capítulo 33: profecía y otras noticias

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Imogen estaba agotada. Las horas de trabajo en el hospital, sumadas a las misiones y a la fatiga repentina que le daba le habían dejado exhausta. Aún así, entró en la casa de su hermano con una sonrisa.

-¿Dónde está mi pequeño Bambi?- dijo mientras cerraba la puerta.

Escuchó murmullos en la cocina y la risa de Harry

-Aquí está- dijo mientras el bebé de 5 meses le tendía los brazos para que lo cogiera- hola, chicos.

Se giró con Harry en sus brazos y se encontró con Dumbledore.

-Oh, profesor- frunció el ceño- no sabía que estaría aquí.

-De hecho, la estábamos esperando- sonrió- tengo noticias que daros.

Los 6 Gryffindors se sentaron en la mesa, esperando a que el que alguna vez fue su director hablara.

-Por lo menos dígame que son buenas- suspiró agotada.

-Me temo que no- todos empezaron a preocuparse- hay una profecía sobre Harry...

-¿Harry?- James frunció el ceño.

-Vuestro hijo se enfrentará a Voldemort con un poder secreto que desconocemos. Es el único que puede derrotarlo- Imogen apretó levemente el agarre sobre Harry- y Voldemort va detrás de él.

-¿Específicamente?

-No- negó- será el o el hijo de Alice y Frank, Neville Longbottom. Pero a juzgar por el estatus de Harry, que es mestizo como Tom, lo elegirá a él.

El corazón de los presentes se llenó de miedo.

-Deberéis esconderos bajo el hechizo Fidelio, y elegir un Guardián del Secreto cuanto antes.

Poco después el profesor se fue y James acostó a Harry. La imagen de los jóvenes, sentados alrededor de la mesa de la cocina, con la mirada perdida y el miedo en la sangre, era devastadora.

Imogen no para de mover su pierna nerviosa mientras acariciaba su vientre.

-Estará bien- susurró Sirius.

La pierna de la chica paró de repente y lo miró fríamente.

-¿Cómo puedes saber eso?-dijo.

Sirius frunció el ceño, esa actitud no era típica en ella.

-Estoy harta de esta mierda- se llevó las manos a la cabeza- nada está bien. Por si no os habéis dado cuenta, estamos perdiendo y el Ministerio no tardará en caer y ahora esta puta profecía.

Imogen notó que le ponían una mano en el hombro. Era James.

-Estaremos bien- susurró con una sonrisa intentando tranquilizarla.

Aunque la verdad es que estaba muerto de miedo. Temía por su familia. Temía por lo que estaba por llegar.

-¿Podemos hablar?- Lily miró a Imogen.

Las dos mujeres subieron hacia el cuarto de Harry, que dormía plácidamente, ajeno a todo lo que estaba pasando.

-Estás embarazada- soltó Lily.

Imogen abrió los ojos como platos y cerró la puerta.

-¿¡Estás loca!?- exclamó en un susurro- ¡te van a oír!

-Entonces tengo razón.

-Nadie lo sabe- la miró- fue un completo accidente y no sé que hacer.

-¿Estás pensando en abortar?- frunció el ceño.

-¿Qué?- puso expresión de obviedad- ¡claro que no! Me refería al padre.

it isn't in my blood [black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora