XXV

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-¿cuánto dura tu celo Oliver?—pregunto Luke mientras desayunaban, este era el cuarto día desde que inicio el celo del omega y su segundo día como una pareja, miro al omega que no respondía notando así la incomodidad que reflejaba su cara—lo siento solo era una pregunta, además que son esas pastillas rosas que están en el baño, ya son varios días que las veo, acaso... ¿te sientes enfermo?, si es así vamos al hospital—dijo viéndolo con real preocupación, pero la cara de Oliver parecía un tomate maduro de tan enrojecida de vergüenza.

-son anticonceptivos—dijo tímido, desviando la mirada, el alfa abrió la boca sorprendido pero después reacciono cerrándola para no hacer sentir mal a Oliver, era más que obvio que el omega los tomaba ya que este nunca hablo de formar una familia.

-Oliver ¿no quieres tener hijos?—pregunto dudoso mirando al suelo, el omega estaba petrificado, ahora se sentía con la soga al cuello, si no decía nada el alfa tendría suposiciones, pero si decía la verdad lastimaría a Luke, pero en esta situación cualquiera que fuera su respuesta lastimaría al alfa.

—quiero tener hijos, pero no ahora—finalizo casi en un susurro pensando que asi lastimaría menos a Luke.

-oh...ya veo—respondió rascándose la cabeza, era lo más lógico pero aun así no diría que no le lastimaron las palabras, soltó un suspiro mirando como holly se acercaba a ellos tras haber terminado de comer, en eso recordó que el alimento de holly estaba por terminarse y así zafarse de este silencio, tomaría ese tiempo para pensar lo sucedido—Oliver a holly se le está terminando su alimento, iré al supermercado y traeré algunas cosas más que hacen falta en la casa...también iré a ver a la bebe sami para preguntar si ellos necesitan algo, ¿tú necesitas alguna cosa?—pregunto mirando a Oliver y este solamente desviaba la mirada.

-¿puedes traer condones?—pregunto avergonzado, Luke le miro incrédulo asiendo suspirar a Oliver—mis pastillas se terminaran y no me serán útiles por lo menos los siguientes dos días de mi celo—le explico al alfa este sin más asintió y subió por un abrigo, la mañana estaba fría dando a entender que el otoño se acercaba, tras tomar el primero que vio, bajo con prisa los escalones y busco con la mirada a Oliver, camino a la cocina dejándole un tierno beso en el cuello, tomo de la cintura a este y pego la espalda del omega a su pecho en un cálido abrazo—oye estoy lavando los platos—dijo juguetonamente olvidando la tensión de hace unos momentos.

-me voy regresare pronto—aviso soltando al omega y caminando hacia la puerta escuchando de fondo un cuídate por parte de Oliver, salió del departamento y camino directamente al elevador espero por uno segundos hasta que una voz le interrumpió.

-así que... el lindo omega ahora es tu pareja—dijo la persona detrás de sí, escucho como unos pasos resonaban detrás de si hasta que se detuvieron a sus espaldas—acaso tu no salías con jovencitas betas, que te hizo cambiar de opinión, tan bueno ha de ser ese omega en la cama para convencerte—soltó con burla causando un enojo fuerte en Luke, sin más se dio vuelta encarando a tipo detrás de él, al estar cara a cara se lanzaron miradas retadoras, ambos estaban de la misma estatura así que se miraban directamente a los ojos.

-¡cállate maldito vago!—soltó con repudio Luke, mientras que el otro esbozo una sonrisa burlona.

El alfa contario respondió con sarcasmo—vaya, ¡el lobito saco sus colmillos!, pero que te ofendió si tú mismo me dijiste de tus preferencias y cuanto odiabas a los omegas, la única razón lógica que veo es que ese omega te convenció bonito en la cama—respondió inflando su pecho orgulloso de cambiarle el rostro a Luke.

Luke volvió a retomar compostura ante el otro alfa—¿cuándo lo viste y que tanto viste?—pregunto rápido con un aire de exasperación.

-um...--soltó para fastidiar más a Luke—lo he visto unas cuantas veces y te aseguro que vi lo suficiente para quererlo en mi cama—finalizo sonriendo abiertamente, pero su rostro cambio abruptamente al sentir como era tomado por su camisa mientras que Luke le mandaba una mirada de coraje puro.

-mira maldito drogadicto—dijo entre dientes ya que su mandíbula estaba muy tensa del enojo que sentía—no te le acerques si valoras tu vida, él es mío, además crees que me será infiel contigo, pfff, eres tan idiota—dijo soltando al alfa—eres un ser repúgnate, tu cabello es un asco, hueles a mierda, fumas y te inyectas más mierdas y solo sobrevives ya que tu papi y tu mami son dueños de una cadena de hoteles lujosos, si no fuera por ellos, tu venderías tu trasero para sobrevivir en las calles, así que no te le acerques—finalizo alejándose de él y bajando por las escaleras.

El otro alfa solo soltó una carcajada, ahora sabia donde golpear a Luke, además era tan importante ese omega para defenderlo y molestarse, claramente no era como las otras mujeres, ahora sabía que el omega era especial, y no contuvo nuevamente la risa, estaba riendo de lo que había descubierto.

-¡maldito maniático de que te ríes!—exclamo el alfa del departamento 2-19—molestaste nuevamente a Luke, sabes que eso me harta Altair—dijo con pesadez frutándose su frente.

-Elies... pensé que éramos amigos—dijo con ofendido falsamente—y también pensé que odiabas al idiota de Luke... acaso todo lo que me dijiste era mentira.

-solo vuelve a tu departamento y no causes problemas—dijo presionando el botón para llamar el ascensor dándole la espalda, Altair al sentirse ignorado regreso enfadado a su departamento, el 1-19. 

Papa TemporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora