· cɑpítulo 47 ·

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La atmósfera se torno incómoda desde el momento en que entró a la casa.

El aura que envolvía el comedor era abrumadora, un pesado silencio reinaba en el lugar. Lo único audible eran los cubiertos chocando contra los platos y el fuerte sonido que hacia el señor Han al masticar.

Serim sabía que su amiga la había invitado para retar a su padre.

Se dio cuenta en cuanto vio la cara que hizo el dueño de la casa al verla cruzar la puerta principal.

— Todo está delicioso — alagó la pelinegra sonriente para alivianar el ambiente.

El hombre la ignoró, sin despegar los ojos de su plato.

— Gracias Serim, papá es muy bueno cocinando.

Él carraspeó, limpiandose la boca con la servilleta de tela y tirandola sobre el plato ya vacío, para después retirarse de la mesa.

— ¿T-Tu papá está bien?

— Sí — afirmó volteando los ojos —, sólo es que a veces se pone en modo cavernícola.

— No debí haber venido.

— Tonterías — rió la pelicorta — eres mi invitada. Aunque a él no le guste.

Serim hizo una pusa, analizando el rostro de la mayor — ¿Está enojado?

Eunji calló, con la mirada perdida en su comida, sin tocarla realmente y asintió.

— ¿Aún le molesta que seamos amigas?

La mayor asintió de nuevo, sin querer hacer contacto visual con la contraria.

— No deberías insistir entonces...

— ¡No me importa! — exclamó la rubia golpeando la mesa —. Él no puede escoger mis amistades, él no puede prohibirte estar en mi casa, ¡no has hecho nada malo! — las facciones de Eunji cambiaron rápidamente, su ceño estaba fruncido, sus mejillas coloradas y su boca formaba una línea recta, claramente frustrada —. No lo entiendo... No puedo entenderlo...

— Eso me alegra — musitó la menor con una sonrisa —, pero no deberías poner mi amistad sobre la relación con tu papá.... Él es tu familia...

— Estoy consciente — aceptó Mia —, pero a veces no sé porque lidia con eso de esta manera.

Serim no lograba descifrarr a lo que su amiga se refería, así que guardo silencio.

— ¿Por qué se debe desquitar contigo? — se quejó, sosteniendo el puente de su nariz —, no es como si fuera tu culpa que mamá se haya marchado.

La menor palideció, era la primera vez que Eunji mencionaba a su madre desde que la conocía. Acarició su brazo suavemente, sintiendo que debía consolarla.

— ¿Recuerdas que te hable sobre mi hermano? — soltó.

— Sí...

— Cuando Sanghyuk se fue a Europa... Todo se volvió un infierno... — contó entre risas irónicas — Mis padres no paraban de gritarse, no dejaban de señalarse, discutieron hasta quedarse sin palabras... Y dejaron de hablarse — Mia rió de nuevo, levantandose para recoger los platos de la mesa —. Un día desperté y encontré a mi madre en la puerta de la casa con sus maletas hechas — suspiró —. Dijo que había sido culpa de papá el haber perdido a su hijo.

La rubia se dirigió a la cocina, con Serim detrás de ella — No volví a verla... Y a mi hermano tampoco — su voz quebraba, pero trató de disimularlo al ponerse el delantal de cocina — sentí que había perdido todo — confesó entrecortada, apoyándose en la mesa del lavaplatos —. Y después te conocí.

⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora