Awake/Despierta

Capítulo 49

Cap.49: Trabajo... 12/13 Feb. Del 2012... 21:34hrs

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Las calles no estaban tan llenas ese día, nuestro chico de cabelleras ocres caminaba directo a su trabajo, su cabello iba recogido en una coleta alta, llevando un bolso en su espalda, teniendo puesto el uniforme de enfermero, llegó al hospital central de la ciudad, saludando a la recepcionista como le era costumbre, dejando sus cosas con esta por confianza y regla del lugar, recibiendo una tableta con el nombre de un paciente al cual debía de vigilar durante una hora, soltó un suspiro, asintiendo ante lo dicho por la chica, encaminándose a la habitación correspondiente, saludando al paciente, un chico de 17 años, cabelleras negras con verde y de tez clara con algunas pecas en el rostro, este dormía en aquella camilla, estando conectado a la máquina que media su pulso.

--<<odio hacer vigilancia, aunque será interesante ver que reacción pone al intentar escapar>>--pensó el ocre revisando nuevamente la tableta con los datos del chico.

Los minutos pasaban lentamente, hasta cumplir la hora, anotando en el papel las observaciones hechas, aparte de vigilarlo, tuvo que checar algunas cosas, al regresar a la recepción dejó la tableta sobre el escritorio, tener el turno nocturno era un problema, su pareja y él volvieron a turnarse respecto a los trabajos, para poder cuidar por turnos a Amane, a quien no le agradó esa idea del todo en un principio. Su mirada se fijó en la entrada donde pasaban los de emergencias junto a varias personas en camillas.

--Oliveira--llevó su mirada a quien le llamó--necesito que acompañes al quirúrgico, necesito que me auxilies.

El ocre asintió, siguiendo al cirujano, iba callado durante el transcurso, escuchando atentamente a lo que decía el mayor, un paciente con grave en el pecho, no era de sorprenderse cuando ocurría un accidente tráfico. En la operación, evitaba fijarse tanto tiempo en el cuerpo del paciente, no quería dar un ataque canibalístico en ese momento, sería su despido y regreso al psiquiátrico del que salió hace seis años atrás.

[...] 13 Feb. 06:00hrs

--nos vemos hoy en la noche--se despidió de la recepcionista en lo que agarraba sus cosas.

A un paso algo lento salió del hospital, comiendo una manzana que le habían regalado, otras personas estarían casi muertas del sueño, en cambio ese joven de cabelleras ocres caminaba normal, sin ojeras o muestra de cansancio en su mirar, solo se veía falta de energía, llegaría cambiándose y a dormir, claro, si es que Amane no se pone cómica y pida que la lleve a la escuela junto a su pareja.

Llegó a sentir que le observaban, ignorando ese hecho y caminando como si no se hubiera percatado de ese detalle que llegaba a incomodarle en cierto punto, que te mirasen y siguiesen no era algo del agrado de nadie. Sin más, detuvo su caminar, dando la espalda al parecer a quien le seguía, los pasos se acercaban con rapidez, dio vuelta propinándole una patada en la cara a ese ladrón, dejando estupefactivas a las pocas personas que miraron la escena.

El ocre chasqueó su lengua y siguió su camino hasta llegar a casa, ingresando a esta, escuchando la risa de su hija quien bajó las escaleras, al verle fue a lanzarse a sus brazos, le cargó para así darle un beso en la frente, el tiempo pasaba rápido, la pequeña ya tenía ropa casual para estar en el kínder, jugando con las cabelleras de su progenitor que yacían tejidas en una trenza larga, cuando la soltaba para que se recargase en la espalda de su madre, podía ver que tan largo le quedaba, le llegaba hasta la espalda baja, a veces le sorprendía.

--ve con tu padre, él te llevara a la escuela--menciona el ocre bajando a la pequeña, encaminándose a su cuarto para cambiarse el uniforme.

--buenos días cariño--habló el azabache abrazándole por la cintura, depositando un corto beso en los labios de su pareja.

--buenos días--responde con una sonrisa, dándole un beso en la mejilla para así separarse--lleva a Amane al kínder luego al trabajo, ¿vale?

El azabache asintió, robándole un beso de despedida, el ocre negó un par de veces con su cabeza mientras le veía irse junto a la pequeña, suspiró, encaminándose a su cuarto, despojando lentamente del uniforme de enfermero, dejando este en el cesto de ropa sucia, luego lo lavaría, fue a ponerse una camiseta y unos shorts cortos, dejándose caer sobre el suave colchón de la cama.

Prácticamente él y su pareja no tenían tantos días libres, solo algunos fines de semana, muy pocos, pero entre ambos mantenían la renta y compraban las cosas necesarias para poder estar cómodos con esa vida, turnarse para cuidar de Amane también era un problema, suerte que prefería más al azabache que a su persona, o eso sería un pequeño problema, casi nunca pasaba tiempo con ella, solo unas ocho o nueve horas junto a ella si es que no se quedaba dormido, de ahí iba al trabajo y la rutina se repite durante los días laborales, cuando llega el fin de semana trabaja algunas veces durante el día al igual que su pareja, luego la noche la pasaban juntos, así que, ahí se rompía la ya rutina hecha.

Durmió hasta el mediodía, levantándose de la cama, estirándose un poco para ir a cambiarse, debía buscar a su hija al kínder, se cambió de ropa, colocándose algo casual, se puso sus zapatos, bajando al primer piso, agarrando las llaves más su bolso, saliendo del lugar no sin antes haber trancado la puerta de la casa. Durante el transcurso estuvo pensando, ¿qué hubiera sido de esa vida si continuasen en el psiquiátrico?, las cosas estarían mal de seguro. Al llegar, espero a su hija en la entrada del lugar, la pequeña se le acercó junto a la maestra, que era nueva ya que no la reconocía, ¿ahora qué había pasado?

--supongo que usted es el padre de Amane--habló ella.

--madre--susurró la pequeña, siendo escuchada solamente por el ocre.

--¿ocurrió algo? Si una pelea, es normal que ella se defienda de quien le ataque primero--declara colocando a su hija a su lado.

--mañana una reunión con el director y el padre de la niña que salió herida--con decir eso se retiró, no tenía tanto cuerpo como la maestra anterior, pero era una puta sin duda.

--vámonos--le dijo a la rubia quien asintió--en casa me cuentas que pasó.

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Hola, Amane recibirá regaños, ok no, espero que os haya gustado el capítulo de hoy, no tengo mucho que decir la verdad, solo si les ha gustado dejen su estrellita y su comentario, si quieres más contenido como este visitad mi perfil y seguidme si gustáis... sin más que decir me despido de ustedes mis preciados lectores, felices fiestas... nos vemos... se les quiere... chao~

Atte.: TheCreeper