Con el tiempo, los ánimos de los jóvenes se fueron levantando y poco a poco cerraban sus heridas.
Imogen decidió independizarse y empezó a trabajar como medimaga en San Mungo, justo como ella quería desde que era pequeña. Bueno, se independizó pero realmente fue a vivir a la casa de al lado de su hermano junto con Remus.
Imogen también le propuso el vivir con ellos a Sirius y a Peter, para estar más juntos. Pero el primero no quiso dejar su apartamento y Peter simplemente dijo que quería seguir viviendo con su madre, lo cual fue bastante raro porque él siempre quiso ir a vivir con Remus.
A pesar de que Sirius se había quedado en su apartamento, James siempre miraba a través del espejo doble, porque, siendo honestos, Sirius era prácticamente un bebé y tenía que asegurarse de que no bebía whiskey de fuego para desayunar y recordarle que se lavara los dientes dos veces al día.
Los chicos también habían estado ayudando a Remus económicamente. Se empeñó en pagar su parte de la casa, pero Imogen se negó. ¿Para qué usaría todo el dinero que tenía si no era para ayudar a sus amigos?
En diciembre, todo iba un poco mejor y las aguas estaban un poco más calmadas. Las risas volvían a escucharse por la casa y la Navidad los había alegrado a todos un poco.
El matrimonio Potter estaba en su casa, preparándose para la comida de Noche Vieja.
-Lily- dijo James- ¿te ocurre algo?
Ella frunció el ceño y sonrió nerviosa.
-N..No- tartamudeó.
-Cariño, vamos a una fiesta- le cogió al cara suavemente con las manos- llevamos sin una prácticamente desde que nos unimos a la Orden y se te nota que estás preocupada. ¿Qué te pasa?
-Estoy embarazada- soltó la bomba, dejando a James petrificado- de dos meses.
James no sabía qué decir. ¿¡Padre!? ¿¡Él!? Si no sabía ni siquiera qué hacer para que las plantas no se le murieran, ¿cómo iba a cuidar de un niño?
-Yo...eh...- la chica empezó a preocuparse- ahora vengo.
Salió pitando de la casa y se metió en la de su hermana, unas casas más abajo. Allí estaban todos. Imogen ya estaba preparada, al igual que Remus. Sirius estaba en pijama mientras veía la tele y Peter estaba con la corbata desabrochada y los zapatos sin poner.
-¡Date prisa, memo!- escuchó a su hermana gritarle a Sirius.
Cuando abrió la puerta y vio a su hermano sin Lily, se extrañó.
-¿Dónde esta...
-¿Tienes whiskey de fuego?- entró, casi ignorando a Imogen- qué pregunta más tonta, si está aquí Sirius.
Sirius sonrió y le pasó su petaca mientras se encendía un cigarro.
-¿No deberías estar preparándote para la fiesta?- preguntó Remus- ya deben estar todos en La Madriguera y...
-¿Cuánto hace que no llegamos borrachos a una fiesta?- dijo James, bebió directamente de la petaca- ¡ya va siendo hora de que nos emborrachemos otra vez!
Nadie dijo nada, pero Imogen y Remus mantuvieron un ojo en el chico, que estaba rarísimo. Incluso Sirius bebió poco para controlar a su amigo.
Horas más tarde, James estaba llorando, tirado en el suelo.
-¡Va a ser súper pequeño! ¿Cómo podré protegerlo?- más lágrimas- ¡DEMASIADO PEQUEÑO!
A Imogen se le congeló la sangre en las venas y parecía que todo el alcohol que había en su sangre se desvaneció. Todos se dieron cuenta de lo que pasaba.
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it isn't in my blood [black]
FantasíaSus años en Hogwarts fueron los mejores de sus vidas. Pero las risas se fueron apagando cuando se vieron forzados a convertirse en los soldados de una guerra que amenazaba con arrasar con todo lo que alguna vez quisieron. Donde Imogen Potter conoce...