it isn't in my blood [black]

capítulo 24: la Sala de los Menesteres

Era de madrugada e Imogen no podía dormir, aunque eso ya se había hecho una costumbre en ella. Cogió la capa de invisibilidad (James se la dejó tras graduarse) y se dirigió a su rincón favorito de Hogwarts: la Torre de Astronomía.

Iba caminando tranquilamente hasta que sintió que alguien la cogía y la arrastraba hacia un lado, quitándole la capa.

-¡Expulso!- gritó aterrorizada  de que pudiera ser un mortífago, siendo incapaz de ver algo.

La maldición no alcanzó a darle a Regulus de milagro. Cuando ella lo vio se llevó las manos a la boca sorprendida. Se escuchó un estruendo proveniente del muro al que le había dado.

-¡Perdón!- se acercó a el- ¿te he dado?

-¡No!- todavía estaba impactado por el susto- ¡eso era un Expulso, me das y me matas!

-¡No deberías haber hecho eso, idiota!

Escucharon pasos.

-Mierda- lo cogió de la muñeca y empezaron a correr.

Habían llegado corriendo hasta el séptimo piso, sentían que Filch les pisaba los talones. Estaban seguros de que recibirían el castigo de sus vidas, pero de repente apareció una puerta en el gran muro.

-¿Qué coj...- empezó a decir Regulus, confuso.

-¡Vamos!- lo arrastró hacia dentro.

Era una sala  bastante espaciosa, con unos sillones junto a una chimenea que mantenía el ambiente cálido.

-Creo que acabamos de encontrar la Sala de los Menesteres- dijo Imogen alucinando.

-¿Filch podrá entrar?

-No lo creo- negó- ¿se puede saber que pretendías al agarrarme así en medio de un pasillos a oscuras, Regulus? 

-No quería asustarte- se sentó en un sillón- sabía que irías a la Torre. Llevas haciéndolo todo el curso y quería hablar contigo.

-¿Cómo sabes que...

-Yo tampoco puedo dormir- la interrumpió- así que también suelo ir a la Torre.

-Nunca te he visto.

-Porque no he querido que me vieras- se encogió de hombros- no podía arriesgarme a que volvieran a vernos juntos y te hicieran algo, pero estaba ahí, incluso te veía volar por el castillo desde el balcón.

Ella asintió levemente.

-¿Por qué querías hablar conmigo?

-Lo siento por Mary- la miró mientras ella se sentaba en el sofá de enfrente- lamento haber llegado tarde.

-Nosotros también- sonrió débilmente- Peter está devastado, pero gracias por habernos avisado y, por si quieres saberlo, no le dijimos a nadie que tú nos avisaste.

-Vale- asintió- si hay alg...

-¿Por qué querías hablarme realmente?- volvió a preguntar.

Lo conocía demasiado bien como para saber que había algo más que quería decirle.

-Yo...-se rascó la nuca y se puso muy serio- no sé. Quería verte.

-¿Por qué ahora?

-¡Porque no aguanto más!- estalló- no puedo más, Imogen.

Ella frunció el ceño, se levantó y se colocó justo delante de el para después arrodillarse y quedar a su altura.

-Siempre has sido de pocas palabras- sonrió- pero necesito que te expliques si quieres que te ayude.