· cɑpítulo 8 ·

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— Me haces cosquillas. — dijo Jiwon con una risa inocente. Apartó a su amiga para sumergirse en el agua, dejando fuera solo su cabeza para ver fijamente a Sihyeon. — Algún día te vas a hacer ese tatuaje.

— Fue tu idea. — le reclamó indiferente.

— ¿Y qué? Prometiste hacerlo conmigo, y solo te fuiste.

— Yo no te obligue.

— ¿Sabes lo difícil que ha sido esconderlo de mi mamá? Estoy pasando por todo esto sola.

— Ay, pobrecita. — Sihyeon hizo un puchero hipócrita.

— Me las vas a pagar. — inmediatamente saltó sobre la menor y le metió la cabeza en el agua.

Sihyeon chapoteó agua por todos, agarró desesperadamente las manos de su amiga y las levantó para liberarse y tomar una bocanada de aire.

Se encontró frente a frente con Jiwon, aún extendiendo los brazos de la rubia en el aire. La mayor la miraba con una sonrisa burlesca.

Abrazó a Jiwon sin darle tiempo de reaccionar y ambas volvieron al agua. Sihyeon la mantuvo ahí por un tiempo, llevando a cabo su venganza.

Regresaron a la superficie, aún abrazadas, Sihyeon no dejaba que Jiwon se separara de ella.

— ¡Dejame respirar! — gritó Jiwon empujandola hasta el otro lado de la bañera.

Ambas se encontraban cansadas y respiraban profundo. Cruzaron miradas, y se mantuvieron serias unos segundos antes de romper a carcajadas y salpicarse agua la una a la otra.

— ¿Por qué eres tan tonta? —— Preguntó Sihyeon una vez terminada la batalla.

— ¿Por qué eres tan mala?

— No lo soy.

— Interrumpiste mi conversación con Seoho.

— Ay ya, supéralo.

— No puedo.

— Solo hablale el lunes, y ya. — exigió inquieta. — Y deja de hablar de él mientras estamos desnudas. ¡Pervertida! 

Jiwon volvió a recogerse el cabello, esta vez mientras arqueaba la espalda dejando su pecho al descubierto. Gotas de colores y unos pocos mechones rubios recorrieron su firme busto. Sihyeon quedó atónita ante tal imagen que se presentaba frente a ella, haciendo que algo dentro de sí comenzará a arder.

— Claro... y la pervertida soy yo.

La castaña agitó la cabeza para salir de su hipnotismo.

— Mis ojos están aquí arriba, sucia.

— ¡¿Y donde quieres que mire si me las pones casi en la cara?!

— Si te gusto, solo dímelo.

A Sihyeon se le subieron los colores al rostro, se echó agua en la cara para esconder su culpabilidad. — Tú eres la que me esta echando los perros*. — afirmó, aún con las manos en el rostro.
 
— Es que yo no lo escondo.

— ¿Ah?

Jiwon se acercó a ella rápidamente, acorralandola en una esquina de la bañera, dejando la distancia entre sus rostros alarmantemente corta para Sihyeon, quién seguía color carmín.

— Tú si me gustas. — susurró la rubia, viéndola profundamente.

— Ya no me molestes. — Sihyeon la empujó con notable disgusto.

— Ay por favor, estabas ardiendo. Incluso te echaste agua para que no lo notará.

— Eso fue porque hiciste que me ardieran los ojos con tus pechos todos feos y caídos.

⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora