capítulo 31: dolor y gloria

1K 97 19
                                    


Fleamont y Euphemia Potter

"Juntos hasta el final"

Imogen releyó la frase en la lápida de sus padres una y otra vez.

Ambos habían ido a un viaje con unos amigos y habían contraído viruela de dragón. Hubieran salido del paso si no fuera por su avanzada edad. 

Fueron meses de tristeza para ellos, ver como las personas que los habían criado y les habían enseñado gran parte de lo que sabían se iban apagando poco a poco.

Dentro del dolor, Imogen encontró consuelo en el próximo nacimiento de su sobrino, pero sobre todo, le daba una inmensa paz saber que sus padres habían vivido una vida plena. Habían amado y habían sido amados. Habían viajado y disfrutado. Habían vivido.

Ellos ya sabían que pronto pasaría. Ambos eran muy mayores incluso cuando Imogen y James nacieron, pero uno no está nunca preparado para esto.

James se obligó a si mismo a superarlo pronto. A su mujer le faltaban semanas para dar a luz y debía seguir adelante por su hijo. Imogen seguía visitando el cementerio todos los días. Y Sirius había vuelto a su etapa de encerramiento, lo que hacía que sus amigos estuvieran más preocupados y tristes.

Allí estaba, sentada frente a las lápidas de sus padres, hablando sola.

-Estoy cansada de perder a las personas a las que quiero- susurró, al borde del llanto- os echo de menos.

Acarició la piedra fría.

-He venido a despedirme, otra vez- continuó- James intenta ser fuerte, ¿sabéis? pero Lily me ha dicho que lo escucha llorar cuando piensa que ella se ha dormido. Creo que- tuvo que hacer una pausa para no romper a llorar- creo que necesito dejaros ir, definitivamente. Para poder seguir, por el bebé que viene. Ojalá lo hubierais podido conocer.

Hizo un puchero y se mordió el labio para no llorar.

-En poco más de un año, he perdido a mi mejor amiga, al chico al que amaba y a mis padres- sonrió tristemente- hubo algún tiempo en el que lo tenía todo y ni siquiera lo sabe. Ahora es una enorme nada desde que ya no estáis ninguno de los 4.

>>Vuestro recuerdo me quita el aire por un momento, pero luego siempre me toca seguir respirando, aunque ya es distinto. Como tú decías, mami, "la vida continuará cuando yo no esté", pero sigue un poco más triste desde que no me abrazáis.

>>Ahora recuerdo con cariño las veces que me decíais las cosas por mi bien. Bueno, a mí y a James. Hemos aprendido de vosotros y de vuestro cariño incondicional. Todas las cosas buenas y alegres que nos sucedan seguirán siendo, en parte, por todo lo que nos enseñasteis. Nunca te olvidaremos.

Sus lágrimas caían sobre el mármol.

-Descansad- sonrió- os quiero.

Se levantó y se chocó con Sirius. Lo había escuchado todo y estaba también con las lágrimas empapando sus mejillas.

La abrazó.

- Lo siento- dijo él.

-¿Por?- lo miró.

-Te he dejado sola cuando me necesitabas- le secó las lágrimas- como cuando murió Marlene.

Ella sonrió y lo volvió a abrazar.

-Ven a casa- Imogen le dijo- creo que Remus ha hecho bizcocho.

Sirius rió, con la nariz roja todavía por haber llorado.

-Espera- miró las lápidas- yo también quiero despedirme.

Imogen sabía que le costaba expresarse, así que decidió esperarlo fuera, para que tuviera más libertad.

it isn't in my blood [black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora