it isn't in my blood [black]

capítulo 9: disculpas y mandrágoras

Antes de que Imogen pudiera darse cuenta, estaba a pocos días de la luna llena de octubre, lo que significaba que debía colarse en los invernaderos y coger una hoja de mandrágora. Sola.

Después de la discusión que tuvieron, ninguno se había atrevido a hablarle al otro, ni siquiera cuando Regulus atrapó la snitch, dándole la victoria a su equipo. Siendo honestos, la chica se alegró mucho de que lo hubiera conseguido siguiendo sus consejos, pero todavía estaba lo suficientemente dolida como para darle la enhorabuena. Por otra parte, la victoria para Regulus no le sentó como debería. No se sintió completo cuando sus compañeros lo levantaban y toda su casa vitoreaba su nombre. Le faltaba algo.

Sin embargo, con o sin él, Imogen iba a seguir su plan previsto, y para la próxima tormenta eléctrica, si todo salía bien, se convertiría en animaga.

Entrar en los invernaderos sin ser vista no sería complicado teniendo en cuenta que podía usar la capa de su hermano. ¿Lo difícil? Ella odiaba  las mandrágoras desde que la señora Sprout habló de ellas por primera vez en segundo. 

-Hola, James- saludó a su hermano.

-Hey-le hizo un gesto hacia la pelirroja que estaba sentado al lado de él.

-Oh, hola, Lily- sonrió- no te había visto.

-Hola, Immy, ¿qué tal?

-Bien, bien- James le dedicó una mirada de "déjame a solas con ella, por favor"-tranquilo, hermano, sólo he venido a pedirte una cosa y ahora te dejo a solas con tu querida.

-¿Qué?- James y Lily se ruborizaron.

-Ohh, mírate, todo rojito- le encantaba avergonzar a su hermano- ¿podrías dejarme el regalo que te hizo papá?

-¿La capa?- Imogen se alarmó- No te preocupes por ella, ella ya lo sabe todo.

-¿Todo...todo?

-Sí- sonaba despreocupado.

-¡James!- no se podía creer que le hubiera contado lo de Remus- ¿él lo sabe?

-Él me lo dijo- habló la pelirroja- me pareció muy noble lo que los chicos hicieron por él.

-Sí, lo fue- dijo, sintiéndose molesta de repente- ¿me dejarás la capa entonces o no?

-Sí, claro- James notó el cambio de humor en su hermana.

-Bien, adiós.

James la siguió.

-¿Se puede saber qué te pasa?

-No sabía que de repente os contarais todos vuestros secretitos con Lily.

-¿Cómo?- James sonrió y señaló a su hermana- ¡estás celosa!

-No, me molesta que mis amigos cuenten sus secretos a la primera de cambio- bajó la voz- ¿cómo podéis estar seguros de que no dirá nada?

-No lo hará- la miró serio- deja de ser tan dramática, Immy. Confiamos en ella, ¿tú no?

-Sí- dijo después de un rato- lo siento, no debería haberme puesto así. Estoy muy sensible últimamente.

-No importa- la abrazó por los hombros- simplemente estabas celosa.

-¡Qué no!

-Si tú lo dices... ahora, dime, ¿para qué quieres la capa?

-Voy a ir a las cocinas con Ada, la chica de Hufflepuff- mintió.

-¿Me traerás una magdalena de arándanos?

-Claro- se separó de su hermano- bueno, me tengo que ir, adiós- le dio un beso rápido en la mejilla.