Regulus Black se había asegurado de perder el contacto con Imogen. Ni le escribía ni le respondía a las cartas, preocupándola hasta tal punto de considerar presentarse en su casa. Obviamente, esta idea desaparecía de su cabeza pronto ya que más que una idea era un suicidio.
Intentó disfrutar al máximo de lo que restaba de vacaciones, pero a veces sus pensamientos la superaban y no podía evitar que la preocupación se clavara en su corazón.
Ni siquiera lo vio en la estación.
-Tranquila- la tranquilizó Lily- seguro que está bien.
-¿Qué crees que le habrá pasado?
Todos se intuían lo que había pasado, incluso Imogen, pero ella prefería creer que le había tragado la tierra antes que creer que se había convertido en uno de ellos.
-No lo sé, quizás ha fallecido alguien o...- miró a Marlene en busca de ayuda- mira, ya va a comenzar la ceremonia de selección.
Entonces, cuando Lily se giró para ver mejor la selección, pudo verlo sentado en su mesa. Parecía mucho más mayor, se había cortado el pelo y debajo de sus ojos se distinguían unas horribles ojeras, además de estar increíblemente pálido. Absorto en sus pensamientos.
Imogen frunció el ceño. Estaba ahí. No se parecía para nada al chico que la enamoró hace casi un año, pero estaba ahí. En frente de ella. Si no le había pasado nada, entonces eso significaba que la había estado ignorando y evitando.
-¡Imogen!- pegó un salto al escuchar el grito de James- te estábamos hablando.
-Perdón- murmuró.
-Te decíamos que los Weasleys esperan otro bebé- dijo Peter sonriendo.
-¿Molly?
-Claro, boba- dijo James- ¿cómo iban a ser los gemelos? son como una bomba con patas, imagínate si les das a un bebé.
-No me puedo creer que precisamente tú digas eso, James- dijo Remus mientras reía.
-Deberíamos ir a verla, a mamá le haría ilusión- continuó James.
Imogen asintió y sonrió débilmente.
-Chicos, no me encuentro muy bien- dijo después de un rato- creo que voy a dormir ya, ¿vale?
Todos miraron extrañados cómo la chica abandonaba el Gran Comedor.
-Hablaré con ella- se levantó James.
-No- dijo Sirius- voy yo mejor, tú quédate y come.
Llegó a alcanzarla antes de que comenzara a subir las escaleras.
-Imogen...
-Estoy bien, Sirius.
-No, no lo estás. Y es por Regulus, ¿verdad?
-No parece él, está tan...cambiado- lo miró- ¿crees que...no, no puede ser. Ni siquiera es mayor de edad.
-Mira, Immy- intentó ser lo más delicado posible- Regulus siempre ha creído en la causa. No me extrañaría si lo hubiera hecho.
-Yo pensé que...
-Yo también pensaba que tú podrías cambiarlo, pero algunas cosas nunca cambian.
-¿Cómo puedes decirlo tan tranquilo?- lo miró con furia.
-¡Es lo que le han dicho que debe ser!- alzó la voz, asustando a su amiga por la impresión- el hijo perfecto, el alumno perfecto...el seguidor perfecto. Era cuestión de tiempo y aunque deseé con todo mi corazón que cambiara de opinión, no pasó.
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it isn't in my blood [black]
FantasySus años en Hogwarts fueron los mejores de sus vidas. Pero las risas se fueron apagando cuando se vieron forzados a convertirse en los soldados de una guerra que amenazaba con arrasar con todo lo que alguna vez quisieron. Donde Imogen Potter conoce...