Capítulo 83

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Cap.83: Estar Juntos Hasta El Final... 30 de Junio del 2016... 22:00hrs

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La despedida de varias personas era lo que se escuchaba en aquella reunión (fiesta) ya finalizada, múltiples abrazos y otras cosas más, cierta pareja salía del lugar a esperar el uber que les llevaría de regreso a casa, el ocre (que con toda la rareza del mundo estaba vestido de forma masculina) escribía en su celular, durante esos últimos meses cosas muy extrañas le sucedían, como la gran sensación de que tenía algo importante que hacer, hasta ver los relojes y segundos detenerse o ver una hora equivocada, eso le parecía demasiado anormal, sin embargo...

--Stephan... tierra llamando a Stephan, ¿me escuchas?--hablo Sajiro tomándole del hombro.

--¿eh?--el ocre asintió--perdón, estaba pensando.

--últimamente piensas demasiado--confeso el azabache mirando hacia la carretera--. ¿Qué será? No me respondas si quieres.

--gracias por estar conmigo, Sajiro.

--lo dices como si nos fuéramos a separar.

Ambos rieron bajamente, momentos después llego el uber, el azabache abrió la puerta dejándole subirse primero a la parte trasera, subiendo después, cerrando la puerta luego de ello, el auto tomo rumbo de vuelta a la ciudad, el ocre miraba el camino, sintiéndose un tanto presionado, como si algo le incomodara, esa sensación crecía, entre más se acercaban a su destino esa sensación crecía, como si le advirtiera algo, una catástrofe quizás.

Y nunca se equivocó, en un camino con una forma de cruz, vino otro auto de la nada y choco la parte delantera para solo seguir de largo, todo dio vueltas, incluso sintió algo encajarse en su cuello, algo frio, quizá un pedazo de cristal del ventanal del auto, el cual recibió un último impacto al chocar contra un poste para detener su movimiento en círculos; el ocre miraba hacia un lado, sintiendo que algo resbala por su cuello desde una zona específica, todo se volvía cada vez más borroso, se desangraba de forma rápida. Un pequeño agarre se presentó en la zona herida de cuello, el fragmento de cristal fue retirado, sintiendo una presión en la yugular, a lo que suelta un bajo quejido, antes de cerrar los ojos y perder el conocimiento.

A pesar de no estar consciente, escuchaba las voces de las personas, sentía que lo sacaban del carro, podía sentir y escuchar, pero sus parpados y su cuerpo pesaban tanto, que moverlos era imposible.

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El aviso llego a los oídos de la joven peli-azul, que cubrió su boca para no sollozar con fuerza, el de cabellera ceniza estaba a un lado suyo mirándole atento, reunió fuerza necesaria para no llorar frente al crio, dejando una nota en la mesa del comedor antes de cargar al más joven y salir de la casa, enviándole un mensaje a su pareja para que se encargara de cuidar a las dos infantes que dejaba solas en la casa de su hermano. Condujo hasta llegar al hospital, estacionándose con calma a pesar del desespero de saber si su único pariente cercano seguía con vida; ingreso al edificio medico con el crio en brazos, preguntando en la recepción por su hermano, solo recibió la respuesta de que estaba en cirugía y que debía de esperarse.

--gracias...--llego a formular con un nudo en la garganta.

Fue a sentarse en la sala de espera, dejando al más joven sobre sus piernas, cubrió sus ojos y comenzó a sollozar en bajo, a los pocos minutos llegaron el peli-azul y el castaño, quienes se sentaron frente a la chica, Edwin fue a pedirle a Kaliostre que le cargara, este acepto hacerlo para acariciarle las cabelleras, Lukas se sentó al lado de Stephanie para consolarla un poco en lo que esperaban, cada minuto que pasaba era tan lento que agobiaba cada vez más a la peli-azul, esta se durmió durante la espera al igual que el cenizo, la pareja estaba entre despierto y dormido, hasta que llego el doctor, el peli-azul despertó a la chica para recibir aquella noticia, en parte alivio a la de orbes grisáceos, pero le dolió saber que su hermano estaba en coma, quien sabe cuándo despertaría.

Para descansar y no llegar tan tarde a su casa, cargo al cenizo para luego irse del lugar, el castaño se levantó de su puesto siendo seguido por su pareja, encaminándose a la habitación 523, una vez allí, el de mirada café se quedó de pie en el marco de la puerta, dejando que Lukas le diera la noticia a Sajiro que seguía algo adolorido, sus brazos y piernas tenían vendas al igual que una parte de su cabeza, no le sorprendió demasiado aquel cuento, por un momento había pensado que perdió al ocre en cuanto le vio cerrar los ojos, puede que estuviera en un sueño inacabable, pero era mejor que saber que podía estar muerto.

--hiciste lo que estaba a tu alcance--finalmente hablo Kaliostre--es mejor que haberlo dejado morir.

--en eso tienes razón... sin embargo, será muy difícil cuidar de los dos huerquillos y trabajar a la vez, bueno, con Amane no hay problema, el lema es Edwin.

--Stephanie menciono que te ayudaría a cuidarles de vez en cuando--dijo Lukas.

--eso es bueno... me alegra que me visitaran.

Los dos contrarios asintieron, se despidieron del azabache para luego irse. Por otro lado, el cuerpo en reposo del ocre estaba sobre la camilla de la habitación 531, su mente no reaccionaba, al igual que su cuerpo, solo le quedaba los pensamientos y los sueños, nada más le quedaba.

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No sé si llore más con Alas Rotas De Un Ángel Caído o con este capítulo -saca un pañuelo y lo suena-, puede que este sea el penúltimo, y si no lo es, hare otros dos, no tengo mucho que decir :'D, si les ha gustado denle a la estrellita y deja tu comentario, dedicado a: @Inusakuya_Taisho y a @LaChica_Rara1. Créditos a: @IsYourLife1851 por ayudarme a escribir este capitulazo... nos vemos... se les quiere... chao~

Atte.: TheCreeper

Awake/DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora