Capítulo 47

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Cap.47: Enfermo... 25 Jun. Del 2009... 12:34hrs...

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Hora del almuerzo, el ocre preparaba algo para comer, mientras que la pequeña rubia miraba alguna caricatura en la televisión, en lo que cocinaba, se escuchó la puerta abrirse, la pequeña sonrió al ver quien era, el ocre solamente suspiró para seguir en lo suyo, aún tenía algo de fiebre, pero al menos podía estar fuera de la cama si ignoraba el dolor en sus caderas. El azabache ingresó a la cocina, quedándose en el marco de la puerta, el de orbes grisáceos le miró de reojo, luego siguió su trabajo.

--Stephan, quiero hablar contigo--menciona el mayor captando la atención de su novio--disculparme por lo de ayer.

--eso no importa Sajiro, estabas celoso, tus celos pasaron el límite y estuvimos follando casi 4 horas--relata como si fuera lo más normal del mundo, empezando a servir la comida.

--te usé para desahogarme como si fueras un juguete, no merecías eso--se acerca para ayudarle a servir los platos--por eso quiero disculparme contigo, cariño, ¿estás enfermo?--menciona tras sentir la mano del ocre más caliente de lo normal.

--no es nada--responde Stephan desviando la mirada, sobando su muñeca ante el frio que empezó a tener--no tienes por qué preocuparte.

El azabache le tomó de la cintura, tocándole la frente notando mejor la fiebre del ocre, quien estaba sin fuerzas suficientes como para alejar a su pareja en ese abrazo, el mayor le soltó para terminar de servir la comida, dejando estos en la mesa, llamando a su hija para que se acercase a comer, el ocre fue cargado por su novio estilo princesa, dejándole en el sillón en la sala.

--no te muevas de ahí--avisa yendo al comedor para supervisar a Amane para que no llegase a ahogarse con la comida.

El de orbes grisáceos se medió acostó en el sillón, cruzándose de brazos, aunque todavía le doliese las caderas, la fiebre iba más fuerte que su cuerpo, haciéndole sentir cansado, dolor de cabeza incluso gripe, había pescado un refriado, ¿cómo? No ha salido de la casa en todo el maldito día, el albino se fue unas horas después para ir a comprar algunas cosas.

Cerró sus ojos por el peso de sus parpados, no era sueño, sino el dolor que sentía su cuerpo junto a esa calentura llamada fiebre, ¿qué creían? ¿Qué se calentaba así para follar? Se han equivocado señores, se ha enfermado, solo eso y nada más. La mirada del azabache fue a parar a donde su pareja, verle de esa forma no era de su agrado que digamos, una vez la pequeña se acabó su comida, fue a lavar los trastes, guardando el resto, se encargaría primero del ocre para poder comer con tranquilidad.

Eran pocas las veces en las que se enfermaba alguno de los dos o la pequeña, pero eran fuertes los resfriados cuando los pescaban como el ocre ese día. Sajiro, puso un trapo mojado en la frente de su pareja, que parecía estar dormido cuando en realidad estaba agonizando internamente ante ese calor que le iba sofocando entre más fuerte daba.

--Amane trajo esto para papá--habla la pequeña entregándole un frasco que contenía el líquido especial para la fiebre y gripe.

--gracias--dijo Sajiro agarrando aquel frasco, abriendo este para verter un poco de su contenido en la tapa--cariño, abre la boca.

--no quiero.

--no empieces con berrinches infantiles--le regaña, el ocre con fastidio se sentó en el sillón--bien hecho.

El azabache le hizo tomar de ese líquido algo ácido a gusto del ocre, quien se tragó ese remedio e hizo un gesto de asco, el mayor le dedicó una sonrisa, y la más pequeña se sentó al lado suyo para mirar caricaturas en la televisión nuevamente, el de orbes azulados se sentó a un lado de su pareja, dejando a este en el centro, colocándole sobre su regazo para poder acariciarle sus cabelleras largas ocres, mirando también caricaturas, no podían poner otro programa por la pequeña Amane que se había adueñado del control remoto.

El menor se acurrucó en el pecho de su pareja, seguía con fiebre pero ya controlada, el azabache seguía con las caricias y la más pequeña tenía la mirada fija en el televisor, Sajiro no haría nada fuera de lo normal solo porque el ocre no estaba en condiciones como para tener siquiera un beso en los finos y dulces labios que posee. Stephan empezó a dormirse sobre su pareja, dejando a él y a Amane despiertos.

Enfermarse era una de las cosas que odiaba...

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Hola, acá os dejo otro capítulo más para la historia, iré actualizando un poco más seguido ya que estoy de vacaciones, y pues, no me ocupo demasiado con esto de las fiestas navideñas que dan por acabar el año, entonces estoy un poco libre, tanto de escolaridades como de festividades internacionales como la Navidad y fiestas de Año Nuevo, algo que no pienso perderme son las parrandas que hacen en las fechas desde el 24 de Diciembre (Día de los Santos Inocentes) hasta el 1 de Enero (el 30 parranda de La Burra, no sé si en otro país conocen esto). Como han llegado las fiestas de fin de año estaré más motivada a seguir esta historia que, aunque no me crean, se está acercando a su final para dar inicio a una segunda parte. No se les olvide darle a la estrellita, dejar tu comentario y si queréis más contenido Bl, seguidme en mi perfil. Sin más que deciros me despido de ustedes... nos vemos... hasta la próxima... chao~

Atte.: TheCreeper

Awake/DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora