Papa Temporal

XIX

Dos días después de la llegada del alfa, Oliver cada vez se sentía más cansado de lo habitual, no se explicaba el porqué, siempre que luke estaba cerca sus síntomas empeoraban, al parecer el alfa también lo noto pero no lo ayudo mucho.

Esa mañana estaba en la cocina preparando el desayuno y el almuerzo que le empacaría a luke ya que este no regresaría hasta la noche, ahora eran casi tres semanas de rutina, tal vez lo estaban agobiando.

El alfa bajo las escaleras con la bebe en brazos, cruzo la sala y se adentró a la cocina para ver como aquel omega le daba la espalda, soltó un suspiro mirando la delicada figura, luke no era ciego, sabía que Oliver poseía una gran belleza que admirada en secreto, el omega se dio la vuelta mirando al alfa y dándole indicaciones de sentarse ya que el desayuno estaba listo.

Luke acato las ordenes y tras 20 minutos en un silencio cómodo el alfa se levantó tomo sus cosas, se despidió de su hija y salió del departamento, el omega se al escuchar como la puerta era cerrada, se levantó y comenzó a limpiar el departamento sintiendo un poco de fiebre y sus músculos más tensos.

Había pasado ya medio día y era hora de su almuerzo, estaba en una sesión de fotos para una revista, pero su mente estaba una y otra vez pensando en Oliver, tomo el recipiente de su comida y camino al lugar de la cafetería donde estaba un horno microondas, este adentro la comida y espero recordando una vez más la silueta que le dejo conmovido en la mañana.

Claramente se estaba volviendo loco por el omega, le encantaba su voz, sus ojos, su suave cabello, el exquisito y llamativo aroma de un omega fértil y joven, mas su cuerpo andrógino le daban escalofríos de solo pensar en eso, de cómo se vería su piel desnuda, que tan perfecta seria su piel con una capa de sudor empañándola.

(Si sigo pensando así tendré una erección) se dijo a si mismo borrando todas sus fantasías.

Soltó otro suspiro y saco su comida, camino nuevamente hasta llegar a unas mesas y tomo asiento en una de ellas, miro su comida e inexplicablemente una sonrisa se asomó por sus comisuras, ninguna otra persona había hecho su almuerzo excepto su madre hace más de 10 años.

Y con esa sensación dio el primer bocado casi soltando un ronroneo por el existo sabor que tenía la comida.

Pasaron minutos y ya casi terminada su plato hasta que alguien se sentó delante de él, rápidamente esa ligera sonrisa se deformo en una mueca, la persona que tenía en frente se rio por su expresión.

-jajaja, siempre heces esas caras de tonto que tanto me encantan-dijo la persona.

-¿¡qué haces aquí!?-exclamo casi en un grito lleno de confusión y coraje guardado especialmente a esa persona.

-oye no me grites-dijo la persona arrugando su frente-solo te vi y pase a saludar, que no puedo tratarte civilizadamente, o acaso sigues molesto conmigo.

-claro que lo estoy, como vas a querer que reaccione ante la persona que más amaba me haya engañado con mi padre-replico con coraje.

-vaya que bajo haz caído-dijo nuevamente la persona-sabes el pasado ya no importa, soy una dama y exijo al menos algo de respeto de tu parte.

-viniste a solo decirme eso, porque estoy muy cansado de esta mierda así que será mejor que te largues-respondió secamente.

-ah, como sea-se levantó y saco de su costosa bolsa una carpeta y se la dio al alfa-tu padre me envió, me dijo que te entregara esto ya que no tiene tiempo de estarte buscando.

-¿Qué es esto?-pregunto el alfa mirando lo que tenía entre manos.

-es información del padre de la bebe-al decir esto le arrebato la carpeta color miel y el alfa la miro aún más confundido-esta es una valiosa información que le costó a tu padre miles de dólares, me dijo que yo pusiera las reglas de este estúpido jueguito, así que te doy esta carpeta y vamos a una cita.

-¡¿una cita?! Es enserio-se burló el alfa-jamás volveré a estar contigo entiéndelo y menos por una pequeña parte de la información.

-¿quién dijo que era la única carpeta?-respondió la mujer.

-¿cuantas más existen?-pregunto el alfa.

-que yo conozca al menos 5 mas-respondió juguetonamente-así que... ¿estarás ocupado esta noche?

-eres una maldita embustera-respondió con una sonrisa forzada.

-eso es un si-pregunto mirando a luke pero este solo asintió-ok...te la daré en el hotel IMPERIAL, ahí cenaremos, la reservación está a mi nombre, nos vemos a las 8.

Al terminar la mujer guardo la carpeta en su bolso y salió de ahí, luke se sentó derrotado en la silla, su padre sí que sabía jugar sucio, pero no se dejaría intimidar por nadie.

(..................)

Después de ese suceso, el departamento estaba solo y tranquilo pues la bebe dormía, apenas eran las 7 de la noche y Oliver sintió una necesidad de tocarse, su cuerpo se calentó y una erección le pedía atención así que sin más se adentró a su habitación pero tanta era su necesidad que no cerro bien la puerta dejando un espacio.

-aah-soltó suavemente al liberarse de toda su ropa, quedando expuesto para tirarse a la cama y recostar su espalda en ella.

Sin más con su mano derecha comenzó bombear de arriba abajo sobre su miembro duramente, e inconscientemente su entrada se comenzó a lubricarse ocasionando un cosquilleo que cada vez era más intenso, sin ninguna opción introdujo un dedo de su mano izquierda.

-uggghh-gimió al insertar el segundo dedo.

Paso al tercer dedo y sus movimientos eran más rudos, comenzó a soltar más gemidos y jadeos mientras que algunas lágrimas de placer salían de sus ojos los cuales miraban el foco que estaba encendido iluminando la habitación.

-AAAHH-soltó sonoramente al expulsar un pequeño chorro de semen que cayó en su vientre, mientras que de su entrada salió más cantidad de lubricante que se desbordo y comenzó a escurrir.

En la habitación solo se escuchaban jadeos y se podía ver el cuerpo del omega tendido en la cama, Oliver con la poca fuerza que tenía logro sentarse en la cama pero un escalofrió le llego y miro directamente a la puerta y noto aquel espacio sin cerrar, se apresuró y la cerro con el rostro rojo de vergüenza.

Pero había sido muy tarde ya que luke había visto absolutamente todo y ahora se encontraba en la ducha atendiendo su erección.