El verano pasó rápido en la casa de los Potter, sin embargo, Regulus y Harry estaban más que tristes ya que no recibieron un sólo mensaje de sus amigos. Ni siquiera de Hagrid.
-Amores- Imogen le dio una tazón de cereales a su sobrino y empezó a prepararle uno a su hijo- seguro que hay una explicación lógica.
-No sé- dijo Harry sin ánimo.
Regulus bajó la mirada. No entendía como la única amiga que había hecho ya no quería saber nada de él.
-Venga, Reggie- lo animó su madre- conocerás a muchas más personas en Hogwarts.
-¿Tu crees?- preguntó un poco más alegre- ojalá quede en Gryffindor.
Imogen lo miró detenidamente.
-Y si no, no pasa nada- dijo con desdén- todas las casas tienen cualidades que las otras no tienen.
-Pero Harry dice que Slytherin apesta y son todos malas personas- frunció el ceño- no quiero estar ahí.
Ella miró al castaño con reproche.
-Slytherin tiene su fama, lo entiendo, se la ha ganado- lo miró- no espero que entendáis que hay muchos niños que se ven obligados a actuar de una manera para ser aceptados.
-Lo entiendo- respondió Regulus- ¿pero qué sentido tiene eso? Es decir, ¿para qué querría aparentar ser mala persona?
-Porque los ideales de esa gente son horribles. Le darían la espalda hasta a su propia sangre si no pensaran como ellos- respondió con calma- pero quiero que comprendáis que aunque la mayoría de villanos son Slytherins, no todos los Slytherins son villanos, ¿vale? No tendría nada de malo que fueras seleccionado en esa casa.
Su hijo asintió no muy convencido, al igual que Harry.
Los tres continuaron con su desayuno tranquilamente hasta que un alboroto en el salón les llamó la atención.
Un elfo doméstico estaba batallando con Hedwig, la lechuza de Harry.
Imogen se aclaró la garganta y ambos dejaron de pelear.
-Oh- dijo el elfo arrepentido- señora Potter, perdone el escándalo. Yo...
-No te preocupes...
-Dobby, mi nombre es Dobby- dijo con una pequeña sonrisa.
-Puede sentarse si quiere, señor- habló por primera vez Harry.
La pequeña criatura lo miró como si fuera un ser de lo más extraño, al borde del llanto.
-¿Se...señor?- rompió a llorar.
-Ehhhhhh- la mayor intentó acercarse, un tanto incómoda, mientras Regulus se aguantaba la risa- no pasa nada, venga, no pretendía ofenderle.
-¿Ofenderme?- se limpió la nariz con el trapo que usaba de ropa- no, no. Ya me habían informado de la bondad del señor Harry Potter, pero nunca me imaginé que sería tal.
Los tres se quedaron estáticos, sin saber qué decir.
-Bueno, esto, supongo que habrá venido por algo, ¿no?
-Sí, sí- miró fijamente a Harry- Harry Potter no debe volver este año a Hogwarts. Corre un grave peligro.
Regulus no pudo aguantar más y soltó una risotada, ganándose un zape por parte de su madre.
-¿Qué? ¿Por qué?- dijo el chico sorprendido- Hogwarts es mi hogar.
Imogen se sintió un poco ofendida, pero tampoco pudo culparlo porque para ella aquel viejo castillo también era su hogar.
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it isn't in my blood [black]
FantasySus años en Hogwarts fueron los mejores de sus vidas. Pero las risas se fueron apagando cuando se vieron forzados a convertirse en los soldados de una guerra que amenazaba con arrasar con todo lo que alguna vez quisieron. Donde Imogen Potter conoce...