Advertencias.
Este capítulo no tiene nada que ver con la historia original.
AU moderno
Zenitsu tiene 18 años, Inosuke, Tanjirō y Akemi 17.
Exceso de dulzura(?
Créditos de imagen a su respectivo autor o autora.
Creo que eso es todo, disfruten~
-¿En la casa de Tanjirō? Bien, ahí estaré. Sí sí, te llevaré las galletas. - Colgó el teléfono con una pequeña mueca antes de suspirar pesadamente, Inosuke podía ser muy insistente a veces.
Se levantó de su cama para ir a darse una ducha, era sábado, ya estaban por terminar su año escolar, solo quedaban las ceremonias de egreso de los estudiantes de último año y las premiaciones que normalmente se hacían para reconocer el esfuerzo de algunos estudiantes de grados menores.
Había quedado de juntarse con su novio para ir a comprar un par de cosas y luego ir a su casa a dormir, pues al siguiente día irían a casa de Tanjirō para hacer una "tarde de películas y golosinas" en recompensa por su esfuerzo en los exámenes finales, o al menos el esfuerzo de Akemi y Tanjirō, pues Inosuke decía que no le importaban esas cosas, Zenitsu apenas estudiaba y aún así ambos pasaban con buenas notas.Malditos suertudos
Pensó mientras terminaba de enjuagar su cabello y cerraba la llave para posteriormente salir de la bañera.
Se miró en el espejo del baño detenidamente, siempre lo hacía, al principio por sus pecas pero ahora era por las casi inexistentes cicatrices que cubrían su torso.
Lo recordaba bien, aunque pasaran los años su infancia siempre sería un mar de recuerdos que lo atormentarían toda la vida. Nació en una familia disfuncional como muchas otras, su madre era una mujer amable, tierna y risueña pero demasiado sumisa. Soportaba cada cosa que su pareja le hacía sin rechistar ni llorar y aunque se esforzó mucho tiempo para que sus dos hijos, Fumiya de tres y Akemi de seis años no lo notaran le fue imposible.Akemi tenía diez años cuando su madre terminó en el cementerio por culpa de su padre, para el ojimiel fue un golpe duro y traumante, la única persona que los amaba y cuidaba se había ido para nunca más volver dejándolos completamente solos e indefensos.
El pecoso tomó la responsabilidad por su hermano menor, prefería aguantar una golpiza más fuerte o un castigo más severo con tal de que a su hermanito no le ocurriese nada. Su cuerpo se llenó de cicatrices con rapidez, mucha más de la deseada, siempre tenía moretones y su salud estaba deteriorándose rápidamente.Una tarde en especial, su hermano menor rompió un vaso sin querer, el pobre infante estaba aterrado y no podía dejar se llorar, más aún al ver como su progenitor y supuesto protector se acercaba con un cinturón dispuesto a "corregir" su falta de respeto. Akemi estaba llegando a casa luego de un largo día de escuela, la cual se había esforzado por no abandonar pues necesitaba sacar a su hermanito de ese infierno. La escena era horrible, su pobre hermano lloraba aterrado y sin poder moverse por el miedo mientras que su próximo "castigo" se acercaba a pasos agigantados, el castaño no dudó ni dos segundos y se interpuso para recibir él los golpes que ninguno de los dos merecían.
Afortunadamente para ellos, una vecina que escuchó el alboroto y los gritos desesperados del pequeño Fumiya llamó a la policía.
Ambos niños quedaron a cargo de una familia muy amable y algo especial, pues estaba compuesta de tres hermanas.
Ellos, al no estar acostumbrados al cariño, se mostraban esquivos y asustados al principio, en especial el castaño, sin embargo luego de unos meses conviviendo juntos comenzaron a adaptarse y a confiar en su nueva familia.Kanae, la hermana mayor, trabajaba como profesora en una escuela cercana a la casa en donde vivían, era una mujer increíblemente amable y paciente, además de hermosa. Shinobu, su hermana menor, estaba estudiando aún y tenía un trabajo de medio tiempo en una florería, según lo que siempre contaba, estaba preparándose para entrar a la universidad a estudiar medicina. Por último estaba la pequeña Kanao, según lo que sabía, la niña había perdido a sus padres en un accidente y al ser familiares lejanas Shinobu y Kanae se hicieron cargo de ella.
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No me mires (Agatsuma Zenitsu)
FanfictionA sus 15 años, Akemi es un chico bastante tímido y reservado con un pasado doloroso, Le cuesta relacionarse con personas nuevas, pero todo cambia el día en que cierto rubio chillón llega a la finca de las mariposas para recuperarse de sus recientes...