—Himejima-san es una buena persona a su manera —Genya estaba sentado frente a ellos mientras comía. — Aún cuando me dijo que no me haría su sucesor por no tener ningún talento se dio cuenta de que podía comer demonios y le pidió a Kochou-san que evaluara mi situación.
—¿De verdad? ¡Eso es genial! —Tanjirō sonrió como siempre, escuchando atento las palabras del Shinazugawa menor.
—Aunque Siempre que nos vemos pone una expresión extraña y me regaña. — suspiró. — Tú también te ves como alguien obstinado, así que debe haberte regañado también, pero nunca dijiste nada al respecto.
—Bueno... De haber sido alguien que no podía usar alientos me hubiese tratado de la misma forma —Kamado hizo un pequeño puchero. — pero tu, ¿Estás bien?. Yo creo que Shinobu-san se preocupa de tu condición física.
—¿Tu crees?
—¡Por supuesto!
—Shinobu-san se preocupa mucho por sus menores aunque no lo admita, al principio también me regañaba bastante, sobre todo porque no iba con ella luego de llegar de alguna misión. —Akemi sonrió levemente nostálgico mirando el plato que tenía entre sus manos. —Aunque ese puesto me lo ganó Tanjirō cuando llegó.
—¿De verdad?... Lo siento.
—No te disculpes por ser regañado. —Rió levemente enternecido por la actitud ajena.
—Aunque Tanjirō es muy fuerte y ha mejorado mucho es muy terco cuando se trata de tomar descansos, por eso Shinobu-san pone especial atención en él para que no se salte sus periodos de reposo.—lo siento.—Hizo una pequeña mueca disculpándose por segunda vez, ganando una mirada de advertencia.
—Ya deja de disculparte, Estás bien así.
—Mhm... —Los miró a ambos unos segundos antes de hablar.— Iré a ver a Giyuu-san cuando termine de comer ¿Quieren acompañarme?
—Voy —Respondió simple con una pequeña sonrisa.
—No no, aún no empujo la roca por el pueblo, no puedo usar alientos de todas formas — Habló encogiéndose levemente de hombros, siendo interrumpido por Inosuke, quien a pesar de tener comida en la boca comenzó a reír.
—¿¡No puedes usar alientos!? ¡Novato!
Akemi se levantó apenas Genya e Inosuke se pusieron a pelear, eran demasiado ruidosos y si no paraban iban a a regañarlos a los cuatro.
—¡Muévete! —Inosuke gritaba indignado mientras intentaba quitarse a Kamado de encima, quien estaba sentado en su espalda para evitar que hiciera más alboroto.
—Esperaba tener una conversación contigo si nos veíamos otra vez. — Habló tranquilamente, ignorando los gritos de su amigo.
—¿Sobre?
—Sobre tu hermano, el pilar de viento.
. . .
Había transcurrido alrededor de media hora, el castaño se había aseado y cambiado de ropa, ahora llevaba el haori que tanto adoraba y su cabello estaba atado en una cola alta, dejando que algunos mechones más cortitos se escaparan y cayeran por su frente. Su mirada paseaba por todo el lugar buscando a su rubio gritón, Tanjirō le había dicho que Agatsuma estaba comportándose extraño cuando se fue a despedir y él no dudó en ir a ver que ocurría, pidiéndole al ojirubi que se adelantara y que iba a alcanzarlo pronto.
—Ah... ¡Zenitsu! —Llamó con una sonrisa emocionada en sus labios al ver a su mayor apoyado en la roca que debía mover, había un papel arrugado entre sus manos y su ceño estaba fruncido.
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No me mires (Agatsuma Zenitsu)
FanfictionA sus 15 años, Akemi es un chico bastante tímido y reservado con un pasado doloroso, Le cuesta relacionarse con personas nuevas, pero todo cambia el día en que cierto rubio chillón llega a la finca de las mariposas para recuperarse de sus recientes...