Capítulo 77 (extra)

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Cap.77extra: Hasta El Cansancio... 12 Abr. Del 2016... 08:32hrs

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Otro día más, cierto chico castaño miraba a través de la ventana de su cuarto a las dos pequeñas irse junto al ocre al colegio, a veces se turnaban para llevar a las niñas a la escuela, cosa que le facilitaba las cosas de vez en cuando, en ese momento solo usaba un camisón mangas largas color blanco, puede que no combinase con el color de su piel, pero al menos era ya satisfactorio para esa temporada de entrante calor, el cual no sofocaba por ahora. Llevó su mirada a la puerta del cuarto, justo cuando su pareja ingresó al cuarto.

--te ves hecho polvo--comenta regresando la mirada a la ventana--trabajar demasiado te hace daño.

--y lo dice quien tenía anorexia nerviosa, trastornos del sueño y doble personalidad--declaró el mayor, ganando de inmediato la conversación, debido al silencio del castaño--¿qué ocurre?

--nada, solo te recuerdo que has follado con ambas personalidades mías--confesó cruzándose de brazos--, no hay nada de lo que puedas quejarte.

Lukas rodó los ojos, acercándose a donde se encontraba el menor, abrazando a este por la cintura y apegándole a su cuerpo.

--es el mismo cuerpo, y dos almas en uno, es lo mismo.

Eso hizo sonrojar a Kaliostre, quien desvió la mirada, soltando un jadeo sorpresivo tras ser cargado y tirado -literalmente- a la cama con cierta brusquedad, juntando sus piernas y mordiendo su labio inferior al ver como el de cabelleras mestizas se iba quitando la correa del pantalón. Lentamente separó sus piernas, no llevaba puesto nada abajo, por lo que se dejó expuesto ante el mayor, teniendo una sonrisa juguetona sobre sus labios.

--vaya sorpresa--admitió el peli-azul--, a veces pienso que eres más atrevido de lo que aparentas bajo ese rostro inexpresivo.

--si soy honesto... te estaba esperando--murmuró el castaño, cerrando un momento sus ojos, al abrir estos, estaban heterocromados (uno azul y el otro marrón)--corrección, estábamos.

Lukas arqueó una ceja, separando las piernas de su pareja, acercando su rostro a la entrada del castaño, empezando a lamer esta zona, escuchando aquellos jadeos placenteros por parte de su pareja, introduciendo su lengua por ese agujero, tomando desprevenido al menor de ambos, quien gimió sorpresivo, arqueando con levedad su espalda, y abriendo un poco más sus piernas para darle espacio al peli-azul.

La lengua del mayor simulaba embestidas, dejando húmedo todo alrededor de esa entrada que se empezaba a contraer en busca de más placer, alejó su rostro de esa zona prohibida, desabrochándose el pantalón con ayuda de su pareja -quien seguía con los ojos heterocromados-, bajando esta prenda junto a la ropa interior, dejando a la vista su polla ya erecta, Kaliostre se relamió los labios, sentándose en la cama, inclinando su cuerpo a la altura del falo del mayor, sacando un preservativo de su empaque, colocando este en su boca con sumo cuidado de no romper el látex. Tomó entre sus manos aquel miembro, introduciendo este en su boca, a su vez, iba colocando el preservativo, dejando este húmedo tras sacarlo de su boca.

Fue recostado nuevamente en la cama, dejando sus piernas abiertas para darle acceso a su novio, quien se puso entre sus piernas, alineando su pene con la entrada del castaño, ingresando a este lentamente, el menor mordió su mano para reprimir el dolor. Llevaban casi dos meses sin hacerlo, obviamente se sentía adolorido. En cuanto el mayor terminó de introducir ese pedazo de carne en su interior, dejó su mano en paz, suerte la suya que el preservativo llevaba su propio lubricante, eso facilitó las cosas en cierto punto.

A los pocos segundos, movió su cadera, indicándole a su pareja que ya podía moverse, las estocadas empezaron lentas, pero aun así provocaban ligeros gemidos que se escapaban de sus labios, todos placenteros mezclados con algo de dolor. El castaño cerró sus ojos, el peli-azul besó su frente, tomando las manos del menor, entrelazando sus dedos. Con el paso del tiempo, el menor se fue acostumbrando, empezando a pedir más entre sus ajetreados jadeos y gemidos, en lo que los vaivenes aumentaron su intensidad y rudeza, hasta tocar ese punto que hizo gritar al menor de ambos, el peli-azul sonrió, en cada estocada dada, tocaba con su miembro esa zona que provocaba delirios en el menor.

Los minutos iban pasando, hasta acabar entre gritos sobre su propio abdomen, y el mayor terminó dentro del condón, así se salvaba de un embarazo, el peli-azul agarró por la base el preservativo en lo que salía del interior de su pareja, quitándose aquella molestia de su pene, enrollando este para luego botarlo, se acostó al lado del menor, quien intentaba regular su respiración.

--tiempo sin hacerlo, había olvidado la sensación--confesó el castaño, su voz parecía dividida en dos, como si hablaran dos personas al mismo tiempo, y así era--pero me fastidia usar protección.

--dudo que quieras darle un hermano o hermana a Emilia y a Isabella--contestó el peli-azul, quitándose aquella camisa--es por tu propio bien.

--para algo existen las pastillas anticonceptivas--vociferó sentándose en el colchón de la cama.

El castaño se sentó sobre el regazo de su pareja, mirándole con aquellos ojos heterocromados que, a perspectiva del peli-azul, le daban cierto toque de belleza, el menor empezó a frotarse, rozando el falo de su pareja contra su trasero, soltando diminutos suspiros, mirando de forma atrevida al de orbes turquesas -eran así, ¿no?-.

--un par de rondas más no harán daño si usamos protección, ¿verdad?

[...] 12:30hrs

Dos niñas caminaban tomadas de la mano, ambas caminaba a unos pasos detrás del joven ocre que las llevaba de regreso a casa, la hija mayor de este tomaba fuertemente su mano, como si tuviera miedo de separarse del mayor, tras llegar a la casa, el ocre tocó un par de veces la puerta, unos minutos después abrió el castaño, quien tenía el cabello hecho un desastre, y seguía usando aquel camisón que le llegaba hasta más arriba de las rodillas.

--supuse que montarías a Lukas mientras las chamacas estaban en la escuela--habló el ocre en cuanto las hijas del castaño desaparecieron por los pasillos.

--cierra el pico--respondió el mayor -en estatura y edad--, lo que haga en mi vida no te incumbe, perra.

--está bien, está bien--el menor rio--Amane, no creas que te vas a quedar, vámonos. Nos vemos luego, puta, disfruta cabalgando a tu novio.

El castaño suspiró, cerrando la puerta luego de que su amigo se fuera, al dar vuelta, se encontró con esa sombra que le acompañaba a todos lados, negó con su cabeza para ir caminando al cuarto de las dos infantes, siendo seguido por su segunda personalidad por así decirlo.

--¿Qué carajos quieres Grimm?--preguntó Kaliostre deteniendo su paso para verle con el ceño fruncido.

--Nada, molestarte un rato era mi plan pero estoy cansado y me duele la retaguardia--confesó el de mirada azulada.

--Estamos a mano entonces, no quería compartir contigo.

--¿otra vez discutiendo?--el peli-azul dio presencia en ese pasillo, desde hace un tiempo podía ver y escuchar a la segunda personalidad de su pareja, cuando este quería ser visto obviamente--anda, te toca cocinar Kaliostre, yo me encargo de las niñas, y tu Grimm, procura comportarte con tu "hermano".

--está bien--contestaron ambos.

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¿Qué pensaban? Compartir cuerpo es un reto para ese chico, pero aun así lo disfrutan ambos, aclaro que, cuando los dos controlan el cuerpo, un color de ojo pertenece a uno y el otro color de ojo le pertenece al otro, eso es todo. Dedicado a: @LaChica_Rara1. Nos vemos... se les quiere... chao~

Atte.: TheCreeper

Awake/DespiertaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora