· cɑpítulo 42 ·

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Cuando la maestra término de devolver los celulares, mientras tomaba lista al mismo tiempo, le ordenó a las alumnas que se acercaran para dar los avisos.

— Nos veremos aquí a las 3 de la tarde para la segunda parte de la charla y después nos instalaremos en el hotel ¿Entendido?

— ¡Entendido señorita Kim! — exclamó el grupo en unísono.

— Gracias a Dios, me muero de hambre. — dejó salir Serim cuando el grupo se dispersó.

— Hay una cafetería aquí cerca — señaló Sihyeon —, es bastante cómoda y muy barata.

— ¿En serio? — preguntó Mia.

— Sí, mi mamá me traía seguido después de que vinimos con la familia de Jiwon.

— ¡Ya sé de cual hablas! — soltó la mencionada —. Solo fui una vez pero recuerdo que la comida era muy buena. ¡Vamos! — Jiwon tomó emocionada la mano de Sihyeon con intenciones de encaminarse hacia el puesto de comida, hasta que recordo su compromiso. — Oh... — se quejó — No puedo ir.

— ¿Por qué?

— Tengo algo que hacer... — por alguna razón se sentía triste de tener que ver a su novio — ¡Pero vayan ustedes! Estaré de vuelta para cuando continúe la exposición.

— ¿Segura? — cuestionó Sihyeon.

— ¡Sí! Estaré bien.

— Bueno... Nos vemos entonces — dijo la castaña, con un tono de preocupación en su voz —, pero avisame si te pasa algo ¿Okay?

— ¡Okay!

La rubia se despidió de sus amigas para después caminar hasta la salida del arboreto. Había chequeado la dirección un par de veces y sabía que el restaurante quedaba fuera del lugar, unas cuantas calles más adelante.

Tenía dudas sobre la ubicación exacta, por lo cual sacó su celular para revisar las indicaciones otra vez.

Pero al desbloquearlo, se apagó.

Lo había entregado encendido y se descargó con el transcurso de las horas.

— Mierda.

No se preocupo demasiado. Abrió su mochila y sacó el mapa que les habían ofrecido en la entrada del arboreto.

Lo desdoblo y buscó el logo del restaurante; después de un rato logró encontrarlo, bueno, uno de ellos. No tardó en percatarse de que habían por lo menos seis M amarillas en toda el área que delimitaba la hoja de papel. Escogió el logotipo que creía estaba más cerca de la ubicación que le había enviado Seoho, y emprendió viaje.

Pero Jiwon no tomó en cuenta un pequeño detalle.

Ella no estaba segura de como leer un mapa.

Aún así, intento seguir el trayecto lo mejor que pudo. Obedeció paso a paso las indicaciones del mapa hasta llegar a... una librería. Lo intento de nuevo persiguiendo la misma M, pero término en una tienda de mascotas. Trató de seguir el camino hacia otro de los logos, el que parecía estar más cerca del arboreto, y la recibió un salón de belleza.

Se mantuvo estática frente al negocio, viendo la gran estructura frente a ella, y dejó salir un suspiro de cansancio.

En ese momento se le ocurrió algo.

— Hola, buenas tardes — saludó cordialmente a las estilistas del lugar, quienes la voltearon a ver sincronicamente. Jiwon trago en seco al tener tantos ojos sobre ella. —. M-me preguntaba si podía cargar mi celular aquí... Si no es molestia — pidió vacilante —, verán estoy en aprietos y-

⠀𝑱𝒂𝒓𝒅𝒊𝒏 𝒅𝒆 𝑺𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 ִֶָ  𝐸𝑣𝑒𝑟𝑔𝑙𝑜𝑤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora