Cap.50: Pequeño Sermón... 14 Feb. Del 2012... 07:10hrs
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La pequeña rubia caminaba frente a su progenitor, agarrando con fuerza las mangas de su mochila, había pasado ya un tiempo en el que su madre no le iba a dejar al kínder, ya le parecía algo raro, pero con el paso del tiempo dejó de sentirse así, una vez en la institución, el ocre ingresó junto a su hija, llegando a notar al representante de la niña con la que la rubia se había peleado el día anterior, vaya forma de haber empezado la semana, ¿no?
La directora se acercó a ambos junto a la maestra, indicándoles que hablarían mientras los niños estaban en clases, a lo que los dos representantes asintieron. Siguiendo a la directora, el ocre solía distraerse con el mínimo detalle, no decían ni una palabra, debía de entretenerse al menos viendo a los niños hacer actividades en el patio. Una vez en la dirección, se sentaron frente al escritorio de aquella mujer, el de orbes grisáceos había percatado algo en el aire, con solo olfatearlo, percibía, ¿feromonas? Lo que le faltaba, ya conocía a otra que hacía pecado en la oficina aparte de su hermana.
--buenos señores, estamos aquí para hablar sobre la pequeña pelea del día de ayer que sus hijas tuvieron--aclara y entabla conversación la mujer acomodando sus lentes--Amane Kamada cuenta una historia y Valeriana Contreras cuenta otra, supongo que ellas les han contado.
--mi hija no es culpable de haber iniciado una pelea--habló primero el hombre de cabelleras grises, ojos almendrados y de tez clara--debió de ser equivocación de la hija de este chico.
--señor... ¿seguro que su hija no miente? Es decir, varios empiezan desde pequeños a ser mentirosos, van creciendo diciendo mentiras mientras te las crees todas hasta que, bam, ¿la tienes o no la tienes?--relata el menor en edad y estatura, llevando sus orbes grisáceos a ver al hombre de forma retadora--¿o acaso me estoy equivocando de palabras? Solo digo lo que pienso.
--escucha, ¿quién te crees?--el hombre se levantó de su puesto y le miró amenazante--si quieres te enseño quien manda aquí.
--aquí mando yo--responde la directora con el ceño fruncido--señor Contreras, no puede amenazar de esa forma a las personas que no conoce, y el joven Oliveira tiene un buen punto, la historia de su hija fue sin dramas exagerados, en cambio la de Valeriana, me cuesta creerla.
El hombre siguió reclamándole a la directora, el ocre miraba a cualquier lado hasta parar su mirada en el reloj, debía de esperarse hasta el mediodía para recoger a su hija e irse de esa institución nuevamente, estaba algo cansado pero llegaba a soportarlo. En una de esas oraciones el hombre agarró de la camisa al menor de los tres, obligándole a levantarse de su puesto, la directora trataba de hacer que se calmase pero nada funcionaba con ese señor. El de orbes grisáceos ya harto de la actitud del castaño le tomó la mano con fuerza, provocando que le soltase su camisa y se quejase.
--señora, prometa que no dirá que fui yo quien hizo esto--miro a la directora al decir esto, la mujer le vio confundida.
Con sus dos manos tomó el antebrazo del hombre, girando este con rapidez y fuerza, escuchándose un crack más el grito ahogado del señor, le había roto el brazo, una vez hecho eso le soltó, sacando su celular para llamar una ambulancia, ignorando las amenazas del hombre, y algunas reclamos que la directora le decía, si no lo hubiera hecho, de seguro el castaño le habría golpeado en su rostro.
--bueno, tengo que recoger a Amane, la ambulancia llegará en unos minutos, llorón--menciona guardando su celular en cuanto sonó la campana, para así salir del directorio como si nada hubiera pasado.
Se encaminó a la salida, deteniendo su paso al escuchar que su hija le llamaba, volteando a verle, dedicándole una sonrisa calmado, la rubia tomó su mano, empezando a caminar de vuelta a casa, la pequeña le contaba a su progenitor lo que había hecho durante la clase, llegando a omitir ciertas partes, cosa que el ocre llegó a notar, decidiendo no preguntarle por el momento, estaban en público sería mejor no presionarla por ahora.
--¿mamá lastimó a ese hombre?--pregunta la pequeña, llegando a sorprender al mayor.
--un poco--confesó, sacando las llaves de la casa, abriendo esta, dejando que la pequeña entrase primero--solo un brazo roto.
--mamá--la pequeña subió a su cuarto con rapidez a cambiarse.
El de cabelleras ocres suspiró, acostándose en el sillón para así cerrar sus ojos durante unos minutos, esperar a que su hija bajase, aunque, ya se tardó bastante, se levantó de su lugar, subiendo al siguiente piso, para así tocar la puerta del cuarto de su hija, esta abrió a los pocos minutos ya estando cambiada de ropa, el mayor se alivió un poco, bajando con ella se dirigieron a la cocina, la pequeña subió al mesón, agarrando el frasco de galletas para así comerse una de estas.
--dime, ¿qué quieres comer?--pregunta Stephan mientras buscaba en los estantes.
--espagueti--responde la rubia con una sonrisa--mamá, ¿por qué dicen que los ojos de Amane no abren del todo?
--cariño--el mayor suspiró, montando la olla donde prepararía el almuerzo--es una, pequeña dificultad con la que naciste, mientras eso no afecte tus estudios todo estará bien, eso lo dijo tu pediatra.
Con decir eso regresó a su labor, la pequeña solamente le miraba, el ocre terminó luego de media hora, sirviendo la comida de su hija, quien se bajó emocionada del mesón, dirigiéndose a la sala para sentarse en el sillón frente a la mesa para café, el de mayor estatura suspiró, llevándole el plato de comida, dejándolo en aquella mesa, sentándose a un lado en ese sofá compartido, encendiendo la televisión, dejando que la rubia tomase el control remoto para que colocase las caricaturas que siempre veía.
Vigilaba que no llegase a atragantarse con la comida, o que llegase a quemarse, estaba algo cansado, después de todo, no había dormido bien, ese día tomaría el turno de la tarde para llegar a dormir un poco siquiera, turnarse durante esos días era ya fastidioso para su persona, le tocaba trabajar en la noche, como sabía defenderse de los pervertidos de la calle.
Al menos ya tendría un día libre...
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Uff, me cuesta ir actualizando capítulo por capítulo, así que, iré de dos en dos o de tres en tres en las actualizaciones, gente, al terminar la historia iré corrigiendo varias partes sobre todo en las fechas y edades que es donde me he equivocado bastante -no de forma notable pero sí-. Como dije -sino mal recuerdo-, habrá segunda parte de "Alas Rotas De Un Ángel Caído" y de esta historia, espero que cuando acaba esta esperen con ansias su segunda parte. Espero que os haya gustado, no se les olvide darle a la estrellita, dejar tu comentario y si quieres más contenido como este, seguidme en mi perfil, felices fiestas... nos vemos... se les quiere mucho... chao~
Atte.: TheCreeper
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Awake/Despierta
FanfictionBienvenidos a una nueva historia yaoi, bl, como le llamen. Accidente. Recuerdos. Coma. Pareja. Despierta Resumen de toda la historia 100% mia 0 copiar ni adaptaciones Contenido grosero y esplicito Contenido homosexual No me hago responsable de traum...