Capítulo 56

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Cap.56: Obedeciendo... 16/20 Abr. Del 2012... 13:14hrs

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Para cualquiera que sea nuevo en ese tipo de cosas estaría nervioso, en cambio nuestro protagonista, este tenía la sonrisa de inocencia esbozada en sus labios, técnicamente estaba desnudo, con unas correas en el pecho y hombros, más el collar y cadena en el cuello, más la cola puesta -vaya juguete-, arrodillado frente a su mayor, el azabache miraba al ocre con curiosidad, hace años que no veía de esa forma a su pareja.

Habían dejado a la pequeña con la hermana del ocre, no querían que escuchara aquel "alboroto" que se aproximaba.

--bien... acércate--ordena el azabache, el ocre, como buen chico, se acercó en cuanto el jalón a la cadena--ya sabes que hacer.

El de menor estatura fue desabrochando el pantalón del contrario con su boca -tanta experiencia-, al igual que el cierre de aquella prenda, bajando con sus manos el ropaje que cubría la polla de su mayor que apenas iba reaccionando a los estímulos dados. Agarró aquel miembro con su mano, pasando su lengua por toda la base, fue dando diminutas mordidas en el glande, masturbando un poco aquel musculo. Fue metiendo parte de la polla ajena dentro de su boca, llegando a hacer que esta reaccionase casi por completo, fue haciendo vaivenes con algo de velocidad, chupando, lamiendo y pasando finamente sus dientes por el tronco.

Escuchaba atento los gruñidos graves que soltaba su pareja, acelerando la velocidad por órdenes de este, la parte que no cabía en su boca la masturbaba con una de sus manos, con la otra jugaba un poco con los testículos de su pareja, llegando a sentir algo caliente recorrer su cavidad bucal, sintió un pequeño jalón a su cabello, permitiendo que el azabache le follase la boca y garganta, llegando a ahogarse en varias ocasiones. Tragando lentamente parte del semen que cayó dentro de su boca, su rostro quedó con algo de aquella esencia seminal al igual que algunos flecos de su cabello.

--contra la pared--volvió a ordenar el azabache.

El ocre se subió a la cama, colocando sus manos en la pared -la cama está pegada a una de las paredes-, alzando con levedad su trasero, ansiaba que le quitase la cola y empezase la verdadera acción. El azabache se puso atrás suyo, agarrando aquel juguete, retirándolo del cuerpo de su prometido, con una de sus manos agarró su pene que reaccionaba lentamente por segunda vez, alineando este con la entrada del ocre, entrando de golpe, sacándole un gemido al pasivo.

Las embestidas llegaron fuertes, no del todo bruscas, pero si estaban rudas y frecuentes, haciendo retorcer del placer al ocre, este hizo sus manos puños, apoyándolas en la pared como apoyo, al igual que su frente. Sus gemidos estaban llenos del placer que recibía, disfrutando de cada estocada que era dada a su cuerpo, arqueando su espalda, le daba igual si los vecinos iban a reclamarles después por todo ese "alboroto" que estaba haciendo al dar sus gemidos con fuerza.

Una de las manos del azabache fue a parar a la cadena, jalando de esta con algo de fuerza, haciendo que el menor acercase su cabeza a su pecho, llegando a notar aquella asfixia que los jalones a la cadena le provocaban. El ocre sacó su lengua para agarrar mejor el aire a respirar, el cual empezaba a faltarle por la asfixia y por dar tantos gemidos/gritos de placer sin descanso. El mayor dio una nalgada al contrario, provocándole un pequeño temblor placentero, agarrando una de las piernas, colocándola sobre su hombro, llegando a ver el rostro del ocre, cada gestos parecía inocente, sumiso, con la mirada llena de lujuria y deseo candente por ese sexo que estaban teniendo.

Con tal imagen llegó a correrse en el cálido interior de su prometido, haciendo que este igual llegase al éxtasis, manchando su abdomen y un poco las sábanas.

El azabache daba lentas estocadas luego de haber dejado su esencia, volteando al ocre para dejarle boca arriba, apoyando sus manos a los lados de su cuerpo, aumentando nuevamente la velocidad rápida, los gemidos y jadeos del ocre regresaron, llevando sus manos a la espalda de su activo, llegando a rasguñar esta, escuchando un gruñido grave proveniente de la garganta del azabache. Con aquellos movimientos rústicos la habitación se llenaba del ruido de las pieles chocar más los gritos obscenos del ocre, los rasguños que este daba a la espalda del azabache le sacaban gruñidos graves, el mayor atacó el cuello de su pareja, dejando marcas de mordidas y chupetones notorios a simple vista.

Si hacía calor por el verano, esa habitación era más calurosa que estar en la playa bajo el sol sin moverte al agua. Este hecho, era insignificante para la pareja que se enfocaba en seguir follando, dejando al ocre más sumiso de lo que solía ser, y el azabache que disfrutaba del cálido interior de su pareja.

Llegando a correrse por segunda vez, llenando nuevamente al menor, quien soltó un gemido más agudo y largo que el resto. Sentía su cuerpo temblar, sobre todo sus piernas.

El azabache se sentó en la cama jalando la cadena para indicar al ocre, este volvió a ponerse sobre el mayor, alineando la polla de su mayor contra su entrada que escurría parte del semen que llevaba en su interior. Iniciando la tercera ronda al sentarse sobre el miembro ajeno de lleno, soltando un fuerte gemido, abrazando a su pareja por los hombros, escondiendo su rostro en el cuello ajeno, estremeciéndose un poco.

--haz tu trabajo--menciona en un tono bajo y ronco el azabache.

Su cuerpo tembló un poco al escucharle, obedeciendo como buen chico, moviendo su cadera al principio, luego empezó a dar saltos, dejando de ocultar su rostro, soltando aquellos gemidos excitantes y rasguñando un poco los hombros ajenos, llegando a robarle a su prometido aquellos gruñidos graves que tanto le gustaban.

[...] 20 Abr. 18:30hrs

Cierto chico se hallaba descansando en su cama, su cuerpo fresco, si, el azabache había ayudado a bañarse, aunque terminó en otra folladera de las buenas. Lo que tenía algo seguro era, que ya estaría esperando a otro hijo, no le molestaba en lo absoluto, solo tendrían que cambiarle de zona en el trabajo durante el tiempo que este gestando una nueva vida.

Soltó un suspiro pesado, apenas y podía sentarse en la cama, la peli-azul tuvo razón en algo, no iban a soltarle en unos cuantos días y así fue, en ese momento sufría de las consecuencias de esta, no se arrepentía de nada, después de todo, lo había hecho por gusto.

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Hola mis preciados lectores, acá os dejo otro capitulazo, casi todo Lemon, son unos puercos (xD), bueno, si os ha gustado denle a la estrellita y dejen su comentario en la cajita de acá abajo, espero que disfrutéis de estas fiestas navideñas, muchos besos y abrazos de mi parte, sin más que decirles a todos ustedes, me despido, felices fiestas... nos vemos... se les quiere muchísimo... chao~

Atte.: TheCreeper

Awake/DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora