V

53 11 7
                                    

-lo siento por la descortesía-dijo abochornado oliver, ambos estaban en el automóvil.
-no te preocupes solo fue un pequeño accidente de mi sobrinito~-hablo mientras acariciaba la cabeza del niño que lo miraba confundido-mi hermano te consiente mucho, tienes tu propio automóvil con un chófer que maneja por ti... que comodidad~-dijo para estirar un poco sus brazos y recostarse en el asiento.
-no conduzco por qué no me deja-hablo en un susurro girando su rostro hasta la ventana mientras abrazaba a su hijo que estaba sentado sobre sus piernas.
-¿y cuantos años tiene mi sobrino?-preguntó nuevamente mirando al niño que con sus manitas levantó dos de sus cortos dedos-¡dos! Que rápido pasa el tiempo, la última vez que Jabes me habló de su familia fue para decirme que estaba en espera de un hijo.
-al parecer no son tan unidos-dijo oliver para mirar al alfa, este era idéntico a su marido, simplemente se diferenciaban por su voz y su corte de cabello, su alfa simple lo mantenía recortado y su hermano lo tenía más largo, su esposo tenía una voz muy profunda mientras que en su gemelo no lo era tanto.
-pues él está ocupado aquí y yo también lo estoy en Francia así que no tenemos el tiempo-respondió con simpleza y el auto se detuvo-¿llegamos?
-si-respondió oliver y abrió la puerta del auto para dejar bajar primero a su retoño y después salir, camino con el hermano gemelo de su alfa hasta el recibidor de la casa, ahí ordenó a unas sirvientas ayudar con las maletas del alfa visitante y juntos caminaron a la segunda planta, en silencio caminaron al fondo del pasillo y oliver abrió la última puerta dejando pasar a su cuñado-esta es tu habitación, tienes un closet entero para tus pertenencias, también un baño privado y está cama, si necesitas algo más pidemelo y yo consultaré a mi esposo-hablo y cuando estuvo apuntó de cerrar la puerta y dejar al alfa este lo freno.
-este... ¿A que hora comen?
-la hora de comida es a las 2 p.m-dijo para cerrar la puerta dejando al alfa con las palabras en la punta de su lengua.
Oliver camino mirando como su hijo jugaba feliz con uno de sus peluches en la sala, con una sonrisa se acercó a él y jugó también hasta que samantha llegara a casa.

[.......]

-¡mami estoy en casa!-grito mientras corría por el pasillo y  empujó fuertemente la puerta de la sala asustando a oliver y milán, samantha sin mas se lanzó a los brazos de su madre recibiendo calor maternal, aspirando el relajante aroma a lavandas que emanaba y recibiendo mimos.
-samy~ vamos al comedor, hoy tenemos una visita-informo oliver separando a la niña de su pecho, se coloco de pie y ayudó a sus hijos también, sujeto a los niños de sus manos y camino con ellos escuchando un poco del día escolar de su hija que no paraba de hablar de lo mucho que se divertía.
Los tres tomaron sus respectivos lugares, excepto la silla central de la mesa, ahí era el lugar de Jabes, cuando los platos fueron servidos por algunas de las trabajadoras, después la puerta se abrió dejando ver al gemelo de Jabes,
Samantha miró confusa al alfa que tomaba asiento en la silla central, miró a su madre buscando una explicación y oliver simplemente le regalo una sonrisa para que la niña dejara su ansiedad de lado, cosa que no fue muy eficaz, una de las sirvientas entró con un plato humeante de comida, el hombre un poco incómodo busco aquella mirada que tenía sobre el encontrándose con unos preciosos ojos azules que le puso la piel de gallina, el estómago se le contrajo y su mente se quedó en blanco.
-samantha deja de mirar así a la visita-ordenó oliver sintiendo la incomodidad y pesadez en el ambiente-este alfa es el hermano gemelo de tu papá, es tu tío por favor deja de mirarlo así-explico y la niña solo se limitó a comer, el ambiente incómodo perduró hasta que todos terminaron con sus alimentos, Samantha subió a su habitación para hacer las tareas escolares del día, Milán después de la comida el sueño se apoderó de él y fue arrullado en los brazos de su madre, oliver y el alfa se quedaron en silencio hasta que el pequeño durmió profundamente-¿cual es tu nombre?-preguntó el omega tratando de aliviar la tensión.
-es cierto! Aún no me he presentado-dijo para darle un sorbo al vaso con agua y después carraspear un poco aclarando su voz-mi nombre es Kiran Taylor-hablo con una sonrisa cálida mirando al omega, oliver se sonrojo, aquel hombre tenía una aura amable y cálida que hacía que el corazón intentará salir de su pecho-tu eres el hijastro de mi tía, ¿como esta ella y su esposa Irene?
-bien... Ambas están saludables-respondió un poco incómodo ya que su corazón no dejaba de latir desenfrenadamente, sin pensarlo su aroma poco a poco se libero llenando de tenuemente la habitación a el aroma de lavandas.
-puedes estar tranquilo, yo no te haré nada, no soy como mi hermano-y las miradas de ambos se encontraron, los ojos de oliver tenían un brillo especial, el alma de Kiran cayó de inmediato a los pies de ese brillo, un enorme sentimiento de tranquilidad, compasión y ternura invadió la mente del alfa deseando ver más del omega que era simplemente encantador.
El niño entre los brazos del omega se comenzó a remover y fruncio su ceño, entre sueños estaba molesto y amenazante con llorar, oliver instintivamente solto más de su aroma y mecio entre sus brazos al niño, milán comenzó a relajar su rostro, oliver se levantó de la mesa se disculpo con su cuñado y camino hasta la habitación del niño para recostarlo y que durmiera más cómodo y sin molestias.
Sus piernas flaquearon cuando apenas salió de su habitación, arrastrándose por el pasillo intentó llegar a su habitación, su celo acaba de iniciar y al tener otro alfa tan cerca era peligroso,estaba justo en frente de su habitación cuando otra presencia detuvo el intento de oliver por refugiarse.

Papa TemporalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora