it isn't in my blood [black]

capítulo 14: el mapa del Merodeador

Imogen había decidido darle espacio a Regulus y a Harry hasta el 25 de diciembre, pero no podía evitar sentirse mal. Era el día de Navidad.

Se dirigió primero a las mazmorras para ver a Regulus.

-Salazar Slytherin- murmuró la contraseña rodando los ojos.

No había nadie en la sala común. Lo cual era de esperar ya que la mayoría de los alumnos se  habían ido a casa.

-¿Regulus?- llamó y poco después apareció su hijo con Salem en brazos.

Cuando lo tuvo en frente no supo muy bien qué decir.

-Emmmm- se rascó la nuca- sé que estás enfadado conmigo y tal, pero es Navidad y bueno, tus regalos...

Hizo aparecer sobre la mesa algunos paquetes. La mayoría eran libros sobre Animales Fantásticos y sus cuidados. Le regaló ropa y varios discos de música.

-Gracias, mamá- intentó mantenerse serio pero acabó sonriendo levemente- yo también te he comprado algo.

Eran unas gafas de sol que una vez vieron en un escaparate en Londres y le encantaron.

-¡Te has acordado!- exclamó con ilusión- gracias Reggie...tengo otra cosa más para ti.

Cogió una caja que había también sobre la mesa.

En esa caja estaban todos los recuerdos que tenía con Sirius que había guardado pero nunca fue capaz de quemar.

-Sé que probablemente soy la persona a la que menos quieres ver ahora mismo...

-No, mamá- suspiró- entiendo por qué me lo ocultaste. Pero entiende que no es algo agradable que te digan de repente que tu padre es un asesino y que traicionó a su familia. Incluido a mí.

Imogen lo miró con dolor.

-Lo entiendo- abrió la caja- Sirius ha causado mucho daño, pero aquí están todos los recuerdos que tengo con él. Si alguna vez quieres mirarlos...- le dio la caja.

-Intentaré no quemarla- respondió serio, pero se levantó y la abrazó- feliz Navidad, mamá.

-Feliz Navidad, hijo- se levantó- voy a la torre de Gryffindor a darle los regalos a los chicos, ¿vienes?

-¿A la Sala Común de Gryffindor?- puso cara de asco y su madre le dio un golpe amistoso.

-No te cueles, que estás hablando con una.

Ambos rieron y la mayor se fue.

En el camino estaba nerviosa. Sabía que Regulus acabaría entendiéndola, pero Harry estaba destrozado cuando lo descubrió.

Cuando entró, Hermione, Ron y Harry estaban abriendo sus regalos.

-Hola- dijo fallándole un poco la voz- os he traído vuestros regalos. Quería dároslo en persona.

-Antes que eso...- comenzó Harry- lamento mucho cómo reaccioné. Desde aquella noche todo lo que has hecho ha sido para protegernos y aunque considero que deberías haber hablado con Regulus y conmigo antes, estoy seguro de que si no lo hiciste fue porque considerabas que era la mejor opción para nosotros...

Imogen lo interrumpió con un fuerte abrazo maternal. Sonrió ampliamente y le dio su regala.

-¿Una Saeta de Fuego?- abrió sus ojos con sorpresa y Ron soltó un gritito haciéndola reír- pero...¿cómo? ¡Gracias!

La abrazó tan fuerte que casi la tira.

-Y...- sacó otros dos regalos para Hermione y Ron- esto es para vosotros.