Awake/Despierta

Capítulo 25

Cap.25: Casi Mueres.2... 31 de Jul. Del 2005... 04:21hrs

~<~-<-+<+*<*°<°0<0~>~

Escaparse de su habitación a tal hora se hacía frecuente, para poder hablar bien con el castaño era mejor a esa hora que durante el día normal. Buscándole entre los pasillos, sin encontrarle, deteniendo su paso al escuchar un par de voces, al parecer una discusión, andaba algo metiche a lo que se quedó en su lugar escuchando atentamente la conversación. Las voces le eran conocidas, incluso llegó a reconocerlas, luego de varios minutos se escuchó una cachetada -tan sabrosa que sonó-, asomándose un poco, viendo al castaño retirarse del lugar, al parecer, estaba molesto, dejando solo al pelirrojo, quien sobaba su mejilla, la marca había quedado dejando certidumbre de que seguramente le habían abofeteado momentos atrás.

--<<mejor me voy>>--pensó el ocre, dando vuelta sobre sus talones, emprendiendo su paso de vuelta a su cuarto.

Duró un rato caminando sin rumbo alguno, escondiéndose de los guardias del turno nocturno. Llegando a pasar casi dos horas rondando sin pensar, notando que empezaba a hacerse de día, los guardias del turno se iban, era hora del cambio matutino. Caminando tranquilamente, bueno, no del todo tranquilo, sentía que le seguían, pero cada que volteaba, no había nadie, trataba de ignorar esa sensación, de que le miraban constantemente. Apresuró ligeramente su paso, carraspeando un poco su garganta para olvidar la sensación. Pero nada. Poco a poco escuchó los pasos acercarse, se dio vuelta, deteniendo una de las manos del chico pelirrojo, siendo estampado contra la pared en ese movimiento, ese posible ataque con ese objeto metálico y filoso, iba directo a su vientre, como si supiera que tenía una posible cría, pero era imposible que supiera tal cosa.

--respóndeme... Mark--habló como pudo, era muy evidente la diferencia de fuerza a lo que ya iba debilitándose, permitiéndole al pelirrojo acercar más el cuchillo a su objetivo--Kariole es quien... te da las órdenes, ¿verdad?

--si te mato en este momento no valdría la pena decirte--llegó a escuchar un quejido salir de los labios ajenos--pero... sí... Kariole da las órdenes.

Un cuarto de aquel objeto llegó a incrustar en el vientre ajeno, sintiendo la sangre salir de aquella herida, escuchando los quejidos de dolor del más bajo, eso le daba una satisfacción total al de cabellera rojiza, el grito de una de las enfermeras interrumpió la situación, teniendo que dejar su objetivo de lado, sacando el cuchillo para luego irse del lugar. Stephan cubrió su vientre con dolor, recargándose de la pared dejándose resbalar por esta hasta sentarse en el suelo. Unas enfermeras se acercaron a ayudarle, curándole la herida, aunque al final tuvieron que llevarle a emergencias, seguramente a operarle la herida, y sacar de su cuerpo, lo que pudo haber sido un bebé dentro de ocho meses.

08:30hrs

Lentamente abrió los ojos, sintiendo un tubo que estaba en su boca, supuso que era por la operación de extraer cierta cosa de su cuerpo, mirando a su lado donde vio al azabache dormido, a lo que sonríe con dificultad debido al molesto tubo de plástico que le ayudaba a respirar. No era la primera vez que lo operaban para extraerle una parte de su cuerpo, en toda su vida le han operado un par de veces. Notó que el azabache despertaba, que, al mirar a su menor ya despierto, le toma una de sus manos empezando a acariciarle el cabello, por un momento llegó a pensar que lo perdería, las ganas de matar, al culpable de la condición actual de su pareja, no faltaban.

--me alegra saber que estas bien--menciona el azabache sin dejar de acariciarle los cabellos.

En ese momento, ingresó un médico con unos resultados, debido a la tableta que traía en manos, tenía una ligera expresión de tristeza reflejada en su rostro, más la emoción transmitida a ambos caníbales por el olor.

--quería decirles que, se va a recuperar, pero...--un suspiro de salinidad salió de sus labios--la herida provocó un daño inminente al feto, lo lamento.

Con decir eso se retira, dándole paso al castaño, el azabache le miró, aun estando en shock, ni siquiera había llegado a enterarse de que el ocre había quedado en estado de gestación. El castaño tomó asiento frente al azabache y al lado del ocre, cruzando sus brazos manteniendo su expresión seria.

--¿lo sabías?--interroga el azabache hacia el ocre, este débilmente asintió en respuesta--pero...

--no te lo dije por miedo--interrumpe la frase al mayor de los tres, llamando la atención de este-- te lo iba a decir pero luego sucedió esto--cerró sus ojos, al parecer estaba leyendo los pensamientos del menor--lo lamento.

--estas hablando por él--el azabache sonríe al caer en cuenta--telepatía, ¿cierto?

--si, posiblemente sea un defecto mío, jamás quise esta habilidad--abrió sus ojos de nuevo para mirar al mayor.

Tras decir eso se levantó, dirigiéndose a la salida del lugar, dejando sola a la pareja, con un Sajiro un tanto confundido y sorprendido a la vez, y a un Stephan débil y en condición delicada. El ocre miró de reojo a su pareja, luego llevó su mano a la cabellera obscura de su mayor, acariciando un poco esta, recibiendo una sonrisa por parte de este.

Pueden haber perdido algo ese día, una vida, pero eso no les detendría...

~<~-<-+<+*<*°<°0<0~>~

Arena ven a mí *extiende sus brazos*, tenía que hacerlo, no me maten por favor, pero si pueden dejarme su mejor insulto por haberle hecho eso al Stephan. Él: perra. Yo soy inocente, en un juicio impotente, vale, ya paro, si les ha gustado el capítulo de hoy, no se les olvide darle a la estrellita y dejar tu comentario en la cajita de abajo. Sin más que decir mis queridos lectores, me despido de ustedes con un gran abrazo... nos vemos... os quiero mucho... chao~

Atte.: TheCreeper