Awake/Despierta

Capítulo 40

Cap.40: Pelea De Divas... 01 Jun. Del 2009... 10:31hrs

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Era un día como cualquier otro, o eso dirían las personas que tuvieron una vida normal, en cambio nuestro joven chico de cabelleras ocres se sentía algo agobiado, el curso lo había terminado hace dos años para ser exactos, ahora estudiaba enfermería, no le molestaba aquella carrera, solamente le molestaba las chicas de su grupo que solían intentar acercarse a su persona para tener la "posible" oportunidad de ligarse a su novio, odiaba la hipocresía que esas chicas traían encima, sobretodo, le caía mal en mayor cantidad era la hija del director quien ingresó a ese grupo con un año saltado al igual que el de orbes grisáceos, eso era tener buenas calificaciones, la razón del porque le caía fatal, era por el simple hecho de que esta era la más atrevida en acercarse a su persona, aunque la mayoría de las veces terminaban discutiendo siendo la pelea verbal iniciada por ella al burlarse de su apariencia.

Tenían uno minutos libres, a lo que sacó su celular -regalo de parte de su novio-, para poder escribirle a su hermana quien cuidaba de Amane durante la mañana, él había dejado el trabajo porque salía muy tarde de clases y llegaba retrasado al restaurante, el cual perdió unos cuantos clientes al saber que el chico dejó de trabajar en ese lugar, muchos le decían diva por su manear de ser, suerte que no mostraba su verdadera actitud o de esa forma si le llamarían zorra, puta, etc., un suspiró salió de sus labios al ver la hora, guardando su celular para prestar atención a la clase.

Un papelito se le fue tirado a la cabeza, agarrando este lo abrió, frunciendo el ceño al leer lo escrito, arrugó aquel papel tirándolo a otro lado del salón, llegando a escuchar la risa de su "enemiga", ¿la odiaba? Si, ¿quería matarla? En efecto, lástima que estando fuera de las paredes del hospital no podía matar personas, en cambio esa chica ya estaría muerta desde hace varios meses atrás.

12:03hrs

Hora del almuerzo, una hora que tantos adoraban, el ocre se encontraba sentado en una de las mesas solo, ya teniendo claro que su pareja había salido de clases una hora antes y ya se había ido a casa, era fastidioso estar solo, puesto a que ninguno le caía bien, ya que, la mayoría de los chicos eran unos pervertidos y las chicas, varias eran unas regaladas que le abrirían las piernas al primer hombre fornido que viesen. La hija del director se acercó con su grupo de amigas a la mesa donde estaba sentado, el ocre suspiró, maldiciendo bajamente a la situación en la que se encontraba ahora. La chica era alta, de cabelleras negras con las puntas verdosas, cuerpo con curvas a exagerar, buen busto y no tenía tanto trasero como otras, el ocre puede que tenga curvas femeninas pero las de esa chica ya eran exageradas, aunque, debía de admitirse que tenía más nalgas que ella, eso lo decían la mayoría de los pervertidos.

--¿me escuchas?--pregunta con su voz chillona, el ocre seguía sin verle el rostro--¡mírame cuando te hablo puta!

--te miraría pero las bombas atómicas que te cargas no me permiten hacerlo porque de seguro moriría--contesta sarcástico, los demás dijeron un "ooohhh" ante esa respuesta dada por el chico.

--tsk--la chica se enfureció un poco ante ello--¿así? Pues, al menos tengo más atributos al frente que vos.

--cariño... sin esas bombas serias tabla para mesa porque atrás no cargas un carajo--allí las risas estallaron, les sorprendía como el ocre respondía sin problemas o pavor.

Ahí se acabó la calma de la chica, quien se acercó más al menor para darle una bofetada, sorprendiendo a los espectadores. El ocre no se quedó atrás, propinándole una patada en la pierna tumbándola al suelo, iba a golpearle de no ser por una de las amigas de la chica quien le jaló el cabello para alejarle, el menor se quejó, agarrando parte de su cabello para jalarlo de vuelta -teniendo que moverse para no lastimarse- dándole un golpe en la cara a esa chica, la hija del director se levantó del suelo, apunto de darle un golpe en la nuca, sorprendiéndose al igual que los demás cuando una mano tercera golpeó a la chica en el rostro, el ocre igual se había sorprendido, aunque luego sonrió de forma ladina al ver a su mejor amigo/hermano.

--pensé que no llegarías.

--me tuve que escapar de clases--contesta el castaño con su típica inexpresividad--obviamente no podía dejarte pelear solo.

--¡¿quién carajos eres?!--exclama furiosa Yanira (hija del director) reincorporándose--¡responde!

--alguien que va a bajarte de esa nube soberbia en la que te subes todos los días--responde el castaño haciendo reír al ocre.

Ahí empezó otra pelea, el castaño evitaba cada golpe de la chica con facilidad y elegancia, sorprendiendo a los espectadores que decían diferentes cosas como "pelea", "ooohhh" etc., el ocre quedó peleando a golpes y puntapiés con la amiga atleta de la chica, podía ser bajo pero no se dejaba pisotear con una chica ni en sueños.

--¡¿qué ocurre aquí?!

Todos se detuvieron a mirar al director, quien pasaba entre los espectadores, al ver a su hija se acercó a esta, para luego buscar con la mirada a Stephan y Kaliostre en cuanto Yanira los mencionó, estos dos se habían infiltrado entre los espectadores al escuchar la voz del director, perdiéndose de vista con rapidez, la campana había sonado y todos tuvieron que regresar a clases. El ocre y el castaño esperaban al director en la entrada de la oficina, habían ido por voluntad propia, eran conscientes de que lo que habían hecho era para ir a ese lugar, el castaño apoyaba sus manos en el barandal, teniendo la mirada alzada hacia el techo, el ocre recargaba su espalda y pie derecho en la pared, cruzándose de brazos manteniendo los ojos cerrados.

--pensé que se habían fugado--habla el director captando la atención de ambos chicos--entremos.

Al estar ahí, el mayor de los presentes se sentó en su puesto, los dos más jóvenes tomaron asiento frente al escritorio, recibiendo el sermón del viejo, el castaño no prestaba atención a la mínima palabra, el ocre desvió la mirada en gesto de "que se calle", cuando recibieron otra vez un regaño vieron al viejo, quien les amenazó con expulsarles si volvían a ignorarle de esa forma.

--bueno... joven Oliveira, tu historia no la puedo creer, mi hija no haría tal cosa.

--que usted no la conozca completamente hace que este ciego ante la verdad--responde fríamente Kaliostre--antes de que reproche, ¿hace cuánto se ha sentado a hablar con ella cara a cara? ¿Cuántas veces ha creído que le estuvo mintiendo? Las apariencias engañan a cualquiera incluso a su familia, con tal de salir victoriosos, así se comporta la gente mimada--relata levantándose de su puesto--si me disculpa, quedaremos suspendidos tres días, tenga buenas tardes.

Al decir aquello tomó de la mano al ocre sacándolo de allí, dejando al director con la palabras en la boca, el menor soltó un suspiro, yendo a su salón a recoger su mochila al igual que el castaño. Ambos se retiraron de la institución sin explicar nada. Vaya día habían tenido, aunque el más herido era el de orbes grisáceos, tenía la marca de la mano de la puta en su mejilla izquierda, más un pequeño moretón en uno de sus brazos.

Al menos habían ganado...

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¡Hola! Espero que les haya gustado, no se les olvide darle a la estrellita y dejar tu comentario si queréis que os dedique uno de estos hermosos capítulos que les estoy regalando a diario. Sin más que deciros me despido de vosotros con un gran beso virtual, nos vemos... se les quiere... chao~

Atte.:TheCreeper