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—Z-Zenitsu... o-oye Zenitsu — El chico de cabellos castaños murmuraba hacia su pareja mientras sus manos temblaban con fuerza, su mente nublada por un millón de pensamientos que corrían al mismo tiempo, viendo las extrañas heridas recorrer la piel del rostro del rubio, casi alcanzando sus ojos. Los parches siendo cuidadosamente colocados en sus mejillas mientras la técnica de sangre del demonio que enfrentó seguía avanzando y como el rubio parecía murmurar cosas y llorar desconsoladamente. 

—Vas a estar bien, El demonio que enfrentaste era demasiado débil y no tenía idea de como usar sus propias técnicas de sangre, si lo hubieses enfrentado un año después estarías perdido. — Yushiro hablaba mientras envolvía vendas alrededor de los brazos de Agatsuma, recibiendo regaños por parte de Murata y algunas malas miradas por parte de Akemi, quien solo mantenía su mirada en su mayor, esperando aunque fuera una reacción, cosa que no ocurrió pues Zenitsu se había desmayado, seguramente por la perdida de sangre y la conmoción de lo que acababa de vivir. 

—¡SON MUCHOS! ¡¿DE DÓNDE SE SUPONE QUE SALEN TANTOS?! ¡EL CUELLO ES DEMASIADO DUROOOO!— Los gritos de Murata se escuchaban bastante fuertes, siendo esa la causa de porque ahora estaban rodeados otra vez de demonios e incluso si no le hubiese gustado, Akemi tenía las mismas ganas de gritar por toda la situación. 

cortó la cabeza de uno de los tantos demonios de bajo rango e inhaló para intentar calmarse, cortando otras tres, girándose a ver al chico [Yushiro] a quien nunca en su vida había visto antes de esa pelea pero que se estaba encargando de cuidar a Zenitsu mientras estaba inconsciente. 

—¡Concéntrate en lo que estás haciendo y ya no grites!  —Akemi le cortó la cabeza a un demonio bastante grotesco que iba a agarrar el uniforme de Murata y miró a los otros. — Ustedes también, concéntrense, no podemos perder más gente hoy. —Fue todo lo que dijo, alejándose otra vez para poder eliminar a los demonios restantes, pudiendo por fin ir a ver a Zenitsu, el rubio seguía algo atontado, pero Yushiro lo había ayudado a despertar. 

recalquemos que no fue de una forma precisamente amable. 

—¡OW OW OW OW! ¡YAAAH! — Agatsuma dejó escapar quejidos de dolor cuando su novio le dio un par de golpes en la cabeza, completamente preocupado — No era necesario, dios, eres cruel conmigo, casi me muero — lloriqueó mirándolo apenado, sin dejar de llorar. 

—Por eso te pego maldito imbécil... casi te mueres, ¿Crees que hubiese sido divertido? maldito irresponsable, estúpido, idiota — el castaño prácticamente vomitó una sarta de insultos mientras seguía golpeando uno de sus hombros, apretando lo que quedaba de su haori, aunque el rubio no pudo quejarse porque podía sentir las manos temblorosas de su menor, y podía escuchar ese latido tan característico que emitía su corazón. Miedo 

 —Sigo vivo... Sigo vivo, aún no me iré. — Murmuró arrastrando las palabras, enredando con dificultad sus dedos en el cabello ajeno y empujando un poco para hacer que apoyara la cabeza en su hombro en un intento de calmarlo. Ahora no importaba si estaban en presencia de otras personas, no importaba nada, ni si quiera el entorno, por un par de segundos su prioridad fue el chico frente a él, quien temblaba  por completo y apretaba su uniforme como si su vida dependiera de ello. 

Nadie dijo nada, Los chicos presentes conocían la relación que tenían esos dos, por lo que a nadie le sorprendió que Akemi estuviese tan asustado de ver a su novio al borde de la muerte por al menos 20 minutos mientras Yushiro intentaba mantenerlo aún con ellos. Ahora en realidad a nadie le importaba que fuesen dos chicos, no era como Agatsuma había  pensado meses atrás, nadie estaba juzgándolos, incluso ahora que tenían otras prioridades, incluso cuando Inosuke salió corriendo en uno de los entrenamientos, gritando que los había pillado besándose. 

A absolutamente nadie que los conocía les importaba su relación, Ninguno de sus cercanos dijo nada al respecto e incluso hubieron felicitaciones y pagos entre medio porque había gente que ya sospechaba y había hecho apuestas. 

—¿Puedes levantarte? necesitamos seguir moviéndonos — Akemi Se alejó un poco de su mayor para poder mirarlo, recibiendo solo un pequeño asentimiento, pero sin rechazar la ayuda para ponerse de pie siendo cargado en la espalda de Murata con la Excusa de "Si lo haces tu nos quedamos sin protección" 

Ni si quiera pudieron pasar demasiado tiempo junto a Yushiro, pues junto con el anuncio de que Tanjirō y Giyuu habían derrotado a Akaza, El Chico nuevo que estaba con ellos había comenzado a verse insanamente enojado y sin dudar se había alejado de ellos, junto con otro de los cazadores, diciendo que tenían que seguir avanzando y que él tenía algo que hacer. 

—¿Ahora? las paredes cambian a cada rato — Murata murmuró mientras caminaba con Zenitsu en su espalda y Akemi a su lado, los tres muy alertas. 
—Supongo que solo esperar a que alguien nos encuentre o que nosotros los encontremos a ellos. — El castaño murmuró, avanzando con su mirada al frente, alzando la Nishirin al ver a un nuevo demonio, aunque no alcanzó a hacer mucho porque el demonio se desvaneció por acción de Kanao. 

—¡Monitsu! ¡Kemai! — Inosuke fue el primero en chillar, caminando hacia ellos, se veía bastante herido y algo tembloroso, como si hubiera estado llorando solo unos momentos antes. 

—Gracias al cielo, están los dos bien— El chiquillo que odiaba el contacto físico se abalanzó a abrazar a sus dos amigos, recibiendo la misma respuesta, Kanao se veía destruida, además de que uno de sus ojos tenía un color más claro y la pupila se veía algo destruida. 

— Kanao... — Ni si quiera pudo completar la frase, pues la mirada que la chica le dedicó fue suficiente para demostrar que estaba sintiendo y pensando lo mismo respecto a lo ocurrido con Shinobu 

—Ella ahora está bien.... ¿sí? — fue todo lo que la chica dijo, sonriéndole con tristeza y derramando unas pocas lágrimas, recibiendo a cambio los sollozos de su hermano menor. porque sí, No compartían sangre, o apellido o incluso no convivían como hermanos normales que pelean o juegan todo el tiempo. pero ellos si se consideraban familia, todos en la finca y ahora que la chica que a tan corta edad se hizo cargo de ellos y que los cuidó como si fuesen realmente su familia directa se había ido. Solo se tenían a ellos. 

Mientras siguieran vivos, solo podían apoyarse entre ellos y protegerse. 

E iban a hacerlo, por ellos, por Shinobu  y por las cuatro chicas que estaban esperando a su regreso en la Finca de las mariposas.  











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⏰ Última actualización: Jul 19 ⏰

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No me mires  (Agatsuma Zenitsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora