Awake/Despierta

Capítulo 74

Cap.74: Reunión... 03 Jun. Del 2015... 06:30hrs...

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--Amane por favor ven--ordenó el ocre con calma.

La nombrada se le acercó, agarrando su mochila con calma, estaba algo emocionada, ¿la razón? Una reunión de padres que iba a ser llevada a cabo ese día, pero mayormente era para celebrar las notas de todo el aula, algo que iba a ser recompensado el mes siguiente, su progenitor iría con ella, su hermano menor y su padre se quedarían en casa, eso significaba "peligro", debido a que el cenizo se ponía rebelde al estar a solas con el azabache.

--papá ya nos vamos--menciona la rubia apartando el cabello que cubría su ojo derecho, colocando este tras su oreja--mamá vamos.

--es raro verte entusiasmada--comentó el ocre tomándole de la mano.

--que la pasen bien--habló el azabache, despidiéndose de su pareja con un beso de pico.

--Edwin no le causes problemas a tu padre--burló el ocre.

Ambos salieron de la casa, la rubia iba algo nerviosa, no era la primera vez que su progenitor iba con ella a la escuela, solo que siempre su padre estaba presente, puede que el ocre fuera cercana a ella, pero no más que el azabache, agradecía que el mayor tenía gran parecido a una mujer, con el peinado ya era suficiente para confundirle.

Una vez en la escuela, pudo ver a sus amigas junto a sus madres, si era sincera, le daba algo de vergüenza que quien le haya dado a luz era hombre, pero le explicaron que era algo muy normal en la actualidad, cuando ingresaron al aula los representantes de los niños se pusieron atrás de pie, el ocre se mantenía de brazos cruzados, no llevaba gratos recuerdos de esa aula, mucho menos con la maestra intento fallido de roba maridos.

Con la mirada, llegó a localizar a cierto castaño que llevaba la misma inexpresividad de siempre, a lo que sonríe internamente, se le había olvidado que la hija menor de su mejor amigo había sido adelantada dos años por su intelecto e inteligencia, pero siempre causaba uno que otro problema por ser tan directa. Los pequeños rumores entre las demás mujeres le llegaban a molestar, siempre había alguien que habría el tema del castaño y él al ser los únicos hombres en el área que tenían hijos estudiando en ese grado.

--ese chico que vino con Amane, ¿es hombre verdad? -parece bastante a una mujer, debe de ser transexual o algo...-ese castaño no lleva las mismas pintas que la niña con la que llegó-tienes razón, ¿serán familia realmente?-¿acaso no has visto a las parejas de esos dos chicos? Tienen más suerte que una-sí, me gustaría saber de dónde sacaron a esos hombres tan hermosos.

Si pudiera quedarse sordo, ese era el momento ideal, era más que obvio que odiaba escuchar ese tipo de conversaciones donde nombraban a su pareja, ese día era algo largo a su parecer, los niños miraban atentos a las explicaciones de la maestra, claro todos a excepto de una. El ocre suspiró al escuchar la campana del receso, escuchando ahora las palabras de la superior, cruzándose de brazos en cuanto escuchó las "criticas" a su hija, vaya que todos los años decían lo mismo de ella.

[...]

Ya era la hora de la salida, la rubia estaba junto al ocre, hablándole un poco, la maestra se le acercó, diciéndole que hablarían a solas un rato, el de orbes grisáceos asintió.

--ve con las madres de tus amigas--la rubia asintió y salió del aula.

--joven Kamada (al casarse tuvo que adoptar el apellido de Sajiro de forma obligatoria).

--diga.

--no es para hacerle preocupar pero--el ocre solamente se esperaba que no dijera lo que se esperaba--, Amane la semana pasada estuvo algo indiferente, ¿ocurrió algo?

--¿indiferente cómo?

--pues, actuaba diferente un poco más coqueta o algo parecido.

--gracias por decirme--el ocre se despidió, yendo a buscar a la rubia--<<no sé si le estoy pegando mis influencias o es que me ha visto... mejor ni pienso en eso>>.

Sacudió su cabeza para sacarse ese pensamiento, reencontrándose con la pequeña que estaba hablando con Rui, al acercarse al contrario ladeó un poco su cabeza.

--vámonos.

La más pequeña asintió, tomando la mano de su progenitor, caminando de regreso a casa, hubo un silencio algo incómodo para la rubia, el ocre se mantenía en sus pensamientos durante el transcurso del camino a casa, a veces entablaban una conversación para quebrar ese ambiente tenso. Al llegar a casa, la pequeña entró primero, escuchando el televisor encendido, el más pequeño sentado sobre el regazo de su padre mirando entretenido la pantalla, el azabache al parecer chateaba con alguien, debido a que tecleaba el celular casi de forma constante.

--estamos de vuelta--avisó entusiasta Amane.

--¡ma-má!--exclamó Edwin estirando sus brazos al ocre.

Stephan cargó al crio entre pequeñas risas, sentándose al lado de Sajiro, recibiendo un corto beso de su parte, a lo que cubrió de inmediato los ojos del crio, al descubrirlos, miraron a la rubia que ya estaba cambiada, esta se subió al otro costado de su padre.

Y así otro día llegaba a su fin, entre convivencia y risas, era mejor aprovecharlas, ¿no?

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A veces me quedo sin creer que esto va a terminar, lo recuerdo constantemente porque luego se me olvida y pos, avanzo demasiado la historia, espero que os haya gustado, no se les olvide darle a la estrellita y dejar tu comentario en la cajita de acá abajo. Nos vemos... se les quiere mucho... chao~

Atte.: TheCreeper