capítulo 34: Regulus Black

1.4K 106 46
                                    

Los únicos que sabían que Sirius era el guardián eran los Merodeadores y, obviamente, Imogen. Al principio fue bastante extraño, ya que por más que Imogen supiera que la casa de su hermano estaba unas viviendas más abajo de su calle, no era capaz de encontrarla. Ni siquiera era capaz de acordarse dónde estaba. Como si hubiera desaparecido ese recuerdo de su memoria. Sin embargo, su confusión duró poco antes de que Sirius les contara dónde estaba la casa.

La cosa era que Sirius podía revelar la ubicación a cualquier persona, pero éstas jamás podrían revelársela a nadie. Debía ser el guardián el que diera la información de forma directa.

Durante meses, todo parecía normal. Imogen visitaba a su hermano, al igual que todos los chicos. Y su embarazo iba como la seda, en parte gracias a los consejos de Lily. 

Para el primer cumpleaños de Harry, Imogen era toda una bola. El próximo mes nacería su bebé, aunque todavía no sabían el sexo ya que habían decidido mantenerlo en secreto.

-¿De verdad que tenéis que iros de misión?- preguntó Imogen entristecida- ¿todos? pero si es el cumple de Harry...

-La Orden nos necesita, Immy- dijo Sirius mientras le acariciaba el hombro- pero no nos olvidaremos de enviar sus regalos, ¿a qué no, Gus?

Peter asintió distraído. Imogen estaba al borde del llanto.

-Jo- hizo un puchero, miró a su sobrino y las lágrimas empezaron a caer- no os preocupéis, son las hormonas. Estoy bien.

-Se te ve- murmuró James, recibiendo un golpe por parte de Lily.

-Ni siquiera estará Remus- cogió el pañuelo que le dio su hermano.

La mirada de Sirius se ensombreció al escuchar ese nombre. Remus llevaba meses infiltrado en la comunidad de hombres lobo. Comunidad de la que salían cada vez más afiliados a Voldemort. Además, llevaba mucho tiempo actuando extraño y sospechoso. Desde que Albus Dumbledore les anunció que había un traidor en la Orden, el chico Black veía cada vez más y más claro que era él.

James frunció el ceño al notar la mirada de su mejor amigo.

-Estaremos nosotros- dijo Lily, abrazándola- y nuestra vecina, Bathilda, ¿te acuerdas de ella?

-¿La señora que cuenta esas historias tan graciosas sobre Dumby?- preguntó como una niña pequeña, refiriéndose al director de Hogwarts.

-Sí- respondió la pelirroja mientras soltaba una risita.

-Bien. 

Lily cogió en brazos a su hijo.

-Papa- murmuró Harry mientras sonreía.

-No- murmuró la chica con recelo- soy mamá, Harry. Ma-má. No es tan difícil, por Dios.

-Pa-pa- volvió a decir, haciendo que todos rieran.

-9 meses....9 meses llevándote dentro de mí. Aguantado tus antojos, y después un parto que me dolió como los mil demonios...- lo miró con enfado fingido- ¿y dices papá?

-Papa- dijo otra vez, posando su manita en la cara de su madre.

-Pues nada, toma- se lo dio a James.

Imogen volvió a reír. Sin duda, Harry sería todo un niño de papá.

...

El cumpleaños de Harry fue bastante tranquilo, tomaron el té con la vecina y después le dieron sus regalos, aunque realmente él no era muy consciente de nada de lo que le habían dado.

-No me puedo creer que le regalaras una escoba- murmuró mientras bebía de su limonada.

 El calor de agosto era asfixiante y más si estabas embarazada de prácticamente nueve meses.

it isn't in my blood [black]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora