Capítulo 66

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Cap.66: Nada... 02 Feb. Del 2013... 18:32hrs

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Había estado cuidando de su esposo durante un buen rato, al igual que custodiando al crio que dormía en el centro de la cama y el azabache en una de las orillas, al asegurarse de que no despertaría en un rato salió del cuarto, encaminándose a la cocina a buscar algo de beber, quizás alcohol, tomar un poco no le haría daño, llegó a toparse con James, pareja de su hermana, a lo que chasquea su lengua con fastidio.

--oye Stephan, ven acá.

--que te follen, James--fue su respuesta mientras buscaba algo en el refrigerador.

--oh, por favor, sabes que quiero convivir un rato con mi cuñado--insistió al acercarse a donde se encontraba el ocre.

--la última vez que tú...--le señaló con el dedo índice--y yo--se señaló a si mismo--convivimos estábamos borrachos y sabes, que eso no terminó bien. Aunque no lo creas, aun lo recuerdo claramente, eso, es algo que olvidarlo es algo difícil para ambos lados de mi ser.

--si a ambos lados te refieres al normal y sexópata comprendo perfectamente.

El ocre agarró un cuchillo que estaba cerca de su persona, y lo puso cerca del cuello ajeno como amenaza, sintiendo como una de las manos ajenas se posaba sobre su cintura.

--si llegamos a reforzar nuestras relaciones... acabarás bajo un puente--le amenazó dando una sonrisa.

--adoro tus amenazas, enserio--en un movimiento le arrebató el arma, dándole vuelta y colocándole el pecho contra el mesón--pero responde algo, ¿un polvo o nada?

Stephan le miró por encima del hombro, dando vuelta, sintiendo como James agarraba una de sus piernas y la posicionaba sobre su hombro, quedando en una posición muy comprometedora. Agradecía dos cosas: que su esposo estaba profundamente dormido y así no sentiría la mezcla de su aroma con el del chico que le estaba incitando a algo más; y por otro lado agradecía que su hermana había salido junto a Amane y Velmar a la tienda, así se evitaba un rebullicio total en la casa. Un pequeño jadeo salió de sus labios al sentir una presión contra su trasero, no estaba duro, así no tendría que ayudarle.

--nada...--esa fue su respuesta, apoyando sus manos sobre el mesón para no perder equilibrio--por dos razones, en primera: estoy casado y tú tienes de pareja a mi hermana, nunca le haría esto y; segundo: no estoy en condiciones para follar y no estás erecto para al menos chupártela--menciona burlón, tumbando con sus piernas al contrario y así quedar de pie--pero te dejaría con las ganas.

--a veces se nota que aprovechas las formas de defenderte que Mark te enseña--habló James levantándose del suelo--y eres astuto como un zorro.

--tengo la sensación de que querías decirme zorra--declaró el ocre cruzándose de brazos.

El mayor se quedó callado, por lo que una patada fue dirigida a los bajos de este con fuerza, para luego retirarse de la cocina al agarrar una botella alcohólica, encaminándose al cuarto de huéspedes a verificar que el crio siga dormido, para su suerte si lo estaba, y su pareja estaba sentado en la cama mirando el celular, en cuanto vio al ocre, frunció el ceño y se le acercó a quitarle la botella de alcohol.

--no te la voy a dar Sajiro--menciona el ocre al empezar a escapar de su pareja al caminar con rapidez por los pasillos--. Sabes que necesito beber de vez en cuando.

--todavía no puedes, recuerda que lo dijo el doctor--habló Sajiro mientras le seguía para poder arrebatarle aquella botella.

Stephan rio un poco, llegando al pequeño balcón de la casa, apoyando una de sus manos en el barandal luego de haber destapado la botella, tomando un poco de esta, el azabache al llegar a donde se encontraba su esposo suspiró, era un reto hacerle cambiar de opinión cuando se trataba de tomar como en ese momento. Si dejaba que tomara demasiado luego se iba a poner cachondo, cosa que quería evitar por ahora.

A paso lento se acercó a su pareja, haciendo una gesto con la mano para que le entregase la botella, cosa que el ocre hizo luego de tomarse otro par de tragos, riendo un poco para apoyar sus manos en el barandal y mantener el equilibrio, lo que estaba tomando estaba puro, por lo que le era mucho más fácil emborracharse.

--joder...--el de orbes azulados maldijo bajamente, dejando la botella a un lado, cargando a su pareja--te dije que no tomarás, pero, como siempre, no haces caso.

--amor... eres un aguafiestas en grande~--confesó el ocre abrazándole por el cuello, dando una sonrisa algo perversa--mejor fóllame como si no hubiera... un mañana.

--hasta las frases se te complican--el mayor suspiró ingresando nuevamente a la casa--y no voy a follarte, aun no estás en condiciones para hacerlo.

--¿es por esto?--el ocre alzó su camisa, dejando ver su torso y vientre, donde ya estaba cicatrizada completamente la herida de la cesárea--que esté de reposo es porque piensan que me curo a la velocidad de un humano normal.

El azabache se fijó en la cicatriz por unos segundos, estaba bien cicatrizada, lo había olvidado, el ocre se recuperaba dos veces más rápido que los demás, pero no decían nada de eso porque formaría controversia en toda la ciudad.

Al llegar a la habitación, dejó al menor sobre la cama, agarrando al bebé que seguía durmiendo para llevarlo a otro cuarto, donde había una cuna especial para él. El de orbes grisáceos se sentó en la cama, volviendo a caer en esta entre risas que salieron de la nada, se le notaba lo ebrio por montones, el azabache regresó a la habitación, con un vaso de agua, ofreciendo este a su pareja que continuaba riéndose.

Negó con necedad el menor de los dos, a lo que Sajiro suspira, ese chico que tenía al frente era un caso perdido en ese estado, si llegaba a hacerlo con este, lo quería en sus cinco sentidos para poder destrozarles estos durante el sexo, no podía mentir al respecto de que quería follarse al de largas cabelleras hasta dejarle sin caminar durante un mes entero, pero no quería cuando su esposo estaba ebrio, sin embargo, estando este ebrio y se pone a follar mira que es igual de bueno cuando sabe lo que hace.

--Sajiro hip malo... no quiero agua hip--habló finalmente Stephan mientras abrazaba una almohada con sus brazos y piernas.

--joder... no entiendes--el mayor dejó el vaso de agua en la mesita de noche, quitándose los zapatos para luego subirse a la cama--si llego a hacerlo contigo, te quiero cuerdo, no borracho.

--¿ah?--el ocre ladeó su cabeza dejando de abrazar la almohada para ir a sentarse sobre el regazo de su marido--estoy... cuerdo hip.

--no lo estás--Sajiro suspiró--<<ahora que lo recuerdo, él dice trabalenguas complicados aun estando borracho, eso no ayudará>>--pensó--di "Baissez le rideau, la farce est jouée"

--Baishec le redau--fue lo único que dijo el menor dando una sonrisa, a lo que el azabache ríe.

El ocre al escuchar la risa ajena, empezó a dar golpes débiles al pecho ajeno, hasta que sus manos fueron agarradas por el mayor, quedando recostado sobre este, frunciendo el ceño indignado. El de orbes azulados rio ante la actitud ajena, dejando un beso sobre la cabeza de este para ir haciéndole mimos, mejor tenerle calmado para que se durmiera y recuperase al menos la conciencia para poder tener una de esas noches donde no le soltaba hasta que amaneciera.

Ni siquiera se percató de en qué momento el ocre se quedó dormido entre sus brazos, a lo que sonríe, depositando un beso en la cabeza ajena para acostarle y dejar que durmiera lo que necesitase.

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Me salió más largo de lo que esperé, bueno, me dejé llevar un poco, si se preguntan ¿por qué sigues en esta fecha? La respuesta es muy sencilla, maratón, no bromeo, estoy haciendo un pequeño maratón como especial antes de regresar a clases, espero que no me odien jsjs. Espero que os haya gustado, no se les olvide darle a la estrellita y dejar tu comentario en la cajita de acá abajo. Sin más que deciros me despido de todos ustedes... nos vemos... se les quiere mucho... chao~

Atte.: TheCreeper

Awake/DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora