—¿Por qué Tanjirō está en el suelo? — Preguntó al pilar del agua, apenas llegó a la finca de encontró con su amigo inconsciente en el suelo y al pilar sentado a su lado.
—Shinazugawa lo noqueó.
—¿Sanemi-san?... No me sorprende... — murmuró Sentándose al lado del Giyuu, quien lo miró de reojo unos segundos.
—Tu eres el hermanito menor de Kochō — Afirmó ganando un suave asentimiento en respuesta.
—No sabría decir si ella me considera algo así... — Sonrió tímido abrazando sus rodillas. — pero tenemos una relación parecida.
—Ya veo... — Asintió mirando nuevamente al frente, esperando pacientemente a que Kamado despertara, cosa que tardó bastante en ocurrir y que permitió que ambos conversaran de forma amena. Nada realmente especial, Akemi se dio cuenta de que el pilar de agua era una persona realmente amable, aunque ya lo intuía desde hace bastante tiempo.
—¡Ah! ¡Giyuu-san! ¡AKemi!
—Shinazugawa se fue a hacer berrinche a otro lado —el pilar comentó con un semblante serio
—Oh, ya veo... ¿por qué peleaban?
—No era una pelea, cada pilar forma parte del entrenamiento de los otros, por lo que estábamos en eso
—¡AH! ¡entonces...!
—¿Se puede saber por qué sigues metiéndote en problemas cada vez que te quedas solo? A este paso te vas a morir. — Akemi interrumpió a su amigo dándole pequeños golpes en la frente, mirándolo mal.
El ojirubi solo pudo hacer un pequeño puchero, negando varias veces en un intento de excusarse, aunque claramente no tenía ninguna justificación para la situación anterior, por lo que solo le tocó asumir el regaño de Akemi.
—Lamento haberme entrometido en su entrenamiento... — El chico de cabellos burdeos se disculpó con una cara de tristeza, aunque nadie estaba molesto con él.
— No, me alegra saber que es lo que le gusta, la próxima vez le daré un poco de ohagi
—Es una buena idea Giyuu-san
—No sé que tan buena idea sea — el chico de cabello castaño los miró a ambos antes de suspirar negando, aunque de todas formas sonrió. — se van a meter en problemas.
Estuvieron alrededor de media hora hablando de varias cosas, aunque su conversación se vio interrumpida cuando sus cuervos llegaron avisando que estaban atacando la mansión de Oyakata-sama.
Akemi no había sentido tanto miedo desde que llegó a vivir con Shinobu, pero ahora claramente estaba aterrado, el que los demonios encontraran la casa del patrón solo significaba que esta noche las cosas iban a empeorar.y vaya que no se equivocaba.
a partir de aquí las vidas de todos iban a tomar un camino de no retorno.
. . .
—Él... él acaba... oh dios — El castaño miraba la enorme nube de humo alzándose a varios metros por sobre los arboles, había explotado, la casa de Oyakata-sama estaba envuelta en llamas y el olor a madera quemándose era tan fuerte que le quemaba la garganta.
Ni si quiera quiso imaginar lo que había ocurrido, pero no era difícil de deducir.
—¡MALDITO BASTARDO! ¿¡QUÉ LE HICISTE A OYAKATA-SAMA?! — no fue difícil distinguir la voz de Sanemi, se escuchaba tan dolido y furioso que su aprendiz sintió lastima por él y por los demás pilares, pues ellos eran los más cercanos al patrón.
—¡Es Kibutsuji Muzan! ¡No va a morir aunque le corten la cabeza! — Himejima alzó la voz por sobre los gritos de los demás y el ruido que causaban sus armas al golpear la poca madera que quedaba en el lugar, rompiéndola
¿Ese es...?
No puede ser...
El ojimiel blandió su katana dispuesto a atacar, no obstante antes de poder hacer cualquier movimiento, el piso bajo sus pies se transformó en una puerta, haciéndolo caer al igual que sus compañeros. Todo bajo la sonrisa triunfal de Muzan.
—¿¡DE VERDAD PENSARON QUE IBAN A PODER ARRINCONARME?! ¡VAYANSE AL INFIERNO! — Kibutsuji los miró con superioridad antes de que todos desaparecieran dentro de la fortaleza.
—¡Tu vas a irte al infierno! ¡juro que voy a atraparte y a vencerte! —La voz de Tanjirō fue lo último que escuchó antes de que se separaran, si quiera pudo reaccionar antes de encontrarse completamente solo.
mierda mierda mierda...
¡Mierda!
Akemi hizo lo posible por amortiguar el golpe al chocar contra el suelo, fue doloroso pues llevaba una velocidad considerable al momento de tocar el suelo aunque no tuvo tiempo de reaccionar a eso porque tuvo que ponerse a la defensiva debido a la presencia de una cantidad bastante grande de demonios, pero al ser todos o la mayoría de un nivel muy bajo no se le hizo difícil eliminarlos
Por favor... por favor manténganse a salvo
Pensó mientras comenzaba a moverse, rogando que pudieran salir victoriosos, rogando con todas sus fuerzas que nadie más muriera esa noche.
. . .
—¡Shinobu Kochō ha muerto! ¡Murió a manos de la luna superior dos!— Su cuervo fue el encargado de darle la horrible noticia mientras él estaba intentando encontrar a alguien entre los enormes pasillos, escuchar eso fue un golpe demasiado duro, Shinobu era... No, es su hermana mayor, no de sangre. Pero fue quien lo acogió y le tuvo paciencia, quien lo conocía tan bien y sabía como aconsejarlo cuando se sentía atrapado en su angustia. Aún si ella nunca llegó a saber su pasado.
Las lágrimas corrieron por su rostro mientras sus pasos se detenían, quería llorar como un niño como cuando pierde a su madre, ni si quiera quería imaginar como estaba Kanao con esa noticia. Limpió sus lágrimas sabiendo que no podía llorar ahora, no podía dejar que su tristeza lo dominara cuando estaba en una situación de tanto peligro por más que doliera, por más que quisiera gritar y llorar. No podía dejar que su hermana muriera en vano.
—¿Cómo está? ¿Puedes hacer algo? ¡Conozco a ese chico!
—Cállate Murata, pequeño imbécil, solo asegúrense de que nada nos ataque
—¡¿HAH?! ¡Oye! ¡¿cuál es tu rango?! estoy seguro de que eres inferior a mi! ¡No vas a salirte con la tuya!
Esa voz...
—¡No te vas a morir Agatsuma! ¡Tu puedes!
¡Zenitsu!No tenía duda de que eran ellos, el que llamaran el apellido de su novio fue suficiente para confirmarlo, no se hizo esperar definitivamente era él, estaba ahí y seguía vivo.
Seguía...
—¿Zenitsu...?
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No me mires (Agatsuma Zenitsu)
FanfictionA sus 15 años, Akemi es un chico bastante tímido y reservado con un pasado doloroso, Le cuesta relacionarse con personas nuevas, pero todo cambia el día en que cierto rubio chillón llega a la finca de las mariposas para recuperarse de sus recientes...