capítulo 18: salvando vidas inocentes

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Regulus e Imogen corrieron hacia los niños

—Corred —gritó Sirius—. ¡Corred! ¡Ya! 

Pero Harry no podía correr. Ron estaba encadenado a Pettigrew y a Remus. 

Saltó hacia delante, pero Sirius lo agarró por el pecho y lo echó hacia atrás. 

—Nosotros nos encargaremos- dijo Imogen- ¡CORRED! 

Oyeron un terrible gruñido. La cabeza de Remus se alargaba, igual que su cuerpo. Los hombros le sobresalían. El pelo le brotaba en el rostro y las manos, que se retorcían hasta convertirse en garras. Retrocedió.Mientras el licántropo retrocedía, abriendo y cerrando las fauces, Sirius, Imogen y Regulus se transformaron. 

Cuando el licántropo se liberó de las esposas que lo sujetaban, el perro lo atrapó por el cuello y lo arrastró hacia atrás, alejándolo deRon y de Pettigrew. 

El águila voló sobre la cabeza del lobo, lanzando arañazos cerca de la cara para molestarlo, al igual que el gato, que soltaba zarpazos.

Los niños se quedaron como hipnotizado. Estaban demasiado atentos a la batalla para darse cuenta de nada más. Fue el grito de Hermione lo que los alertó. 

Pettigrew había saltado para coger la varita caída de Lupin. Ron, inestable a causa de la pierna vendada, se desplomó en el suelo. Se oyó un estallido, se vio un relámpago y Ron quedó inmóvil en tierra. Otro estallido: 

—¡Expeliarmo! —exclamó Reggie, apuntando a Pettigrew con su varita. La varita de Lupin salió volando y se perdió de vista—

- ¡Quédate donde estás! —gritó Harry mientras corría. 

Demasiado tarde. Pettigrew también se había transformado. 

 Oyeron un aullido y un gruñido sordo. Al volverse, vieron al hombre lobo adentrándose en el bosque a la carrera. 

—Ha escapado. ¡Pettigrew se ha transformado! —gritó Harry. 

Los tres adultos sangraban. Tenía heridas, pero al oír las palabras de Harry volvió a salir velozmente y al cabo de un instante el rumor de sus patas y alas se perdió. 

Harry, Hermione y Reggie se acercaron aprisa a Ron. 

—¿Qué le ha hecho? —preguntó Hermione. Ron tenía los ojos entornados, la boca abierta. Estaba vivo. Oían su respiración. Pero no parecía reconocerlos. 

—No sé. 

Harry miró desesperado a su alrededor. 

No había nadie cerca salvo Snape, que seguía flotando en el aire, inconsciente. 

—Será mejor que los llevemos al castillo y se lo digamos a alguien —dijo Reggie, apartándose el pelo de los ojos y tratando de pensar—. Vamos...Oyeron un aullido que venía de la oscuridad: un perro dolorido. 

—Sirius —murmuró Harry, mirando hacia la negrura.Tuvo un momento de indecisión, pero no podían hacer nada por Ron en aquel momento, y a juzgar por sus gemidos, Sirius se hallaba en apuros. 

Harry y Regulus echaron a correr; seguido por Hermione. El aullido parecía proceder delos alrededores del lago. Corrieron en aquella dirección y Harry notó un frío intenso sin darse cuenta de lo que podía suponer.El aullido se detuvo. Al llegar al lago vieron por qué: Sirius había vuelto a transformarse en hombre. Estaba en cuclillas, con las manos en la cabeza.

 —¡Noooo! —gemía—. ¡Noooooo, por favor! 

Y entonces los vio Reggie. Eran los dementores. Al menos cien, y se acercaban a ellos como una masa negra. Se dio la vuelta. 

it isn't in my blood [black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora