Kim Sihyeon se niega a aceptar lo que siente por su inexperta mejor amiga Park Jiwon, hasta el día en que aparece el capitán del equipo de básquetbol.
Ambas se encontrarán en una redada de sentimientos que les hará darse cuenta que son más cercanas...
Llegaron al centro comercial en busca de un puesto de café, iban a la entrevista de trabajo de Sihyeon y no habían dormido lo suficiente. Jiwon estaba casi cayéndose del sueño, su amiga estaba desesperada en busca de cafeína y poniéndole toda su atención al currículum para no perderlo.
En cuanto encontraron un café, compraron un americano tamaño grande cada una y se lo acabaron en minutos.
— Lo que hicimos anoche fue muy estúpido. — dijo la menor acabandose su bebida.
— Lo lamento tanto, todo fue mi culpa. —se disculpó la rubia recostando su cabeza en la mesa.
— Ahora este café me va a poner el doble de nerviosa durante la entrevista. Pero es peor dormirme mientras el gerente me esta hablando.
— ¿De qué vas a trabajar de todos modos? ¿Modelo para alguna tienda de aquí? ¿Dependienta de algún lugar donde vendan vestidos? Los vestidos te quedan muy bellos, serias una buena cara ahí. — la cafeína estaba comenzando a hacer efecto. —¡Ya sé! ¡Probandote maquillaje! Así las clientas se querrán ver como tú, a pesar de que sería imposible. Pero también cantas... ¡No me digas! ¿Vas a trabajar cantando en los restaurantes de abajo? ¡Vendré a escucharte todos los días!
— No... Voy a trabajar en el cine.
— ¿Qué?... ¡Ah! ¿Como una de esas chicas que se visten de los personajes sexys de las películas que ya se van a estrenar?
— No, unnie. Trabajaré en la tienda, vendiendo palomitas y golosinas, tal vez boletos a veces...
Jiwon rio — ¿En serio? Ese trabajo no es para ti, eres muy bonita para eso.
— Es lo que hay... Además, los otros trabajos que mencionaste exigen mucho tiempo, y solo puedo trabajar los fines de semana y en las tardes después de clase, el cine es mi única opción.
— Con tu cara, hace mucho hubiera dejado el colegio.
— La vida no es tan fácil.
— ¡Por favor! Eres hermosa, hasta te pareces a Suzy, y encima cantas bellísimo, debiste haber audicionado para ser idol hace años.
— Eso es soñar muy alto.
— Tú música es increíble, deberías confiar más en ella.
— No estoy lista para eso. Además, me gusta que solo tú y mamá la escuchen.
— Algún día te darás cuenta del talento que tienes Sihyeon.
— Sí, pero no por ahora.
— No sé por que estas tan nerviosa, es un trabajillo nada más. Además, probablemente le gustes al gerente y te contrate en cuanto te vea.
— No digas eso, que asco.
Ambas rieron pero las interrumpió la alarma de la menor.
— ¿Ya es hora de tu entrevista?
— Sí, debemos irnos.
Se fueron tomadas del brazo hacia el último piso del centro comercial.
El cine siempre estaba en busca de empleados, la clientela se daba más por las noches y aún más durante los fines de semana, pagaba bien y concordaba con el horario de una chica que seguía estudiando, justo lo que Sihyeon estaba buscando.
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Miren lo PRECIOSA que es Sihyeon, me mueroooo
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