Kim Sihyeon se niega a aceptar lo que siente por su inexperta mejor amiga Park Jiwon, hasta el día en que aparece el capitán del equipo de básquetbol.
Ambas se encontrarán en una redada de sentimientos que les hará darse cuenta que son más cercanas...
Jiwon fue la primera en entrar al baño, mientras que Sihyeon tenía pensado esperar a que ella terminase.
— ¿Vas a entrar? — preguntó la rubia con descaro.
— ¿Ah?
— ¡Entra! — gritaba la mayor desde adentro.
— Esta chica.... — se quejó.
Al entrar al baño, Jiwon se encontraba dándole la espalda, metida en la bañera. Cuando esta vio a Sihyeon se deslizó a un extremo para darle espacio a su amiga. La rubia sostenía cuidadosamente un objeto esférico en sus manos, no quería que cayera al agua.
— Usaré la regadera. — planteó la menor.
— Obvio no, compre la bathbomb intergalactica y quiero probarla contigo.
— Yo...
— ¡Entra! Por Dios.
Le hubiera gustado convencerse de que simplemente seguía las órdenes de su mayor, pero muy en sus adentros sabía que estaba sucumbiendo a sus deseos más profundos.
Ignoró todo pensamiento que pudo haber surgido en ese momento, se amarró el cabello y se concentró en quitarse la ropa y entrar rápido al agua.
— ¿Lista? — preguntó la mayor una vez que su amiga se encontraba junto a ella.
Sihyeon asintió con la cabeza.
Sumergió la esfera y comenzaron a esparcirse una vasta variedad de colores. Azules, rosados, amarillos, y violetas revoloteaban por el agua, la espuma blanca hacia que aquel espectáculo fuese aún más admirable.
— ¡Es hermoso! — expresó la menor.
— ¡Lo sé!
Sihyeon se sorprendió por la corta respuesta de su contraria, pero al verla no pudo evitar notar el brillo de sus ojos. Jiwon estaba pérdida ante la presencia de algo tan bonito. Ella amaba las estrellas, la galaxia le daba tanta curiosidad y alegría, soñaba con un día, de alguna forma, poder estudiar en la NASA y ese momento era lo más cercano que tenía a nadar entre las constelaciones.
La menor contemplaba el rostro de Jiwon con una penetrante mirada, y por más que lo intentaba no podía apartar la vista.
La vio jugando con la espuma entre los dedos, y poniendola en la cabeza de ambas mientras reían, haciendo remolinos en el agua con las manos para apreciar mejor los colores, dibujando flores y estrellas en los pequeños espejos empañados que se encontraban pegados a la pared, cerca de la bañera como decoración.
Sihyeon no se había dado cuenta que todo este tiempo se mantuvo en un solo lugar para poder apreciar mejor a su mayor.
— Lavame la espalda. — le ordenó Jiwon de manera repentina, mientras le daba un paste de baño lleno de jabón.
Lo tomó distraída e intento actuar natural.
— Recogeté el pelo.
La mayor sujeto su cabello con ambas manos revelando un bello tatuaje justo en medio de su espalda.
Era de una pequeña galaxia, con colores parecidos a los del agua de la bañera, con la constelación de Tauro sobre ella.
Sihyeon comenzó a restregarle la espalda. Su piel era blanca y luminosa como las perlas, suave como seda, sin una sola imperfección además del dibujo que la decoraba.
Había sido producto de una estupidez en su primera borrachera. Sihyeon también se iba a hacer uno de las flores del jardín pero no tenía dinero para pagarlo. Jiwon tuvo mucha suerte de que por lo menos el suyo había quedado como lo imaginó, sabiendo que no estaba completamente consciente cuando se lo hicieron.
En ese instante Sihyeon estaba buscando cualquier excusa para acariciarla. Le aplicó jabón en el cuello, en los hombros, y en los brazos. Tocó el tatuaje con mucha suavidad, quería seguir recorriendo su cuerpo con delicadeza.
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por si no saben qué es una bath bomb😛
el tatuaje es así pero ubicado en la espalda.
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miren que bella es jiwon aiiudaa
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