Cap.12: A Mal Tiempo, Buena Cara... 13 Feb. De 1998... 17:43hrs
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Cada día siempre llega algo nuevo, dos años desde aquella calamidad, casi tres, no era bueno momentos, recordar la sensación de ese dolor era algo inolvidable para el ocre, este estaba sentado en una de las mesas del comedor, mirando hacia el techo, perdido en su propia burbuja, tanto, que no sintió la llegada de la castaña, esta se sentó a su lado, pasando su mano frente al rostro del impúber menor, llegando a sacarlo de sus pensamientos, se saludaron alegremente, algo característico de Stephan era sonreír en esos tiempos en los que recordaba el sufrimiento que pasó su madre antes de morir, aunque al final olvidaba la sensación y se recuperaba de ese momento.
--¿qué pensabas?--interroga la castaña con una pequeña sonrisa.
--en ya sabes que--sisea bajando su mirada--¿y Kaliostre?
--no te preocupes por él--dijo algo burlona, a veces el ocre no entendía porque su cambio de actitud desde el desastre--y no es nada malo, solamente esta... dormido--al decir eso se puso algo nerviosa.
--Kaliostre duerme dos horas todos los días y jamás toma siestas--el de orbes grisáceos se levantó de su puesto--iré a verle.
--anda Stephan, te digo que está bien--hablaba algo nerviosa, pero lo suficiente para no convencer al menor.
Este simplemente la ignoró, la castaña le decía que no fuera, el nerviosismo se le notaba en la voz, el ocre caminaba hacia el cuarto de su mejor amigo, mientras que la castaña intentaba detenerle, debió de imaginarse que iría hacia allá, sin detenerle en ningún momento, el ocre llegó a la habitación, mirando al castaño tirado en el suelo, abrazando sus piernas. Miró a la castaña arqueando una ceja, esta rio nerviosa, Stephan soltó un suspiro molesto, ayudando a su amigo a levantarse del suelo.
Kaliostre pasó su brazo por los hombros del ocre, dejando su peso sobre este, el menor empezó a caminar llevando a su amigo de esa manera, ignorando a la castaña que intentaba explicarle lo sucedido, Stephan lo llevaba a la enfermería, cruzándose con su gemela en el camino, al llegar a la enfermería dejan al castaño en una de las camillas, revisando el pulso de este.
--respira forzado--menciona la de hebras azuladas, agarrando el suero--Kariole, quédate afuera, se te agradece.
Eso hizo reír al de cabellera ocre, quien auxiliaba a su amigo mientras su gemela corría a la mayor de los presentes, Stephan le puso el suero, revisando los signos vitales del castaño con algo de preocupación, seguía vivo pero el pulso casi no se sentía, debían de hacer algo pronto.
--Stephanie, hay que llamar a una enfermera--habla el menor al notar que esta volvió--si su pulso se detiene, no podremos hacer nada.
--¿qué le habrá hecho esta vez?--interroga la de hebras azuladas volviendo a salir del cuarto.
El ocre sintió como le jalaban del brazo, miró al castaño preocupado, diciéndole que volviera a acostarse, este se negó.
--estaré bien--eso le sorprendió a Stephan--solamente me inyecto algo, llamado, ¿heroína?, no es la primera vez que lo hace.
--parece que drogado puedes hablar--el ocre abrazó a su amigo, quien correspondió el abrazo--bueno... solo espero que algún día vuelvas a hablar cómo antes.
El castaño dio una ligera sonrisa ante la frase ajena, esa sonrisa, una verdadera luego de esos años, al separarse del abrazo, llegó la enfermera con la gemela del ocre, ambos hermanos se despidieron del castaño, marchándose de la habitación. Hablando un poco durante su paseo, hasta llegar a la cocina, el menor se dispuso a buscar en el refrigerador a ver si había de su comida favorita y nada, soltó un pequeño gruñido molesto, luego miró a su hermana, esta comía unas galletas con chispas de chocolate.
--dame--el ocre intento quitarle una galleta.
No sabía la razón del porque era más bajo que su hermana, esta se subió al mesón alzando su brazo donde agarraba la galleta que su hermano anhelaba quitarle, el menor imitó su acción al montarse sobre el mesón, aun sin poder quitárselo, en un movimiento en falso, el ocre resbaló del mesón, de no ser por el azabache que había llegado y atrapado al menor, este se hubiera dado un buen golpe en la cabeza y espalda. La de hebras azuladas se sentó en el mesón mirando a los tortolos, el azabache se sentó contra la pared, sentando al menor sobre sus piernas, plantándole un pequeño beso en los labios, ignorando el hecho de que la hermana de este estaba presente en el lugar, el ocre correspondió a ese beso pasando sus brazos alrededor del cuello del azabache, poco a poco el beso intensificaba -no a tal punto de ya saben que-, el mayor introdujo su lengua en la cavidad bucal ajena, siendo bienvenido por la lengua ajena a la suya, creando así una danza entre ambos húmedos trozos de carne, creando así un beso francés, se separaron de golpe por el chillido, los dos miraron a la de hebras azuladas, esta tenía una pequeña sonrisa más un ligero hilo de sangre saliendo de su nariz.
--em...hermana, ¿estás bien?--el menor se atrevió a romper el silencio, manteniendo su vista en la única impúber presente.
--claro que estoy bien--responde rápidamente, agarrando una servilleta para secarse la sangre.
--vámonos Stephan--sugiere el azabache para tener un poco más de privacidad.
El ocre asintió, levantándose y rompiendo la posición que tenían los dos hace momentos atrás, el azabache de igual manera se levantó del suelo ingresando a los ductos de ventilación, seguido del ocre que se despidió de su gemela antes de meterse a la ventilación. Stephan se acostó en el frio metal, mientras que Sajiro se posicionaba entre sus piernas, dándose uno que otro beso, a veces, el azabache besaba con delicadeza el cuello ajeno, introduciendo sus manos en la camisa del menor, sacándole un pequeño jadeo a este, beso tras beso, de medialuna, estilo francés y normales, de las pequeñas caricias no salían, no podían sobrepasarse, no todavía.
Dejaron los besos a un lado junto a las caricias, empezando a disfrutar de la compañía del otro, para ser jóvenes seguían teniendo la pinta de ser pareja, aunque no lo eran del todo, puede que tengan una relación de niños, pero no llevaban toda la madurez necesaria para poder hacer todas las cosas de parejas adultas/adolescentes. Las caricias a los cabellos del azabache era lo que daba el ocre con una pequeña sonrisa, dándose otro beso, antes de que ambos se durmieran en la ventilación, estando abrazados, sintiendo la calidez del otro, disfrutando de la compañía ajena. Disfrutando el estar juntos.
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Hola mis queridos lectores, acá os he dejado otro capitulazo a la historia, estoy empezando a creer que será más larga de lo previsto, jsjs, estamos a mitad a llegar a las +100 leídas, no sé si estéis esperando a que llegue a esa cantidad, espero que disfruten de la historia tanto como yo disfruto hacerla para ustedes, este capítulo va dedicado a:
@LaChica_Rara1
@Inusakuya_Taisho
Ya que siempre apoyan esta historia, y si quieres ser el siguiente con un cap. Dedicado, entonces no se te olvide darle a la estrellita, y apoyarme en mi perfil.
Me queda poco para empezar las clases de nuevo;;-;;, mis actualizaciones para entonces serán más vagas que ahora, lloren y recen por mí, aunque no necesito la suerte xD. Sin más que decirles me despido de ustedes con un gran abrazo virtual... nos vemos... os quiero mucho... chao~
Atte.: TheCreeper
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Awake/Despierta
Fiksi PenggemarBienvenidos a una nueva historia yaoi, bl, como le llamen. Accidente. Recuerdos. Coma. Pareja. Despierta Resumen de toda la historia 100% mia 0 copiar ni adaptaciones Contenido grosero y esplicito Contenido homosexual No me hago responsable de traum...