Kim Sihyeon se niega a aceptar lo que siente por su inexperta mejor amiga Park Jiwon, hasta el día en que aparece el capitán del equipo de básquetbol.
Ambas se encontrarán en una redada de sentimientos que les hará darse cuenta que son más cercanas...
Sihyeon se estaba apresurando hacia las bicicletas, quería dejar lo más lejos posible al chico, y más aún, esperaba no encontrarse a Hwan en el camino.
— ¡Oye me lastimas!
— Te llevaré a casa.
Sihyeon puso las cosas de su amiga en la canasta y se subió en la bicicleta amarilla.
— Vamos, subete.
— No tengo casco.
— Usa el mío mujer, obviamente.
Jiwon se sentó de mala gana delante de su menor y paso el viaje inquieta por el hecho de que Sihyeon había interrumpido su conversación con un chico tan apuesto como Seoho.
— Llegamos.
Jiwon se bajo rápidamente y le arrebató su maletín a Sihyeon quien solo intentaba pasárselo. A paso veloz se apresuró a entrar a su casa.
— ¡Jiwon!
La mencionada se giró, volteando los ojos.
— ¿Qué?
— Mi casco.
Jiwon se quitó el objeto y se lo lanzó a su menor, siguió su camino y cerró la puerta de un portazo.
Sihyeon volteó los ojos mientras recogía su casco y fue rumbo a su casa; pero antes de salir de la colonia de su amiga su teléfono comenzó a sonar, era Jiwon.
— ¿Aló?
— Regresa
— ¿Qué paso?
— Regresate
Su mayor término la llamada y ella volvió a donde estaba casi de inmediato.
Tocó la puerta y Jiwon sacó delicadamente una chaqueta.
— La dejaste aquí antier.
— Gracias... ¿Eso es to...
Jiwon le cerró la puerta en la cara antes de que pudiera terminar, lo cual molesto a Sihyeon.
Dio un profundo suspiro y comenzó a tocar la puerta, no hubo respuesta. Siguió tocando y tocando y tocando incesantemente. Quería hartar a su amiga hasta verla obligada a abrirle.
— ¡Ya! ¿Qué quieres? — Jiwon abrió la puerta con tanta rapidez que su contraria casi la golpea.
— Disculpate. — exigió Sihyeon con aires de superioridad.
— ¡¿Yo?!
— Sí, tú.
— Oye, si una de las dos se tienen que disculpar ¡Eres tú!
— ¿Por qué? — preguntó en tono burlesco.
— Por interrumpir mi conversación con Seoho.
— Oh, ¿Estaba interrumpiendo algo? Por favor.
— ¡Obvio! ¿O acaso estas sorda?
— ¡Qué rápido encontraste interés en ese tipo!
— ¡¿Qué importa?! ¡Siendo mi amiga deberías alegrarte por mí! ¡Un chico lindo me estaba hablando!
Sihyeon se sintió mal y no siguió la discusión por unos segundos.
— La verdad sí esta algo lindo... — admitió al fin.
— Lo sé.
— Y... ¿de verdad te gustó?
Jiwon suspiró. — No Sihyeon, por favor, lo acabo de conocer.
— Esta bien. Aceptó tus disculpas.
Ambas rieron y se disculparon mutuamente.
— ¿Quieres entrar?
— ¿Prometes no hacerme daño?
— Si no me provocas.
Jiwon tomó la mano de su amiga y se dirigieron a la sala. Pasaron la tarde viendo películas y comiendo hasta que llegó la madre de Jiwon.
— ¿Como están chicas? — La mujer siempre saludaba a ambas con el mismo cariño, con un beso en la cabeza. — Bueno, ahora que ya llegue, devuelvanme el televisor.
— Dejanos terminar esta película, porfa mami. — Jiwon hizo un puchero y le dio varias palmadas a su amiga para que la imitara.
— Ya no dan tanta ternura como antes. — Se burló. — Vaya, adiosito, saquese.
Al entrar a la habitación de Jiwon, está le pasó una pijama a Sihyeon.
— ¿Y esto? — preguntó la menor.
— Para que te lo pongas después de bañarnos, dunda*.
— ¿Qué dices?
— Quédate hoy. — sugirió su amiga. — Llama a tu mamá.
— No puedo.
— ¡Vamos! Me lo debes.
— Pero...
— Si te vas, ni se te ocurra hablarme hasta el lunes y olvidate de la ropa que dejaste aquí siempre.
— ¡No es jus...
— La vez pasada dejaste tu maquillaje también...
La menor sucumbió a los chantajes de su amiga y le marcó a su mamá.
— ¿Sihyeon?
— Hola mami.
Jiwon saltó a la cama junto a ella. — Ponla en alta voz. — susurró.
— Mami... ¿Me puedo quedar en la casa de Jiwon hoy?
— Por favor, por favor por favor, por favor. — suplicaba la mayor.
— Hija, pero tienes una entrevista de trabajo mañana temprano.
— Sí mamá, pero de todos modos el lugar me queda más cerca acá, y tengo ropa y maquillaje en la casa de Jiwon.
Su madre no respondió por unos segundo. — Esta bien cariño. — dijo al fin, cortando el suspenso. — No se vayan a desvelar, Jiwon saludame a tú mamá.
— ¡Claro señora Kim! ¡Muchas gracias!
— ¡Gracias mami te amo! — respondió la menor riendo.
Siempre que se quedaba con su amiga se sentía emocionada, a pesar de que no era algo raro en ellas. Pero ese día, por alguna razón, se sentía más nerviosa de lo normal.
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*Dunda: Significa tonta.
La verdad estoy haciendo esta historia porque me gusta lo cliché jajajaja