las mariposas para recuperarse de sus recientes...