26

3.5K 360 174
                                    

—¿Eh?.... ¿¡EH!? — El rubio abrió sus ojos sorprendido y una enorme sonrisa se formó en sus labios, definitivamente estaba feliz, más que feliz.
—Entonces... Entonces ¿Q-Quieres intentarlo? ¿Q-Quieres ser mi novio? — Preguntó entre sorprendido y emocionado.

—Sí, quiero intentarlo.— Respondió sonriéndole de igual forma, si bien no era la confesión que ambos esperaban, la felicidad era la misma.

—¡No sabes lo feliz que estoy en este momento! ¡De verdad!— lo abrazó con fuerza comenzando a repartir besos en todo su rostro, recibiendo pequeñas risas a cambio — ¡Prometo que te haré la persona más feliz en este mundo!

Akemi correspondió el abrazo sin borrar su sonrisa, sentía una calidez agradable en su pecho, ¿Sería esa sensación por la cual había sufrido tanto? 

—Hey, deberíamos... Dejar de gritar tanto, algunos duermen — se acurrucó en los brazos de su mayor dejándose mimar, era tan cómodo y cálido que no quería separarse nunca más.
—Yo....de verdad estoy muy feliz... — Apretó la ropa ajena con algo de fuerza y sus ojos comenzaron a derramar pequeñas lágrimas.
Estaba tan emocionado que no pudo evitarlo, había soñado estar así con él durante mucho tiempo y si bien los últimos días dudó bastante si permitirse o no ser amado, ahora no se arrepentía de su decisión.

—t-te quiero Zenitsu.... — Sollozó sin querer alejarse de él —D-De verdad te quiero... 

—Oh bebé.... No llores, ven no llores — El rubio lo guio hasta su cuarto asegurándose de cerrar la puerta para posteriormente dirigirse a la cama, sentándose y tirando suavemente a su menor para que se sentara en sus piernas y lo abrazó por la cintura acariciando suavemente su espalda para intentar calmarlo, aunque sabía que eran lágrimas de felicidad no le gustaba oírlo ni verlo llorar.
—eres demasiado hermoso para llorar pequeño.— susurró antes de tomar sus mejillas y besar delicadamente sus labios, un beso corto y tierno, pero suficiente como para que el más bajo dejara de llorar por la sorpresa.

—ya...— limpió sus lágrimas con el dorso de su mano derecha  y con bastante vergüenza oculto su rostro en el cuello ajeno. 
—Si haces eso t-tan de repente... Me pongo muy nervioso...y....y es vergonzoso...

—Te ves lindo así, me dan ganas de comerte a besos

—¡Y-Yah! ¡pervertido! — Chilló avergonzado encogiéndose más y haciendo un abultado puchero por las risas que soltó Agatsuma.
—Si te sigues riendo me enojaré... — Murmuró  dándole golpes en el pecho sin intención de hacerle daño.

—Bien bien, me calmaré, no te enojes pequeño  — besó su frente otra vez para posteriormente acomodarse en la cama con su ahora novio recostado sobre su pecho, acarició su mejilla con delicadeza y dejó un beso en la punta de su nariz.
—Por cierto...mañana tengo que partir a una misión.

—¿Y hasta ahora me lo dices?...

—Tenía la esperanza de que fuese un error

—Tonto... Más te vale volver sin ningún rasguño.

—Eso es pedir lo imposible. — Rió suave abrazándolo más. — Al menos sé que moriré luego de haberme confesado.

—Te juro Zenitsu Agatsuma que si se te ocurre morirte en mi próxima vida te voy a buscar y te patearé tan fuerte que vas a llegar a la luna.— Golpeó su frente con uno de sus dedos mirándolo amenazante.
—Asi que más te vale volver, no esperé tanto tiempo para que te mueras sin llevar ni una semana juntos.

—Ya ya ya, ya entendí... Ya no me golpees, ¿Qué pasó con el chico tímido que se trababa al hablar?

—Sigue aquí, pero si bromeas con esos temas se va — entrecerró sus ojos antes de apoyar su cabeza en el pecho de su mayor, podía escuchar los agitados latidos de éste, quizás por la posición en la que se encontraba o simplemente porque estaba feliz.
—Tengo sueño... ¿Podemos dormir ya?... — volvió a mirarlo haciendo un pequeño puchero a pesar de que dormía casi todo el día aún estaba cansado.

No me mires  (Agatsuma Zenitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora